[Capítulo II] El Mal De Cuper

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Salí de la consulta médica con un amargo sabor en mi paladar... De todas las cosas que había pensado, esta era una de las que jamás se me hubiese ocurrido.

Sí bien hace poco que me he estado sintiendo mal me esperaba que tal vez solo fuese el estrés o quizás un nuevo milagro Dios y hubiese quedado embarazada por el espíritu santo, pero no, en mis manos tenía un sobre que revelaba una grave enfermedad que segundo a segundo iba matando todo lo que quedaba de mi.

Es triste ¿Sabes? Saber que poco a poco iras muriendo hasta que tus fuerzas sean tan nulas que no podrás si quiera respirar por ti mismo. La vida deja de tener sentido porque ¿De que me sirve estar viva si no podre moverme, no podre vivir en otro lugar que no sea una cama de hospital? Esto es lo peor que el hambre o la depresión, porque amabas tiene una forma de solucionarse, a veces casi imposible, pero aún así la tienen, sin embargo esta era una de esas enfermedades como el virus Ébola, algo extraño y desconocido por los seres humanos, que les tardaría años en lograr controlar, no curar, si no, tan solo manejar, saber que es, porque se produce y cuales son sus síntomas.

Por el momento, los doctores lo denominaban El Mal de Cuper  nombre que se le daba debido al primer hombre en el mundo que algúna vez tuvo los sintomas que hoy en mi cuerpo afectan, Martín Cuper. Lo que en sí sucedía era algo más o menos similar a la leucemia, de a poco mi sangre y mi cuerpo en general se han desgastado, mis defensas disminuyen a diario y así día a día muero lentamente, las causas son desconocidas, por más que me alimento bien e intento mantener una vida sana para poder conllevar mi débil cuerpo, nada sirve. Esto es desgastante.

Ya dentro de mi auto comienzo a llorar de tristeza, de dolor, de rabia e impotencia, no se porque me pasa esto a mi, no he sido una mala persona... No lo merezco... A menos... A menos que sea el Karma por ella... Eso puede que tenga mucho que ver con esto, si el Karma existe, el Dharma jamás me dará una oportunidad, porque lo que hice es imperdonable.

Me limpio el rostro, tiro en el asiento de copiloto mi bolsa y los resultados de los exámenes y conduzco hasta mi apartamento en el centro de Miami, mi ciudad natal.

Cuando tenía 20 me marche de acá a vivir con mis abuelos a Carolina del Norte, necesitaba poder despejar mi mente y rehacerme en un nuevo sitio, dónde nadie me conocía.

A penas entro, dejo mis cosas en el sofá y me dirijo a mi escritorio en la primera habitación, prendo la computadora y espero unos minutos, a las tres de la tarde hemos planificado una llamada por Skype con mis hermanos, Taylor y Chris. Ambos vivían en Europa, ella en Reino Unido y el en España, sus estudios y sus esfuerzos los llevaron a lograr ser reconocidos en sus campos laborales, Tay como empresaria y Chris como científico, luego de la muerte de mis padres, el primero en irse gracias a un nuevo puesto ofrecido por agencias Sinc, fue mi hermano y luego Tay decidió que lo mejor sería ampliar su negocio de Joyas a otros lugares del mundo y tras muchos esfuerzos, llego a crear la casa matriz de todo en R.U dónde reside.

Ambos son mayores que yo, tengo veinticinco, ella tiene veintiocho y el treinta.

-Hey! ¿Que hay hermana?- Saludo un alegre Chris, pero luego de ver mi cara borro su sonrisa y se sentó derecho en su silla.- ¿Que pasa Laur?

-Quiero que este Taylor conectada también, esto... Esto no es algo que quiera repetir y tener que explicar más de una vez.- Dije al borde de las lagrimas

-Lauren me estas poniendo nervioso...- No pudo continuar hablando pues el sonido de notificación indico que un nuevo usuario se había unido a la conversación.

