Destino impuesto

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CAP 4

Estoy descansando en aquel lugar que me brinda tranquilidad ¿Tienen un lugar así? Me gusta recostarme aquí y poder ver a través de las vigas de este viejo kiosco. Las enredaderas crean una ilusión de sombras magníficas. Quisiera poder volverme nada en un suspiro ¿No han tenido la sensación de haber vivido mucho en tan poco? Me ahogo lentamente en esta vida que me han impuesto.

Mis ojos están cansados de llorar. Estoy tan casada de tratar de defenderme y ponerme de pie. Tal vez llegó el momento en el que me estoy conformando y realmente me decepciono a mi misma. Vienen a mi las palabras de mi amiga diciendo que estaba siendo (Demasiado inocente)  mirandome de manera tierna  (No tienes idea en lo que te metes.) Ojalá hubiera escuchado sus palabras, tal vez si le hubiera puesto un poco más de interés no estuviera aquí deseando morir.

Pero él terminó atrapándome. Sólo necesitó tan poco para tenerme tan enamorada y entregada. Un mes, sólo un mes le bastó para que lo viera con otros ojos. Aquella absurda pelea que tuvimos cuando asistieron a cenar a casa, para poner fecha a nuestro destino,  donde prometió que terminaría aceptando sólo por amor más que por obligación.

Ver en mis recuerdos a aquel chico con saco gris con detalles blanco  y camisa  morada, una sonrisa arrogante y secretos en los ojos. Me hace volver a revivir  sentimiento tontos. Esperanzas muertas.

"—Terminaremos juntos. Eres tan hermosa  que no puedo dejarte ir.- "

Tal vez su egocentrismo y seguridad me pareció arrogante. Pero al pasar los días sus visitas al pequeño hospital donde hacía mis prácticas comenzaron a volverse algo cotidiano. Salir  y verlo recargado en aquel porche rojo con una oferta de dar un paseo se volvió una rutina.

Su manera de coversar de cualquier cosa que yo usará como tema,  era algo que me atrapó en un momento.

"—Entonces te  gusta esa clase de comida. Vaya, realmente no es mi preferencia... Ramen...-"

No importó nada, porque dos días después me llevó a un restaurante hermoso donde sólo servian ramen.  Aun seguía renuente al compromiso, y siempre, en cada salida juntos, buscaba tocar el tema.

"— ¿No crees que es mejor llevarnos bien para manter un buen matrmonio?-"

"—Créeme... es preferible que sea yo a alguien peor... Sakura.-

Recuerdo haber vuelto a casa con esa duda. "Preferible que fuera él" Sus palabras aun retumban en mi cabeza haciéndome sentir una res yendo al matadero.

— Tal vez si tu padre estuviera vivo... Esto no estaría pasando... pero no está... acepta eso antes de que la consideración de todos ante tu opinión se agote -

—  Estas diciendo que tu igualmente tuviste algo...

— No entiendas mal... no soy el único involucrado en esto -

Los recuerdos de mi buscando a mi madre desesperadamente en casa me dejó la única opción de ir a la empresa. A la cual no iba desde que mi padre falleció. Camine de prisa entre los pasillos de personas importantes, todos familiares míos, caminé hasta encontrar la oficina principal de mis padres desolada, como si mi madre llevará tiempo sin pasar ahí.

Terminé yendo a la oficina de tio Iruka, el cual estudiaba algunos papeles. Miles de ellos en su escritorio. Discutía con otro de mis tíos. Una ya de avanzada edad. Sarutobi.  Al verme entrar los dos me miraron pero siguieron hablando como si mi presencia de hecho fuera buena.

— Necesitamos poner un poco más de propiedades al igual que tratar de conseguir menos interés-

Hablaban de términos que poco entendía pero solo uno que me atrapó.. préstamos de Banco, declararnos en bancarrota, poner todo en juego. Salí de ahí un poco Abrumada... Mi madre tenía más que decir, mucho más de que estaba dispuesta a admitir. Recuerdo haberla esperado sentada ahí al pie de la escalera tratando de que mi mente y mi vida no se sintiera vendída al mejor postor.

CIELO NEGRO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora