La última Oportunidad

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18. La Última Oportunidad

Liam dejó caer sus lágrimas sobre sus mejillas y olvidó completamente como incorporarse. No tenía idea si estaba a tiempo o si todo se había ido a la mierda hace rato.

Cerró los ojos y trató de respirar calmadamente para recordar cómo usar sus piernas y correr tan rápido como su cuerpo le permitiera. Tenía que hacer algo, porque esa carta había sido lo que siempre había estado esperando, fue su señal de adelante, su semáforo en verde.

Mientras tanto, el reloj se movía muy rápido para el gusto de Zayn, tragó saliva y trató de respirar por su nariz solamente, se le hizo imposible. Su corazón latía a mil por hora, ¿desde cuando lo correcto se sentía tan mal?

De pronto sintió la mirada de Perrie sobre él y se giró para observarla preocupada, y ¿Cómo no iba a estarlo? Si parecía condenado a muerte en su propia boda. Respiró profundamente y decidió dirigir sus ojos al religioso delante de él.

—Bien—dijo el sacerdote. —Estamos aquí reunidos para celebrar la unión de un hombre y una mujer en sagrado matrimonio…

Zayn cerró los ojos tratando de quitar la sensación de los labios de Liam en su cuello, y miró a su alrededor viendo a Louis como padrino y supo que todo estuvo mal desde el principio. Nada debió ser como fue. Nunca debió elegir el mismo lugar que el hermano de Niall, nunca debió mirar ese sitio y recordar, nunca debió dejar que ese recuerdo vagara en su cabeza, debió eliminarlo cuando aún podía. Y partiendo de ese cuestionamiento, arribó en otro y pensó que quizás había actuado inconscientemente y esa idea de poner a Liam como padrino no había sido más que una excusa secreta para probar al amor de su vida.

Por más que la boca del religioso se movia, Zayn no oía nada en absoluto, estaba aturdido por los gritos en su mente. ¿Cómo hacer que se calle? Cada neurona reclamaba el nombre de Liam.

***

Cientos de veces que casi somos atropellados por los taxis y hoy parecía que el mundo iba en cámara lenta… Liam estaba atrapado en un embotellamiento. El castaño golpeaba sus dedos contra el manubrio y veía su reloj al mismo tiempo pensando en la idea de irse corriendo, pero ¿llegaría caminando? Le quedaban diez cuadras y ya solo faltaban unos dos minutos para que la ceremonia terminara.

—¡Andate a la mierda! —exclamó Liam y golpeó el volante con furia. Abrió la puerta y salió corriendo en esmoquin por la vereda.

Cuando por fin estuvo lejos de los bocinazos, corrió más fuerte y más fuerte. Las piernas se le cansaban y no avanzaba en absoluto, era ridículo. Solo le quedaba un minuto y las cosas parecían perder el sentido, Liam comenzó a olvidar su propósito y empezó a preguntarse el porqué de tantas cosas que ya perdió la cuenta.

¿Por qué corría como un desesperado? Zayn se iba a casar, así iba a ser desde el principio, y si el morocho no quería hacerlo realmente, ese no era su problema. No era su maldito problema. Pero el caso era que sus piernas se seguían moviendo y no había nada que pudiera hacer para detenerlas, por mucho que pensara, su cuerpo estaba de acuerdo con aprovechar su última oportunidad o por lo menos intentarlo.

Cerró los ojos cuando sacó su teléfono para ver qué hora era ¡Por el demonio! No quería saber que mierda de hora era, solo quería llegar.

Finalmente paró en frente a un portón blanco y respiró agitadamente, había llegado. Se calmó y abrió la pequeña puerta lentamente.

¿Por qué hacía esto? ¿Valía la pena? Arruinar todo un acontecimiento, pasar un mal momento, escandalizarse, y todo por la idea de felices para siempre que Zayn le grabó en la cabeza en esa carta.

Cerró la puerta detrás de él y su entusiasmo se desvaneció, no estaba arrepentido de lo que sentía, solo creyó que no era justo y que era una locura. Y que esta última oportunidad no era la última, y que podía ser feliz con alguien más. Y sí, la idea le repugnó y supo que quería a Zayn como no había querido a nadie y era un amor tan profundo que el amor común le pareció desagradable.

¿Qué más daba? Ya era el momento de actuar y en vez de entrar y cumplir con su objetivo se quedó allí, sintiendo algo que jamás había sentido y preguntándose porqué lloraba y porque estaba allí quieto.

Quizás esperaba que Zayn comprendiera que la historia era sobre ellos dos, y tal vez estaría allí toda su vida.

***

—¿Zayn Malik, acepta por esposa a Perrie Edwards, para amarla y respetarla, en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte los separe?

 A Zayn le pareció la pregunta más difícil que le habían hecho en su vida. Y supo que no podía pensar más, se había pasado los últimos meses pensando. S            e mordió los labios y esperó como si supiera que Liam entraría por esa puerta y le diría que lo amaba y eso sería suficiente. Se sonrió a sí mismo y miró a Louis a su lado, este no lo miró, pero Zayn supo que estaba tan nervioso como él.

¿Por qué Liam no estaba aquí? Su amigo era el hombre más valiente que conocía, tan valiente para detener una boda, pero también para dar un paso al costado y no hacerlo. Se le heló la sangre. Liam se rindió… Pero todavía quedaba un soldado en campo de batalla.

Zayn negó con su cabeza y dirigiéndose a Perrie dijo:

—Lo siento.

Y los miró a todos en ese lugar y les dijo:

—Lo siento.

Louis sonrió. Y luego Harry y Niall lo hicieron también.

Y corrió fuera de la capilla y lo vio allí como la primera vez y sintió que se enamoraba de nuevo. Entonces supo que por fin lo había hecho bien, porque nunca se había sentido tan feliz de ver a una persona en su vida. Y porque finalmente comprendió que la historia es sobre ellos dos.

—¡Qué bien te ves! —habló a las espaldas del amor de su vida, recreando ese recuerdo.

Liam lo oyó, y se sonrió.

—¡Wow! —exclamó Liam. Siguiéndole en juego —Creí que eras de las personas que recibían ese tipo de cumplido, no del que los dicen.

Zayn sonrió.

—¿Me estás diciendo que luzco bien? —dijo Zayn.

—Fue otra forma de decirlo—finalizó el castaño.

Liam se giró y lo miró. Lo único que ambos recuerdan es que sus labios se unieron y que sus corazones latieron tan fuertes que supieron que nunca se dejarían ir.

Y eran tan fácil todo, porque no había ningún impedimento entre dos personas que se aman.

Ninguno de los dos sabía cómo lo habían logrado, solo tenían claro que sus sentimientos los superaron y el amor los desbordó y la valentía se puso en acción. Y las últimas oportunidades sí están hechas para los valientes y después de haber ponderado a Liam de valeroso y degradarse a sí mismo como cobarde, Zayn había sido quien corrió detrás de su corazón.

Y rió de la idea de creer que esa última oportunidad estaba destinada a Liam. Había sido su última oportunidad.

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Anteúltimo capítulo, falta uno y estamos en el final. Gracias por el apoyo!

The Last ChanceWhere stories live. Discover now