-Hola chicos.- Saludo Tay.

-Hola.- Respondimos con mi hermano al unísono.

-¿Lo dirás ahora Laur?- Pregunto Chris.

-¿Decir que? ¿Que paso?- Cuestiono preocupada.

-Tranquilos chicos, le explicare...- Comencé a relatarles lo sucedido en los últimos meses, la voz se me quebraba de solo ver los ojos cristalinos de mi hermana a punto de llorar y el semblante serio de Chris.- Es conocido como...

-El Mal de Cuper.- Me interrumpió mi hermano.- fue descubierto por primera vez en 1989 y a la fecha no se tiene diagnóstico cierto de lo que puede producirlo, Martin Cuper murió cinco años después del descubrimiento y se estima que hoy en día la esperanza de vida para la persona que lo posee es de doce años a la par en que la enfermedad comienza su efecto. Solo el dos por ciento de la población mundial lo sufre, o se estima que es eso. Como no se sabe cuál es la causa es casi imposible tener una cura. Se piensa que la transfución de sangre puede funcionar, pero serían demasiados litros de sangre y es demasiado arriesgado para una persona con las defensas tan bajas.- Explico sin mirar la pantalla, solo observaba el suelo, por el tono de su voz supuse que estaba llorando .- No me miren así chicas.- Comento mirándonos al fin.- Soy científico, estamos trabajando, entre otras cosas, en un proyecto que busca encontrar la causa del mal.

- ¿Conoces algo sobre eso?- Pregunto Tay.

-Pues... El laboratorio Cold Spring Harbor de New York, realizo un estudio que demostró que al menos ocho de cada diez "infectados" por así decirlo, tenía como semejanza el haber tenido problemas durante el octavo mes de gestación en el embarazo, sin embargo los otros dos de cada diez aseguran que el problema provenía de la mujer que los dio a luz... Lo que quiere decir que esto vendría siendo algo que da desde la consepción del individuo. Es lo único que se sabe hasta hoy. 

-Mierda.- Dije con los ojos rojos de tanto llorar.

Paso una hora en la que Chris nos sigio hablando acerca de lo mucho que están tratando de encontrar una respuesta, luego los chicos me comentaron otras cosas con el afán de lograr que mi mente se olvidara de tanta preocupación y al final entre llantos y recuerdos, lograron sacarme más de una sonrisa. Por eso los amo con mi vida, tienen una especie de doctorado en hacele el día mas alegre a las personas.

-¿Que harás ahora?- Pregunto Tay.- Podrías mudarte acá a Reino Unido junto a mi, sabes que no hay problema con ello.

-No... La verdad, me gusta mucho esta ciudad.

-¿Y entonces? ¿Solo te quedarás allí sin nada más?

-Claro que no... Haré lo unico que puedo hacer ahora es algo que si sale mal no tendré nada que perder.

-¿Que es?- Preguntaron ambos.

-Hablare con Camila.

-Hermana... ¿ Que quieres lograr?.. Ella te engaño y lo sabes, ¿Que razón abría para dejarla ser parte de tu vida precisamente ahora?

-Bueno... Siempre tuve dudas respecto a aquellas fotos, a pesar de que en un principio lo creí, luego surgieron preguntas ¿Quien las tomo? ¿Porque lo hizo? y lo más importante ¿Como es que el justo estaba allí en ese momento exacto?

-Tienes razón Laur... Pero insisto en que esto no logrará nada bueno.- Opino Chris.

- Apoyo a mi hermano, tienes que cuidarte.

-Tranquilos ¿Que puede pasar? ¿Que me mate? Como si me importara.- Dije en chiste, pero ambos me miraron serios y me arrepentí.- Vale, lo siento... De todas formas lo haré.

-Esta bien.- Dijo Chris luego de unos minutos.

-Okey.- Termino por aceptar Tay.- ¿Nesesitas ayuda?

-No... Lo haré yo, así a la antigua.

Hello CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora