Elizabeth Baex

Capitulo 3

Mathew Collins

-saldré a caminar un poco-
-¿Vamos contigo?- dijo Hannah
-no... prefiero estar solo-

No me agrada decirles que no a ellos, pero en verdad quería caminar solo por un momento al menos. He dejado a familia y amigos atrás en unos meses apenas, y lo empeora el verme como imbécil al querer hablarle a una chica y no poder lograrlo -debo hacerlo alguna vez, supongo que no es tan difícil-
Conversaba conmigo mismo mientras caminaba por la vereda alejándome de mi casa... solía hacerlo de niño (me refiero a hablar conmigo, claro), aunque eso era por tener un amigo imaginario -debe sonar muy tonto eso, pero es verdad aunque lo niegue- okey, debería dejar de recordar todo aquello... en verdad que me hace ver como estúpido, y además...
Mis pensamientos se callaron cuando oí ruidos y golpes en un callejón. Me acerqué con cuidado, obviamente, y quedé inmóvil al ver aquella hermosa chica que tanto me gusta; estaba peleando con un tipo (al parecer mayor que ella) y daba tales golpes que cualquiera pensaría en contratarla como seguridad personal -okey, cállate ya Mathew y no digas tonterías-
Terminó de golpearlo y el hombre se fue corriendo como pudo del dolor, ella se dio la vuelta permitiéndome encontrarme con su mirada... esa mirada tan linda, tan llamativa y a la vez con tantos secretos en ella...

-¿Qué haces aquí?- habló
-lo mismo preguntaría yo- me animé a decir
-eso es asunto mio-
-entonces responderé igual-

Hizo una señal de poca importancia y pasó junto a mí para irse, no tardé en reaccionar y la seguí. La frené sujetando su brazo, así no tuvo más remedio que darse la vuelta para verme nuevamente.

-eres tan reservada...-
-¿Te importa?-
-no, pero...-
-entonces no te metas conmigo- se soltó -lo digo por tu bien-
-espera- la seguí caminando a su lado -¿Qué si quiero meterme contigo?-
-nada bueno sale de eso-

¿Qué ha querido decir con eso? ¿Tan malo es estar con ella acaso? ¿Qué es lo que está ocultando? ¡Cielos! En verdad que esta chica se vuelve más y más interesante...

-voy a arriesgarme con eso- tomé su mano -por cierto, soy Mathew-
-soy... Elizabeth-

Dijo su nombre con bastante timidez e inseguridad. Aún así le sonreí y la hice correr hasta llegar a Starbucks... mis hermanos y yo veníamos cada tarde desde que nos mudamos aquí, era divertido y más aún los viernes porque había música hasta muy tarde. Antes de entrar ella retrocedió unos pasos.

-tranquila, solo quiero mostrarte algo-
-no puedo hacerlo-
-claro que puedes- extendí mi mano -¿Puedo mostrarte mi confianza?-