"el secreto"

parte 2

Cien mil, cien mil uno, cien mil dos, cien mil tres..... Camine todo lo que mi fuerza de voluntad me permitió, pero nada, no había nada. Era como si volviera al mismo lugar una y otra, y otra vez, me acosté en posición fetal y sentí que el suelo estaba más cálido. "¿Dónde estoy?", "¿ dónde están mis hermanas?", "¿estoy muerto?", "¿ cuánto tiempo llevo aquí?" pensaba sin parar y trataba de dar una respuesta lógica , o al menos aceptable, pero todas mis respuestas me dejaban en la vacilación.

Había transcurrido demasiado tiempo y ya había olvidado que tenía madre y hermanas, ya había olvidado el sabor del café, o el olor del pasto recién cortado, hasta que en cierto instante aquel olor a flores surgió en mi cabeza y comencé a recordar los rostros de mis hermanas. Elizabeth, ella tiene pecas, "¿y sus ojos son verdes o son grises?" pensaba, y Mia ¿cómo era Mia? , ¿Acaso era rubia o de cabellos rojos?, no, ¡ella era pelirroja! afirme, mmm y sus ojos... sus ojos son del mismo color que los míos, "¿mis ojos son verdes o miel?", mis ojos deben ser verdes porque me gusta el color verde, así que Mia debe tener los ojos verdes, pero cuando trate de recordar a mi madre, no lo logre.

Las esperanzas de volver a despertar en mi mundo, o en otro lugar que no fuera este, se desvanecieron con el pasar del tiempo, y cuando creía que era imposible saber lo que sucedía, desperté. Abrí mis ojos y lo primero que observe fue una puerta de vidrio que se abría de par en par dejando ver a dos señoras de edad al frente mío con lágrimas en sus ojos. "¿Mia?", "¿Elizabeth?_ dije. Ellas asintieron con la cabeza y con los nervios de punta me pregunte: "¿cuánto tiempo transcurrió?". Ellas se acercaron y me abrazaron fuertemente, tratándome de dar a entender lo que había sucedido aquella mañana, pero yo estaba perplejo y temeroso. Había sido parte de un proyecto científico de criogenización por parte del gobierno alemán. Aquella bala daño por completo mi corazón, y para cuando me encontraron ya tenía daño cerebral severo.

cuando recibí el disparo, la tecnología estaba en su punto más alto, primeros trasplantes de cabeza con éxito, plantas que daban más de tres frutos, y cerca de un 20% del océano ya había sido descubierto, pero cuando desperté 50 años después, el mundo era algo muy distinto: el VIH ya tenía cura, o mejor dicho la sociedad descubrió ,gracias a un científico colombiano que aquel virus había sido creado por Estados Unidos y Rusia en un laboratorio para tratar de acabar con la población africana. pensaron que con tan solo infectarse morirían, pero aquel virus generaba inmunodeficiencia y en ocasiones duraba dormido en el cuerpo, pero sin tratamiento terminaba siendo una enfermedad dolorosa, lenta y mortal ,la población en siria había sido libre después de un golpe de estado en el cual la ONU y otras organizaciones dictaminaron pena de muerte a Bashar al Asad, y después de su muerte el gobierno de Estados Unidos mando a hacer una réplica de la cabeza en oro para ponerla en la entrada de la casa blanca como signo de desapruebo a las dictaduras, y no solo fue la cabeza de él , también hicieron lo mismo con maduro, cuando en medio de su locura hizo explotar una bomba en un colegio de caracas donde murieron al menos 878 niños menores de diez años, y más de 400 adolescentes que ese día se alistaban para ir a una salida escolar a una reserva natural.

La mayor parte del agua estaba contaminada, el cielo estaba gris producto de las fábricas, y los niños tomaban clases en sus hogares, cada día relativamente tranquilo podía llegar a convertirse en una guerra nuclear, el aumento de los mares producto del descongelamiento de los polos se había tragado a algunos países, e incluso con el avance científico y tecnológico era imposible limpiar por completo el agua.

Durante muchas mañanas me levantaba y lo primero que veía era el calendario versión holograma, aún sin poder entender del todo la época en que me encontraba, y no solo pensaba en eso, también pensaba en mi madre, la cual había muerto tres años después del comienzo del proyecto, por causas naturales.