La hilandera

47 26 2
                                    


Hila el lechoso satén,

la viuda anciana atezada,

un encaje y un sostén

para su curiosa amada


"Deléitate en mi almacén,

tú, bella de luz dorada;

relájate en el edén

de mi prenda delicada"


La joven dice "Recién,

me quedé maravillada

cuando me dijiste ten

tu blanca tela soñada"


Al rozar su mano, cien

hilos vuelan cual lazadas,

convirtiéndola en rehén

de envolturas ajustadas


"Quedarás bella también

con pañoleta anudada,

aunque no respires bien

serás mi musa finada"

Pedacitos de poesía #GoldenWingsAwardsWhere stories live. Discover now