Hey tú, idiota!

Capítulo 11

Arlette se ríe como una cerda mientras se atraganta con sus palomitas, luego de haber asistido a la escuela, Arlette me convenció de venir a su casa a hacer estupideces, como siempre. Respecto al tema del chupón, me dijo que una amiga le había retado a llevarlo sin ir nadie se de cuenta, claramente yo no le creo. Ella dice que es una chica llamada Benie, es demasiado sospechoso, si hubiera conocido a una tal Benie me lo hubiera contado.Y yo no soy estúpida. Bueno, sólo a veces.

—¿Escuchaste los rumores sobre Dylan?—niego con la cabeza, tengo la boca llena de nutella y me niego a tragarla sin saborearla—Dicen que es un vampiro, otros dicen que se cojio a la puta de Jennifer en los vestuarios. Algunas quieren presumir que se acostaron con el, pero el simplemente pasa todo el día ignorandolos. Asusta.

—Si yo fuera él los ignoraria, no lo culpo—Digo aún con un poco de nutella.

—Hay un rumor que dice que estas perdidamente enamorada de él.

Casi escapo la nutella, ¿yo? ¿Enamorada de ese cretino? Jamás. Por más que sea guapo, no cambia su personalidad, un chico con el corazón roto y no precisamente por amor. Y odiaba que fuera tan parecido a mi. Pero yo no hago esas cosas.

—Sólo falta que digan que volví con el estúpido de Felipe, o que termine embarazada de él—ambas reímos y nos quedamos en silencio.

—¿Qué tienes con Jack?—no se porque el hecho de que haya preguntado eso me puso de los nervios, ¿Qué tenía yo con el? Nada, es simple. Ese rubio nunca estaría enamorado de mi y viceversa. Simplemente amigos, o eso creo.

—Nada—respondo sin importancia, cuando me voy a meter otra cucharada a la boca, Arlette me detiene—No me quites la comida.

—Deja la gordura por un momento—parecía sería, y es raro ver a Arlette seria.

—Escupelo—dije de una vez, la verdad, sólo quería seguir comiendo mi nutella en paz.

—Presiento que hay algo en ustedes dos.

¿Qué dices que dijiste?

—Hacen tan linda pareja—continúa, pero mi cara de desconfianza la hace callar.

—¿Ahora me consigues novio? Consiguetelo tú—sus mejillas se tiñen de rojo, aún siendo moreno se le nota—¿Qué te sucede?—se notaba muy nerviosa.

—Yo no se como decirlo...

—Sólo abres la boca y lo dices. Sencillo, ¿ahora quieres instrucciones para saber a abrir la boca?—digo desesperada—ponte los ovarios y sólo dilo mujer—tomo un sorbo de agua, la verdad, la nutella es demasiado empalagosa.

—Creo que Ben y yo tenemos algo—escupo toda el agua a un lado, mojando sin querer las papas fritas de Arlette—¡Estúpida mis papás idiota!.

—¿Qué?—grito haciéndola sobresaltar, ahora todo calzaba a la perfección.

—Si me sigues gritando no diré nada—puso cara de resentida y comenzó a sacar a las pobres papas que se habían salvado.

—Okay, no te voy a gritar—digo, ella sonríe de forma engreida, sabe que si no me dice ahora ire a acosar a Ben. Así que no le queda de otra, igual tendría que contarmelo.

—Últimamente hemos coqueteando mucho, el día de la playa, hice algo tremendamente estúpido—oh mi Dios, dime que no...—Cuando nos estábamos besando y ya había el momento de....ya sabes—hace una pausa algo incomoda—me dijo que me queria, y quería seguir para ver si eso llegaba a algo mucho más fuerte.

—No veo nada malo—sus ojos se ponen un poco rojos y suspira.

—Le dije que el era un vacile mas—y aquí amigos míos, es cuando Arlette la caga. Y es que, aparte de ser atractiva, es demasiado linda con respecto a su personalidad. Pero, aún no supera lo que pasó con su ex.