Lo miré mientras sonreía. Miré a Madeline que estaba bailando con Ryan pegados y mirándose a los ojos enamorados.
Justin tiró de mi mano mientras me llevaba afuera del lujoso hotel cinco estrellas. Y pude ver su motocicleta negra en las afueras del lugar, brillando como la oscura noche… y él.
-¿A dónde vamos?- le pregunté mientras me ayudaba a sentarme.
-Es sorpresa _____- me dijo mientras se subía a la parte de delante de la moto. Enrosqué mis brazos en su cintura mientras que el aceleraba la moto. Mis cabellos danzaban en el aire mientras él miraba el tráfico. El vestido incomodaba notablemente, y tuve que subirle con las piernas juntas y mis rodillas miraban hacia la derecha, algo así como ‘’montar a la inglesa’’.
Mis ojos no se despegaban de su perfecto perfil, sentía cosas extrañas en mis adentros. Mariposas en mi estómago, olvidaba todo en el mismo instante en el que estaba con él. Sentía una atracción hacia él, algo que jamás había experimentado en mi vida. Paramos en un semáforo y un Ferrari se paró al lado de nosotros, estaban dos hombres a nuestro costado, un moreno y un pelirrojo con tatuajes llenando sus brazos.
-Mira esas curvas hermano- dijo el moreno mirándome, queriéndome comer con la mirada, sentí que el cuerpo de Justin se tensaba notablemente- Podría mirar ese vestido todo el día- Justin con una mirada furiosa, los quiso matar a ambos con su mirada.
-Está para comérsela toda- dijo el chico de su lado.
-Si no se callan les volaré los dientes de una sola patada en sus malditas bocas- habló furioso. Sentí en mi cuerpo recorrer un escalofrío.
-Si claro- habló cínicamente el moreno- ¿Quién nos hará trizas? ¿Tú?- lanzo una carcajada mientras Justin apagó la moto y se bajo de ella. Era un auto descapotable negro, Justin agarró el cuello de su camisa y clavó un gran puñetazo en la nariz del muchacho, solté un grito mientras que las bocinas de los autos empezaban a sonar. Tomé a Justin de los hombros, su mandíbula estaba tensa y sus ojos querían disparar llamas.
-Hey- acuné mis manos en los costados de su cara, el evitaba mi mirada- Mírame- le ordené suavemente pero él no hacía caso- Mírame- dije ahora severamente, él me miró y sus ojos mieles se encontraban con mis ojos grises verdosos. Sentí que su cuerpo se relajaba notablemente- Ya está vamos a ese lugar donde tanto me quisiste llevas ¿sí? No mas peleas por favor, por mí- le miré y el subió a la moto. Acomodando mi vestido, me senté esperando que la prendiera, por que los autos de atrás perdieron el semáforo verde.
-La novia le ordena- dijo el mismo morocho que pegó Justin, que sangraba un poco su nariz- Ven nena sube al auto y olvida al marica- dijo con una voz ronca, me bajé de la moto y Justin me miró anonado. Me acerqué al Ferrari y acaricié la mejilla del hombre, Y luego puse mi mano en alto y le pegué una bofetada, que mi mano quedó en su rostro marcada y la mía palpitaba levemente.
-Respeta a una mujer imbécil- le dije mientras que Justin, me miraba con una sonrisa. Satisfecho- Ya hice lo que debía hacer, ahora vamos.
-Esa es mi chica- dijo con una voz juguetona mientras que mis mejillas enrojecían, me había llamado su chica. Sonreí inconscientemente, mientras él daba marcha a la moto.
Pasamos por la ruta principal de la ciudad mientras que Justin cantaba una melodía dulce.
-Cantas lindo- le dije mientras podía ver que la comisura de su boca se elevaban en una sonrisa.
-No lo creo. Tú eres linda- me sonrojé mientras que apoyaba mi cabeza en su espalda y lo abrazaba no queriendo soltarlo.
Pasamos por un bosque y él se detuvo lo miré confundida- ¿Tu sorpresa es un… bosque?- lo miré divertida mientras él reía y negaba con la cabeza.
-No- dijo- ven conmigo ______- me tomó de la mano y ambos nos adentramos en el bosque. Con mis tacones apenas podíamos caminar, me dolía algo los pies y estaba algo sudada. Me topé con una rama dando en mi frente, justo Justin se dio vuelta y se empezó a reír frenéticamente.
-¡Oye!- le reproché- No es gracioso- hice un puchero mientras él negaba con la cabeza, luego de unos cinco minutos, él se chocó la frente con un árbol. Y ahora yo empecé a largar carcajadas- ¡Karma Justin! ¡Karma!- grité mientras me reía porque estaba algo perdido.
-Ya casi llegamos- dijo mientras había como una cortina de plantas y la corrió a un lado, quedé maravillada, una pequeña cascada con agua transparente, flores silvestres que adornaban todo el suelo, el olor a tierra mojada llegaba a mi olfato, y inhalé para que el delicioso aroma entrara, y Justin lo adornó con pequeñas luces doradas en todo el jardín
-Esto… esto es hermoso Justin- le dije mientras él me tomaba de las manos. Y las enroscaba en su cuello, él tomó mi cintura, mientras que nuestras miradas jamás se despegaban. Él se iba acercando de a poco, mientras que miraba mis labios y yo los suyos, rosados y carnosos. Que se veían suaves a la vista. Nuestras cabezas por impulso se ladearon y sus labios danzaban con los míos al mismo ritmo, poco a poco su lengua entró en mi cavidad. Sentía que iba a explotar de emoción, hace rato ansiaba sus labios con los mío, definitivamente me estaba enamorando de el chico menos indicado.
