-Eso no funciona con migo- Capitulo 2

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Hola de nuevo mis querid@s lector@s~

Como podrán ver este es un nuevo capítulo, disfrútenlo~.

Así que si más preámbulos

Aquí vamos !!

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Narrador externo:
...
Y ahí estaba.

Se encontraba aquella joven albina con un gran asombro en su mirar.

No podía creerlo. No era lo que se esperaba. Era más...

Los hermosos árboles de Sakura adornaban tanto la entrada como los lugares de descanso. Su estructura estaba bien hecha, tan bien hecha que parecía tallado por los mismos dioses.

Y había algo más.

Un enorme reloj que yacía en el centro.

Tras mirar este aceleró el paso, dejando atrás sus pensamientos, ya que se le hacía tarde. Corría a una velocidad considerable para no lastimar a nadie.
Pero aquella joven no pasó desapercibida por los alumnos de aquella prestigiada escuela; La miraban y comenzaban a murmurar sobre "el plebeyo".

Y si, "el plebeyo", dado a su vestimenta y apariencia lo confundían como un hombre.

Pero a ____ no parecía importarle; ella seguía ocupada encontrando la sala del director para un "intercambio de papeles", ya que necesitaba saber cuál era su salón de clase.

Y por fin.

Después de unos minutos encontró la sala en aquella Escuela/Mansión .

Agarro aire después de correr mucho.

Y lo hizo.

Toco la puerta tres veses.

Hubo un silencio, pero no duró mucho.

-Pase-. Dijo aquel hombre que buscaba aquella albina

Tragó saliva y abrió la puerta.

-Buenos Días-.

...................................................

-Muchas gracias-. Dijo la albina al director.

-No hay de qué, Bienvenida!-. Este le sonrió.

Aquella chica se levanto de aquel mini sofá que, seguramente, costaba más que su casa.

Se dirigió con papeles en la mano y abrió la puerta. Le sonrió por último a aquel hombre y se dispuso a salir.

Soltó un suspiro. Estaba nerviosa, pero no demasiado, ya que sabía ocultarlo tras su cara sin expresión.

-Bien, al 2-A-. Dijo ___.

La mencionada camino asta llegar a su destino. Ahí se encontraba aquel letrero que llevaba escrito con una hermosa letra: "2-A".

La "Plebeya" se paró frente a la puerta; tragó saliva disimulando sus nervios.

Era una costumbre.

Levantó la mano hacia la puerta y toco tres veces.

Y se abrió.

-P O L O S   O P U E S T O S- (En edición)Where stories live. Discover now