ONE SHOTS / SEBASTIAN STAN.

aléjate para siempre. |parte 3|

V E I N T I U N O
s e b a s t i a n  s t a n .

aléjate para siempre. |parte 3|

sebastian point of view.

Para mí los días son oscuros y fríos, aunque estemos con el sol a toda potencia y el pronóstico climático no baje de los 27° centígrados.

¿Podría sentirme mejor?

No lo creía, nunca volvería a ser la misma persona de algunos meses atrás.

¿Ella se sentirá bien?

A mi mente vienen las palabras que pronuncie y luego sus letras en aquel pedazo de papel amarillento y traspasan mi alma como cuchillas.
Intento buscarla para remediar mis palabras y decirle que saldremos adelante junto a nuestro bebé, pero con la medida del tiempo las esperanzas se desvanecen.

Más de tres años desde que Fernanda se fue habían pasado, los pequeños brotes de esperanza que aún guardaba en mi interior sobre encontrarla empezaban a desvanecerse, y con ellos mi vida.

Alcohol, bulimia, drogas.

"Hemos visto a tu chica en Yorktown, espero que la encuentres esta vez.

-Ed."

¿Podría sentirme bien?

¡Por supuesto lo hacía!
Después de tomar un par de camiseta y ropa interior y engullirlas dentro de una pequeña mochila tome mi auto y salí disparado hacia Yorktown.

Rezaba por poderla encontrar. El pensamiento de que ella estuviese tan cerca siempre revolvió mi estómago pero aún así continúe manejando a una gran velocidad y con los nervios a flor de piel.

•••

-Lamentablemente se parece a ti. -gruñó.

Sus palabras se clavaban con agresividad en mi pecho.
La pequeña niña en sus brazos me observaba expectante.

Podía jurar que era como verme en un espejo, sus ojos azules me comían y sus rasgos estrujaban de felicidad mi corazón.

-Aléjate para siempre, Sebastian. -suspiró con recelo- No queremos verte nunca más.

-Yo, yo no lo haré -replique- No me iré, quiero a mi hija...

-No te atrevas a llamarla así -me rompió el corazón- Tu la querías muerta, no querías saber nada de ella o de mi, y tú no tienes derecho a venir en su cumpleaños número tres a decir que ahora si la quieres, eres un bastardo.

Fernanda abrazo aún más fuerte a la pequeña bebé que solo me miraba con confusión, aquellos ojos resplandecientes de los cuales había estado enamorado, de los cuales estaba enamorado me detallaban con tristeza y lágrimas.

-Lo haré. -respondí después de unos instantes- Nunca volveré a molestarte.

Mi corazón quería gritar, pero no podía seguirla lastimando de aquella manera, no lo podría soportar.

-Espero que así sea, Stan. -Fernanda apartó las pequeñas lágrimas con veracidad e hizo un ademán para que me marchara, el cual acepte con un asentimiento de cabeza.

-Pa-papá. -una pequeña palabra revolvió mi corazón, volqué la vista hacia mi bebé al igual que Fernanda, las lágrimas no tardaron en aglomerarse en mis ojos.

Fernanda soltó a la pequeña niña y esta dio leves pasos hacia mi dirección para después unirnos en un gran abrazo, podía sentir que volvía a vivir.

-Promete que no vas a ser un idiota -sollozo Fernanda acercándose a mi.

-Me odio tanto, perdóname -ella negó con la cabeza- Yo...

-Puedes quedarte, pero no significa que nosotros tengamos algo que ver -la pequeña me estrujó más entre sus débiles brazos.

-Acepto, pero no me daré por vencido -ella sonrió y se unió a nuestro abrazo con fervor.

¿Podría alguien llegar a sentir la felicidad que tenía en este momento?
No lo creía.

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¡Y por fin lo termine!
😂

-Lía.