Capitulo 24

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Desperté debido al sonido de mi despertador, pero cuando me estiré sentí un brazo fuerte rodear mi cintura y de reojo pude ver a Justin. Una sonrisa y un leve sonrojo se asomaron a mi cara recordando los sucesos de la noche anterior, agarré el celular y apagué la melodía del despertador. 

Con mucho cuidado me iba soltando del agarre de Justin y me rodeaba con una manta del suelo ya que estaba completamente desnuda y me fui directamente al baño a bañarme tranquila. Abrí el grifo de la ducha y esperé a que el agua templara y con mi mano toqué la lluvia artificial para ver la temperatura. Estaba perfecta.

Desenrosqué mi cuerpo de la manta y me adentré a la ducha para que el agua cubra mi cuerpo como un manto abrazador de agua tibia. Puse mi shampoo de todos los días mi favorito el de rosas y su acondicionador, luego con una esponja puse jabón líquido de Durazno y pase la esponja con espuma en todo mi cuerpo, perfumándolo notablemente, saqué la espuma con agua y salí enroscada en una toalla azul y dejé mis cabellos mojados sueltos. 

Pude ver que Justin ya se había despertado y estaba con bóxers postrado en la cama viendo televisión. Y me ojeaba rápidamente de arriba abajo. 

-Sigo diciendo que el azul es definitivamente tu color- me sonrió mientras se acercaba y me rodeaba con sus brazos y daba un dulce beso en mi sien- ¿Cómo te despertaste princesa?- un sonrojo apareció en mis mejillas por su apodo hacia amí-

-Muy bien- dije mientras acomodaba mi toalla a mi torso para que nada se viera- Gracias- le sonreí mientras le daba un beso en sus labios. Él me pegó a la puerta mientras olía mi cuello y repartía varios besos- 

-¿Durazno?- preguntó mientras asentía con la cabeza y rodeaba mis brazos a sus hombros- Muy bien, amo cómo te queda- se apegó amí mientras sus besos subían a mi mandíbula para llegar a mis labios dando un beso feroz y dulce- 

-Eres insaciable- le dije riendo causando su risa

-Solo tú me haces sentir esto _____- dijo depositando un beso en mis labios mientras sus brazos rodeaban mi cintura- Me iré a bañar ¿Me acompañas?- un sonrojo furioso atravesó mis mejillas

-¡Justin!- chillé haciendo que él se riera, mientras buscaba una toalla color beige de mi cajón-Ya me bañé ahora me vestiré y te esperaré abajo ¿Sí?- él asintió mientras se adentraba al baño y yo empezaba a sacar mis ropas para poder vestirme. Abrí mi armario y encontré un conjunto, puse un lindo vestido de flores, acompañado con mis tacones favoritos. Hice a mi cabello una coleta y me maquillé naturalmente. Puse mi perfume de Dolce & Gabbana que me regaló mi madre para mi cumpleaños hace unos años, era un perfume dulce y llamativo. 

Sólo tarde quince minutos y estaba lista, Justin se seguía bañando por lo tanto con cuidado bajé las escaleras para preparar un perfecto desayuno. Cuando bajaba las escaleras me topé con el espejo del salón que cubría una pared, me veía completamente diferente. Más fresca, más natural. Mi cuerpo se había moldeado más aún dándome unas curvas sensacionales a la vista. Mi cara se encontraba con un brillo de alegría y felicidad que sólo él me las daba. Sonreí por lo bajo y me dediqué a cocinar. 

Hice un plato de montañas de panqueques con nueces y dulce de leche y un tazón de crema de leche, puse frutas tropicales en un tazón y jugo de naranja exprimido y en la cafetera puse en unas tazas cappuccino. También para darme un gusto, hice fundir un chocolate que quedó de anoche y bañé frutillas en el chocolate líquido, y las puse elegantemente sobre un plato de cerámica blanca con adornos a los costados. Dejé todos los manjares en el mesón de la cocina y saqué un mantel color crema y lo postré sobre la mesa acomodándolo para que quedara liso, puse dos platitos para las tazas de café y dos cucharas para los dos, azúcar y edulcorante y me fui a la cocina para traer todo a la gran mesa. 

Una vez puesto todo ordenadamente verifiqué que todo quedara perfecto y sonreí al notar cada pequeño detalle que hacía para él solo con amor, y fui caminando hacia el gran ventanal de vidrio con maderas blancas que dejaban entrar una luz natural que iluminaba la casa. Y me quedé viendo hacia la absoluta nada mientras sentía que Justin bajaba los escalones. 

Me dí media vuelta y ahí estaba él con sus jeans negros y una camisa de cuadros negros, rojos y blancos, con un botón desprendido para que se vea su pecho y sus supras blancas a juego. Él me sonrió mientras miraba hacia la mesa. 

-Valla- dijo sin habla- Tú sí que te luces en el desayuno- sonrió mientras se acercaba hacia amí- Estas más hermosa que nunca _____-

Mi sonrojo se hizo notorio mientras que me acercaba para depositar un beso en su mejilla mientras mis brazos se enroscaban en sus hombros- Gracias por todo- lo miré a los ojos y veía que estaban más claros debido a la luz que se filtraba de la ventana, hacia que su tez se viera más luminosa- Y gracias por darme le mejor noche de mi vida- le sonreí naturalmente mientras se acercaba para darme un beso lento y suave en mis labios. 

-Ese olor de panqueques me está matando del hambre- dijo mientras nuestras frentes se juntaron y reía suavemente

-Entonces vamos a desayunar- le dije mientras que de la mano nos íbamos a la sala y Justin me ayudó a sentarme en la silla de cuero blanco. Automáticamente Justin agarró un panqueque y lo llevaba a su boca y cerraba sus ojos lentamente

-Este es el mejor panqueque que pude haber probado ______- sonrió mientras que tomaba una frutilla bañada en chocolate y la llevaba a la boca y sentía el ácido chocar en mi boca y sentía el sabor de la frutilla correr por mi garganta junto al chocolate. Delicioso. 

Pasamos toda la mañana comiendo y hablando felizmente mientras que Justin se relajaba en su asiento y se frotaba el estómago satisfecho- El mejor desayuno de toda la vida- se rió mientras se levantaba de su asiento y me tomaba de las manos para ayudar a levantarme- Me tengo que ir preciosa- besó el dorso de mis manos- Mañana volveré y repetiremos lo mismo de anoche y hoy- me guiño un ojo mientras que reía junto a un sonrojo en las mejillas mientras yo le daba un beso en sus labios y me escondía en su cuello peor que un tomate mientras sonreía por la felicidad que sólo él causaba en mi. 

encontrando el amor ; jbWo Geschichten leben. Entdecke jetzt