Woman (h.s)

{Sex Bomb}

Harry está afuera de tu apartamento. No puede escuchar ningún ruido proveniente del interior. Sabe que no estás durmiendo, sabe que no debería estar aquí, estás estudiando para un examen muy importante y él no quiere distraerte pero no ha podido evitar terminar frente a tu puerta. Se está muriendo por verte.

El timbre de la puerta te sobresalta. Despegas la vista del libro de química orgánica sintiendo un dolor agudo cosquillear tus hombros. Te levantas de la silla y caminas hacia la entrada sin tener idea de quién podría estar visitándote a las once de la noche. Liberas el seguro y deslizas la puerta para encontrarte con Harry de pie frente a ti. Él luce cansado y sabes que está estresado ya que ha estado trabajando muy duro en su disco. Tus ojos bajan hacia sus manos, está sosteniendo su móvil rosado en una mano y en la otra una botella de vino.

Harry también te ha estado admirando desde que abriste la puerta, su mirada recorre tu cuerpo, estás vistiendo solamente su camisa blanca con el logo de Britney Spears y vas descalza. Su mirada perdura un poco más en tus piernas largas y desnudas antes de subir hacia tu rostro, tu expresión bañada en sorpresa.

—Hola Harry, entra. No te he...

Eres interrumpida por él. Harry rápidamente cierra la distancia entre ambos atando sus labios a los tuyos. La sensación es increíble, como si fuese la primera vez. Su beso es suave, cariñoso y su lengua masajea la tuya con delicadeza y mimo. Tus labios están ardiendo por más cuando él descansa su frente contra la tuya.

Lo coges del brazo, tirando de él para que ingrese al apartamento y él obedece. Su mirada va desde ti hacia la pila de libros sobre tu pequeño escritorio blanco.

—Sé que estás ocupada pero eres mi novia y te extrañaba, quería verte—él admite, mordiéndose el labio inferior.

Tu corazón revolotea, tú también lo has extrañado. Demasiado. Ambos han estado demasiado ocupados, Harry trabajando en su disco solista y tú estudiando para los exámenes de la próxima semana. Tu día ha sido tan monótono y gris pero ahora que Harry está aquí no podrías estar más feliz. Tu noche de estudio queda en el olvido, es imposible que vuelvas a concentrarte.

Señalas la botella de vino—. Creo que yo también necesito un poco de vino.

Los dos se dirigen a la cocina. Harry se encarga del sacacorchos mientras tú buscas dos copas.

Te sientas sobre la encimera mientras él llena las copas con vino. Te entrega una copa y tú le das un sorbo saboreando el vino en tu lengua. Harry empuja tus piernas y se acomoda en el pequeño espacio, su centro presionando el tuyo.

Su rostro queda a centímetros del tuyo y su belleza nunca deja de asombrarte y desarmarte, resulta tan impactante como la primera vez. Sus facciones parecieran talladas por los dioses, piel tersa, ojos de un intenso color esmeralda, pómulos prominentes, nariz respingada, labios carnosos y rosados y mandíbula afilada.

Tus dedos acarician su cabello, suave al tacto. Él te está mirando atentamente y tú sabes que tiene algo que contarte. No te gusta su aspecto exhausto y tenso y harías lo que esté a tu alcance para remediarlo.

— ¿Cómo va el mundo de la química? —Inquiere él, rozando su nariz con la tuya.

—Interesante para mí pero no quiero aburrirte.

Él echa la cabeza hacia atrás, mirándote directamente a los ojos. Su expresión es honesta y transparente.

—Jamás me aburriría de ti, jamás me aburriría de algo que tengas que decir, amor. Me encanta escuchar tu voz cuando dices cosas complicadas—una sonrisa surca sus preciosos labios—. Tu inteligencia es sexy. Tú eres sexy.