No había más que ella, yo y el cielo. Sus besos lentos no iban al compás de mi corazón y eso me asustaba. Ahora hacía calor, así que me agarré de su cintura cuando sentí que iba a caer, gimió levemente ante mi contacto, y sonrió aún besándome.
Era embriagador, su aroma, ella en si. Descansamos un poco arropandonos en nuestros brazos pero no detenía sus caricias, colocaba pequeños picos en la mejilla que me hacían suspirar, en ese momento comprendí que no había lugar más seguro que ese, no necesitaba palabras porque era el escenario ideal para mí, no sabía que vendría en el futuro pero sin duda la quería conmigo, y golpeó el recuerdo nuestra conversación hace dos noches...
Flashback
Acababa de llegar a casa. Mamá preparaba la cena, y papá no llegaría esta vez, el trabajo lo tendría ocupado esa noche, así que estaríamos solas. Decidí ayudarle un poco en lo que sea que armaba, no podía estar en silencio, hablar de muchas cosas con ella era algo eventual, y al parecer habían muchos temas que tocar, la escuché decir "¿Y Austin?", pestañeé porque todo me llegó como una epifanía, realmente olvidé mencionarle que habíamos terminado, bueno, que yo había terminado con él pero parecía haberse percatado de ese hecho, incluso bromeó al ver mi cara de sorpresa. Inicié mi relato aunque no era buena contando historias, no quería hacerla tan trágica pero le mencioné que discutimos esa noche omitiendo mi pequeño encuentro con la mujer y su blunt right en la fiesta de Brian ya que no era algo de lo que me sintiera orgullosa, era penoso porque no recordaba mucho de eso, sólo que pude intercambiar sensaciones con un extraño, supongo que sólo me brindó un poco de ¿Cariño? ¿Quizás fue un sueño? No lo sabía. Yo no salía con chicas, no andaba con ellas, y era confunso el interés que muy pocas despertaban, como la chica de ojos de esmeralda, ella era realmente atractiva, inteligente, única, era alguien muy interesante, talentosa, era distinta, la pensaba constantemente sobretodo porque no había tenido la oportunidad de hablar con ella, y yo estaba molesta, estaba llena de dudas.
Así que Dinah había hecho algo por mí, averiguó su número de teléfono... ¿Algo psicópata, no?
No tenía noticias de ella en días, estaba fastidia de verla de lejos y eso fue sólo una vez, en cambio, ella había llegado a mi casa, eso sí era atrevido. ¿No se molestaría por eso, o sí?
Miré el teléfono por una hora pensando en si debía escribirle, hasta que por fin...
«¿Por qué me ignoras, Lauren?»
(Enviado a las 9:00 pm)
No había sido mi mejor mensaje pero era lo que quería saber, y esperé hasta su (Visto a las 9:30 pm)
«¿Con quién hablo?»
(Enviado a las 9:34 pm)
(Visto a las 9:34 pm)
«¿Camila?»
(Enviado a las 9:50 pm)
«Sí...»
(Enviado a las 9:53 pm)
«No te estoy ignorando...»
(Enviado a las 9:53 pm)
«Disculpa por haber escrito, lo siento, buenas noches.»
(Enviado a las 9:54 pm)
«No te vayas, por favor, hablemos...»
(Enviado a las 9:54 pm)
«Estoy haciendo lo mejor... »
(Enviado a las 9:54 pm)
«¿Lo mejor? No puedes conocerme, ser mi amiga o lo que sea y luego pretender que no existo.»
(Enviado a las 9:56 pm)
«Estás loca, pero yo más por escribirte... No debí hacerlo.»
(Enviado a las 9:57 pm)
«Me has besado y parece no ser importante, y supongo que es algo eventual en ti, pero no en mí. Llegaste a mi casa y soltaste tu nombre sin nisiquiera dejarme responder, te fuiste.
(Enviado a las 9:58 pm)
«Y todo en ti es un maldito misterio, la verdad, ahora pienso que no quiero saber de ti nunca más, no creo que esto sea sano.»
(Enviado a las 9:59 pm)
«Camz... »
(Enviando a las 9:59 pm)
«Lo siento»
(Visto a las 9:59 pm)
Entonces apagué mi teléfono y fingí dormir.
Fin del falshback
Todo era confuso entre nosotras.
Me gustaba demasiado.
Lo negué.
¿Estaba ebria?
¿Por qué hizo eso?
—Camila tú... Yo soy un desastre en esto. — Rompió el silencio. — No soy buena para ti... — ¿Me estaba dejando sin nisiquiera empezar? — Estaba alejándome porque no lo mereces... — ¿Por qué estaba diciendo eso? — Pero cuando escribiste supe que debía ir contigo... —Intenten decir algo. — Y aquí estoy, no puedo... Es como un imán, nunca había hecho esto.— Intenté hablar de nuevo. — ¿Qué es esto?— Su respiración era anormal. — Te quiero desde que te vi pero...
—Está bien, tranquila —Me abrazó más fuerte. — Quiero estar contigo esta noche. — Escupí sin pensar. Se separó y me observó.
—No sabes lo que... — Y puse un dedo en su boca.
—Una noche y nos olvidamos de esto.— Ella me miró insegura. Intento decir algo pero... — Sólo una... Si lo que vas a decir no es más bello que el silencio: no lo digas.
Subimos al auto de nuevo. Ya sabía a que lugar iría.
« Sólo el silencio es grandioso; todo lo demás es debilidad ».
—Alfred de Vigny
