11.- Algo no sale bien

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Salimos del comedor y mi abuela es la más emocionada del grupo, parece Camila el día de su cumpleaños lista para recibir la sorpresa de Jonas que siempre es la misma, una tarjeta de felicitación, por eso mi cumpleaños dejó de importarme tanto cuando tenía como 12 años.

 Llegamos al Cuarto de Comunicaciones y Garret ya preparó todo, mi abuela se siena frente al micrófono lista para hablar, ajusta la frecuencia y listo, José 378906 está hablando con nosotros, algunas lágrimas se escapan de los ojos de mi abuela y caen por sus mejillas, igual que en mi hermana, están muy felices de volver a hablar con él, mi abuelo se sienta junto a su esposa y platica con mi papá, él dice que todo está bien, que los rastreadores están así a propósito, que eran una señal para Garret, comienza a despedirse por que necesita retirarse y entonces hago mi pregunta.

- Espera, antes de que te vayas necesito preguntarte algo.

- Tu ya sabes de donde vienen los bebes -ahí estaban sus bromas que tanto extrañaba- pero no le digas a Camila.

- ¡No! -algunas risas se escapan de mí- eso no, eh ¿Todos están vivos o sólo tú?

- Javier -Garret es quien me responde- cuando te fui a decir por primera vez te dije que tu padre, y su tropa, estaban vivos.

- Oh cierto, pero recuerda que te tomé por bromista y mejor lo olvidé. Pero entonces papá... ¿Podría decirle a Jessica? Ella y su familia siguen muy afectados.

- Te dije que nadie debe saberlo, ni siquiera a ustedes les he dicho porque.

- Pero papá, la ví llorar frente a mí,es mi amiga, merece saber la verdad y estar tranquila.

- ¿Crees que guarde el secreto?

- Estoy completamente seguro que lo hará.

- ¿Y no crees que puede pensar que le estás jugando una broma y enojarse como tú con Garret? -este alza una ceja.

- Es un riesgo que estoy dispuesto a tomar.

- Está bien, pero nadie más, ni Ana, ella no tienen a alguien implicado en esto, te repito, nadie más.

- Estoy de acuerdo.

- Te queremos mucho hijo -dice mi abuela.

- Yo igual los quiero, Javier, mañana ven solo, te contaré todo.

- Sí papá.

Garret termina la llamada y salimos de ahí, mis abuelos y hermana se dirigen al cubículo pero yo iré a hacer lo que quiero desde que me enteré de que la tropa está viva, voy a decirle a Jessica.

Camino por los pasillos y bajo las escaleras hasta el maravilloso primer piso, llego al final de las escaleras y voy directo al pasillo de Jessica, estoy tan emocionado por contarle que ni siquiera me detengo mucho para admirar este lugar, llego a su cubículo y la llamo, abre la puerta y frota sus ojos, estuvo llorando, tranquila, pronto sabrás la verdad.

- Hola Javier- su voz está ronca, ni siquiera después de los funerales se encontraba así, pobre chica, el dolor es mucho para ella.

- Hola, escucha se que lo que te diré sonará muy extraño, ¡Pero es cierto! No debes llorar, tu papá está vivo.

Las lágrimas comienzan a salir de sus ojos, está muy feliz, oh no, se ve furiosa, ¿Así me veía yo? Antes de que pueda hablar su mano se estampa en mi mejilla con una fuerza más bien perteneciente a un hombre, ¿Cómo una chica puede tener tanta fuerza? Creo que es mayor a la mía, pongo mi mano sobre mi mejilla justo donde me pegó la cachetada, se siente caliente, arde, creo que incluso la siento palpitar.

- ¡Auch! ¿Y eso por qué fue? ¡Te di una buena noticia!

- ¿Ah si, una buena noticia? ¡Me viste llorar frente a ti y ahora vienes con esta broma de que mi padre está vivo! ¿Cómo tienes el valor de hacer eso si el tuyo también pasó a otra vida? ¿Acaso no le guardas un respeto a su memoria?

- Escucha Jess...

- ¡Y justo ahora me hablas con cariño!- y deja otra marca de sus dedos en mi cara- ¡Vete! No quiero verte si no es neceserario.

- Pero es necesario te estoy diciendo que él vive.

- ¡Vete! No hagas que tenga que volver a pegarte.

José 378906, tenías razón, ¿Ahora cómo la haré creer?

Me voy al cubículo porque mis cachetes realmente están inflamados, al abrir la puerta la cara de mi familia lo dice todo, seguro que si pudieran abrir más la boca estas llegarían hasta el suelo.

- Entonces... - empieza a decir mi hermana- ¿Eso significa qué no te creyó?

- Oh no, ella me cree, esto es un cariñito que me quiso hacer pero colocó muy fuerte las manos, ¡Claro que no me creyó!

- Javier- interviene mi abuela- tampoco es necesario gritar, mejor vamos a la enfermería a que te pongan algo frío para bajar esa hinchazón, ¿Seguro qué esto lo hizo ella o hiciste enojar a su papá?

- Jaja muy graciosa.

- Jajajaja, está bien vamos.

Llegamos a la enfermería y la doctora queda horrorizada, debo verme muy mal.

- Vaya... ¿Con quién te peleaste chico? Él tenía mucha fuerza.

- Es ella, en realidad.

- ¿Celos de novia eh?

- Am... Sí, claro.

La doctora trae dos bolsas de tela con algunos hielos y las coloca a cada lado de mi cara, al instante siento que el ardor disminuye.

- Llevátelas y acuéstate para que descanses, eso debería bajar la hinchazón, y trata de no provocar más a tu novia. Por cierto ¿Cómo tiene tanta fuerza? Vaya.

Prefiero ya no responder, le doy las gracias y nos vamos todos al cubículo, caminamos en silencio y yo voy sosteniendo las bolsas en mi cara, ya no me duele tanto pero de seguro mis cachetes siguen inflamados.

Cuando llegamos y mi abuelo abre la puerta voy directo a mi cama, me dejo caer de un sólo golpe procurando no tirar los hielos. Pronto me siento mucho mejor, aunque algunos hielos se derritieron y han mojado mi cama, no me importa mientras mis mejillas regresen a su tamaño normal. Cuando todos se han derretido voy a devolver las bolsas y de paso a pedir sábanas nuevas.

Regreso al cubículo y cambio las sábanas de mi cama, los demás han ido a cenar pero yo no, lo único que quiero es descansar ¡Que día!

SobrevivientesWhere stories live. Discover now