Leonardito

Cap 1: Irreal

Hacía una semana que el Sensei se había ido a Japón con su prometida, sí, así como escuchaban. Había conocido la chica hacía ya dos años y las cosas iban viento en popa. Era una gran mujer, el Sensei la amaba y ellos también la querían mucho, igual que ella a ellos. Y ellos querían tiempo de pareja, así que habían decidido ir de viaje a Japón, aunque a ella le fue difícil convencer a su prometido de que los niños ya podían cuidarse solitos, al final logró convencerlo y se fueron.

Los días en la guarida no habían sido sencillos, la tensión era palpable en todo momento, puesto que Leonardo había sido el elegido como encargado mientras los mayores salían de viaje. Eso a Raphael no le había gustado en absoluto y los roces entre ellos habían sido cada vez más frecuentes y serios. Dejando a Donatello y a Miguelangel entre medio de esas incómodas situaciones.

La mañana había empezado como cualquier otra en las alcantarillas, bueno, casi como cualquier otra. Tres de los cuatro hermanos esperaban en el Dojo, lo extraño era que el faltante era Leonardo. Los menores llevaban esperando alrededor de quince minutos por su otro hermano y este parecía no querer bajar a entrenar.

''Estoy harto de esperar.'' habló un molesto Raphael.

''Calma Raph, seguramente no tarda en bajar.'' dijo Donnie.

''Si Raph, seguramente tiene alguna buena, explicación.'' concordó Mikey con Donnie. ''Seguramente está muy cansado, después de todo estuvo esperando a que llegaras.''

''Ese no es mi problema, pero claro como es el líder pues siempre tiene una explicación válida, pues no me da la gana de saltarme el entrenamiento porque a DON perfecto se le hace difícil levantarse.'' exclamó molesto caminando a la habitación de su hermano mayor para despertarlo.

Los menores no pensaban inmiscuirse en una discusión de esa índole, esperarían que la tormenta pasara. Siempre que interferían salían heridos o castigados, en el peor de los casos ambos mayores se iba en su contra y por como estaban las cosas, era mejor evitar.

Raphael llegó a su objetivo, la puerta del cuarto de Leo y la tocó. No hubo respuesta. Volvió a intentar con más fuerza. Nada, silencio total. Cansado de tocar abrió la puerta de golpe, discutiendo.

''Escucha una cosa, intrépido! No sé quien te crees que eres para tenernos esperando durante tanto tiempo como soldaditos mientras tú estás aqu..''su voz fue disminuyendo hasta quedar en total silencio.

Había quedado en Shock. No podía ser cierto lo que sus ojos veían. Tenía que ser un sueño, sí, eso era todo. Tomó una de sus Sais y se puyó en el antebrazo. No, definitivamente no era un sueño. Con temor se acercó a la cama y miró. Miró, miró y volvió a mirar. Eso no era posible, estaba mal. Simplemente eso no podía ser.