Inside the Mirror 2 |BTS| 承

Capítulo 30

Encontré a Jin al final del pasillo, a punto de ingresar a su clase, al parecer este noto mi presencia, ya que estaba por llamarlo, pero este voltee a verme.

—Mercy...

—Jin, ¿sabes algo de JiMin?

—No ha venido a clases...— exclamo mientras negaba con la cabeza.

—Ya veo...— susurre.

—Parece que se le subió mucho a la cabeza.

—¿Tú crees que recuerde lo de ayer?

—Estas preocupada por ello...— rio.

—Algo...

—¿Señorita Kim? — alguien puso su mano en mi hombro, al darme la vuelta encontré a un estudiante, pero no traía consigo el uniforme de la preparatoria.

—¿Si?

—Es una urgencia, la necesitamos en la enfermería de la universidad...

—Ahora voy, nos vemos luego Jin.

—Claro...

Jin POV

Ingrese a mi clase, el profesor no tardó en llegar, adelante mío se encontraba el pupitre vacío de Jimin, el profesor de literatura indico que abriéramos nuestros libros, y empezó a escribir algo en la pizarra. Hasta que en eso, escuche como la puerta se abría lentamente y JiMin ingreso, el profesor no se dio cuenta, este fue a su lugar y se recostó sobre su mesa.

—¿Cómo amaneciste?

—No quiero hablar sobre lo de ayer...

—¿Recuerdas algo de lo que dijiste?

—Algo...

—¿Hablaras con Mercy sobre ello?

—Escucho mucho ruido allá atrás. — exclamo el profesor.

—Perdón profesor...— dijimos los dos al unísono

—¿La has visto?

—Un chico de la universidad se la llevo.

—¿Qué?

JiMin POV

—¿Recuerdas algo de lo que dijiste? — pregunto Jin.

—Algo...

"—Mercy, ¿sabes algo?

—¿Qué?

—Besar es como beber soju.

—¿Por qué lo dices?

—Bebes y quieres tomar más..."

—Rayos...—murmure, agache la cabeza.

"—Tengo ganas de hacer tres cosas contigo.

—¿Ah?

—Verte, abrazarte y besarte."

—¿Hablaras con Mercy sobre ello? — de tan solo pensar en todo lo que le dije, sentía como mis mejillas me quemaran, esperaba no volver a tener fiebre. Rayos...

—Escucho mucho ruido allá atrás. — exclamo el profesor.

—Perdón profesor...— dijimos los dos al unísono

—¿La has visto? — le pregunte a Jin, en voz baja.

—Un chico de la universidad se la llevo.

—¿Qué?

—Cierto, ¿en la universidad no estaba Gemma?

—Si, ¿y?

—No se por qué me preocupa que Mercy y ella estén bajo el mismo techo.

—¿Por qué lo dices?

—Debido a tanto tiempo que compartes con Mercy, ella lleva cierto aroma tuyo, y pues recuerdas lo de Gemma...

—No me lo hagas recordar por favor.

—¡Joven Park por favor alga del salón! — grito el profesor, enfadado.

—Sí, lo siento...

Salí y me quede unos momentos con la espalda apoyada en la pared, pero en eso recordé lo que me dijo Jin, que se llevaron a Mercy a la universidad. Y allí las criaturas son más fuertes y rebeldes, temía por que algo le fuera a pasar, así que me eche a correr rumbo a la universidad.

***

Al llegar a la enfermería, pude ver a una señorita, la cual parecía estar inconsciente, recostada en una de las camillas.

—¿Qué fue lo que paso?

—Se ha envenenado...

—¿Con?

—Con el veneno del hijo de Medusa...

—¿E-el hijo de medusa?

Sentí unos escalofríos recorriendo por mi espalda.

—¿Dónde está? — pregunte de inmediato.

—Murió...

—¿Cómo es que ella?

—El joven trato de obligarla a algo, y ella se defendió. La verdad él era muy abusivo con todos...

—Due...duele...— susurro ella.

—Tranquila. — busque entre los cajones y muebles los debidos medicamentos. No estaba muy segura si los antibióticos podrían combatir un veneno tan potente. Pero no iba a dejarla morir así, tenia que internarlo.

Encontré unas ampolletas, pero la dosis era muy baja, asi que saque todas las que podía y le fui administrando varias. Previamente haciendo unos cálculos matemáticos. Y recordando las palabras de mi profesor Jil Chul.

"—Recuerden que si en algún momento ustedes se encuentran en una situación de emergencia, y no se encuentra el medicamento con la dosis requerida, pueden sumarla con otro. Por ejemplo una vez me toco ir a una provincia de Corea, y al hospital que fui debía de administrarle por indicaciones del doctor un gramo de vancomicina a un paciente de celulitis infecciosa, pero en los almacenes de la farmacia del hospital solo había de quinientos miligramos, simple para poder cumplir con lo solicitado y continuar el tratamiento, le administraba dos botellas en vez de una, tres veces al día. En total unas seis botellas. Así que no lo olviden, esto podría ayudarles en una situación de emergencia."

—Gracias profesor...— susurre.

Continúe aplicándole unas cuantas ampolletas más hasta que note que solo me quedaba una. Pero cometí un error al romper el ultimo frasco de vidrio, y sin guantes quirúrgicos, me lastime el dedo y este empezó a sangrar.

—Auu...

—Sangre...— la joven abrió los ojos de inmediato. —Huele a sangre...

—Tranquila. — empecé a retroceder.

—Señorita por favor salga de aquí. — susurro aquel joven que me trajo. —Por favor...