Capitulo 2

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Levanté la mirada y vi aquel chico sentado frente a mí, volví a mirar hacia mi cuaderno y mantuve el silencio ¿Qué se supone que diga? Oh hola, hace tiempo te veo en química ¿Eres quien se sienta detrás mio verdad? ¡Claro! Diré eso, quedando como idiota. Solo me concentré en acabar mi almuerzo, de a ratos lo veía de reojo pero solo para ver si seguía allí o se había marchado... él también mantenía el silencio. Se hizo el horario para ir a la segunda clase, agarré la mochila y salí de la cafetería sin decirle ni una palabra siquiera.

Mathew Baex

¿Por qué no dije nada? ¡Maldición! Zeb tiene razón, soy un idiota al momento de hablar con una chica -¿Puedo sentarme?- ¡Mierda Mathew! ¿Acaso no había algo más estúpido que decir?
Suspiré. Colgué mi mochila al hombro y en cuanto me paré para irme encontré una hoja debajo de la mesa -¿Será de ella?- pensé rápido y la doblé con cuidado para guardarla en el bolsillo de mi abrigo, corrí ignorando el llamado de mis hermanos para poder alcanzarla pero no lo logré, ya no la vi durante el resto de la tarde... y es extraño porque compartimos la mayoría de las materias.

Elizabeth Baex

Apenas salí de la cafetería me dirigía a la clase de literatura, fue entonces cuando me llegó un mensaje de mi padre donde decía que debía ir rápido a la casa y que él luego enviaría una nota al director. Siendo así, no tuve opción, salí del colegio y comencé a caminar con paso lento primero para luego apresurarme cuando recibí su llamado preguntando que en donde estaba... -¿Que ha ocurrido?- dije al entrar, pregunta que respondieron con un florero volando casi a mis pies; no me respondían con una sola palabra, en su lugar solo escuchaba la discusión de mis padres y mi hermana menor llorando en un rincón mientras abrazaba su muñeca...

Es la primera vez que sentí algo más que deseo de golpear, la primera vez que no quise tener un arma en mis manos...

El ver a Alice allí aterrada, sin saber que hacer me hizo reaccionar. Me voltee viendo a mis padres justo a tiempo para ver como papá quería golpear a mamá, corrí -literalmente- colocándome en medio y lo empujé bruscamente apartándolo  de ella. Quiso acercarse nuevamente, allí fue cuando cerré mi puño y lo envié al suelo de un golpe tan seco que quedó inconsciente.

-Beth...- susurró mi madre viéndolo

No conseguí decir nada, mi mirada parecía una bola de ping-pong dirigiéndose desde mi padre tirado en el suelo, hacia mi hermana abrazando a mi madre -por dios ¿Qué he hecho?- pensé en mi interior y de inmediato salí corriendo de la casa. Me alejé hasta llegar a un callejón sin salida, allí me senté por horas mientras abrazaba mis piernas y no dejaba de pensar en lo sucedido...

Elizabeth BaexWhere stories live. Discover now