Abril tiene un problema. ¡Detesta a los chicos más que nada en el mundo!
Su olor, su voz y su presencia es algo que ella no tolera ; sin embargo , la escuela está rodeada de ellos y ha tenido que aprender a sobrevivir con ello .
...
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Me alegra no encontrar a Tanner en los pasillos la mañana siguiente porque por más que la enfermedad se haya marchado de mi cuerpo ,creo que si me cruzo con él mis mejillas volverán a tener un color rojizo ,además no es como si sus palabras desaparecieran de mi cabeza y ahora en lugar de tener un bichito revoloteando mi cabeza , tengo dos y tantos las palabras de Andrew como las de Tanner parecen no querer borrarse de mi cabeza.
Me preparo mentalmente para verlo en la clase que nos toca juntos ,pero me sorprende no encontrarlo cuando cruzo las puertas del salón , mi mirada se detiene en su pupitre y camino enseguida para sentarme en mi lugar , la clase da inicio y no hay rastro de Tanner ni cuando termina el día.
Y el día siguiente a ese es igual.
Perry y Sophie me esperan afuera de Easton High, ambas suben al coche mientras comparten opiniones sobre el almuerzo de esta tarde, pero apenas y oigo su conversación porque estoy más pendiente por el equipo baloncesto en el que se encuentra Andrew y que acaba de hacer su aparición después de entrenar, debo haberme quedado viéndolo largo tiempo porque no reacciono hasta que Sophie llama mi atención.
—¿Qué esperas ,Abril?. —Pregunta Sophie rompiendo mi conflicto interno. —No tengo todo el día.
—Lo siento. —Me disculpo y me mira con confusión. —Vayan sin mí ,hay algo que debo hacer.
—¿Abril?
Me despido con la mano y me apresuro a alcanzar a Andrew , cuando finalmente llego hasta el ,lo veo junto a su casillero guardando algunos libros en su bolso deportivo.
Me sonríe cuando da conmigo.—Vaya ,es la chica que odia a los chicos.
Blanqueo los ojos.
—¿A que debo este honor?. —Pregunta con esa misma sonrisa.
—Tanner. —Logro pronunciar.
Andrew eleva una ceja confundido.
—El no. —Aprieto la mano en mi bolso. —No ha venido a clases.
—Ohh..
¿Solo eso va a decir?
—Estás preocupada por él. —No , parece que no era lo único que tenía que decir.
— ¿Qué?.— Mis mejillas comienzan a adquirir ardor. — Claro que no.
Andrew me lanza una mirada como si no me creyera.
—Es solo que hoy.. —Rápido, di algo. —Teníamos que estudiar y no quedamos en mi casa ni en la suya, tampoco en la biblioteca.
— Tal vez deberías llamarlo.
Abro la boca para responder, pero él me interrumpe.
