Capitulo 7 - Porque Tenía Ganas De Besarte

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Semanas Después...

-Narra Christopher-

Llego a mi casa después de toda la semana, hoy al fin es sábado y podré estar con mi familia hasta mañana que regrese a la hacienda. Ese día estaba decidido a irme pero no pude hacerlo después de esa disculpa y esa súplica de Dulce, desde entonces y en estas últimas semanas todo se ha calmado un poco con ella. Seguimos en nuestra línea de pelea pero ahora menos que antes o al menos eso me parece a mí.

Victoria: ¡Christopher!

En cuanto bajo del coche veo a Victoria salir corriendo hacia mí y apenas en un segundo se lanza a abrazarme como si fuera un koala se cuelga de mí y tengo que sujetarla para que no se caiga cuando enreda sus piernas en mi cintura.

Chris: ¿Cómo estás cachorrita?

Victoria: te extrañe, te extrañe mucho.

Me abraza fuerte mientras me llena de besos y río divertido, mi hermana es muy efusiva cuando quiere.

Chris: yo también te extrañe Vicky pero déjame que respire por favor.

Se ríe y se baja de mí pero sin dejar de abrazarme.

Victoria: lo siento pero es que los días se me hacen eternos sin ti.

Chris: lo sé pero ya estoy aquí y aprovecharemos el día ¿Qué te parece?

Victoria: mmmm... ¿Qué me tienes preparado hermanito?

Chris: ya verás... vamos adentro, saludo a mis papás y después de comer nos vamos ¿vale?

Asiente frenéticamente y me abraza emocionada, entramos a la casa abrazados mientras me interroga sobre todo lo que hice durante la semana.

-Narra Dulce-

Llego hasta el salón y veo a mis padres ya sentados para comer, mi abuelo ha salido de viaje unos días y lo extraño mucho, además de que hoy el estupidito no se encuentra en la hacienda y no tengo con quien entretenerme.

Dulce: buenos días...

Fernando: buenos días hija...

Le doy un beso en la mejilla a mi padre y me siento a su lado, frente a mi madre quien ni siquiera me ha contestado.

Fernando: ¿piensas salir hija?

Dulce: no creo papá, tal vez en la noche.

Blanca: claro... como siempre de seguro saldrá de fiesta, a emborracharse con sus amigos.

Dulce: mamá por favor, no tengo ganas de discutir contigo.

Blanca: ¿discutir? No estoy discutiendo hijita... estoy diciéndote la verdad, eres una descuidada y una buena para nada que solo sabe ir de fiesta a embriagarse y seguramente a drogarte.

Fernando: Blanca por favor...

Blanca: ¿Qué? ¿acaso no es cierto? Entiende Fernando, que la hija que tu querías no existe, esta niña es una buena para nada que ni siquiera sabe atrapar a un hombre para casarse, solamente se deja seducir para irse a la cama de uno y de otro.

Sin probar ni un pedazo de mi comida salgo corriendo de ahí, intentando que las lágrimas no me traicionen, ya debería estar acostumbrada... no debería sentirme así pero no puedo evitarlo ¿Qué hija no se sentiría mal al escuchar todas esas barbaridades de la boca de su madre?

Corro hasta los establos y rápidamente ensillo a Gitana, apenas me doy cuenta cuando ya cabalgo hacia el bosque sin rumbo fijo, intentando que todo este dolor que siento se vaya, este dolor que me provoca mi madre, desde que tengo conciencia siempre ha sido así y cada día me convenzo más de que mi madre nunca me ha querido y que estaría mejor si yo no estuviera aquí.

Buscando La Llave Hacia Tu CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora