Capítulo 3

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Habían pasado solamente tres días desde que Camila había salido del hospital y trataba de acoplarse a su nueva vida, aunque bueno, no había mucho a que adaptarse, en esos tres días no había puesto un solo pie fuera de su cuarto, ni levantado de la cama a excepción para ir al baño, no hablaba con nadie y se negaba a comer.

- ¿Nada? - preguntó Sinu a Lauren quien bajaba con la bandeja intacta de la cena de Camila.

-No, aún nada- asentó la comida en la mesa de centro y se dejó caer en uno de los sillones, era como la vigésima vez que la morena la correteaba de su cuarto en el día y como la centésima en tres días.

-Dios, pensé que tú podrías convencerla, ahora ya no sé qué hacer, lleva todos estos días a base de agua y uno que otro bocado, estoy desesperada- lloraba Sinuhe con su cara escondida en sus manos.

-Ahora me va a escuchar a mí- Alejandro se levantó y subió a paso seguro las escaleras, rumbo a la habitación de su hija.

Sinu y Lauren escucharon una pelea entre padre e hija, donde Alejandro pedía, no, más bien le exigía a su hija que comiera y saliera de su habitación a lo cual la morena solo contestaba con desplantes y sarcasmo, dos minutos después Alejandro bajo con los ojos cristalinos y sus manos temblorosas.

-No sé qué hacer, no puedo, esa no es mi Mila- dijo sentándose en las escaleras a llorar, rápidamente su esposa se sentó a su lado y lo consoló.

................

Así pasaron los días, cada día uno similar al otro, Lauren pasaba la mayor parte de su tiempo en casa de los Cabello a pesar de que Camila no la dejara estar cerca de ella, pero no se rendiría tan fácilmente.

Viernes por la noche, Lauren llegaba de la universidad, arrastraba los pies por la sala, tirando su mochila en el primer sillón que vio, agarró un cojín y lo coloco en su cara, pensando que no había nadie en casa dejo que su llanto saliera libremente, se sentía tan abrumada e impotente, Camila llevaba tres semanas encerrada, a duras penas la podía ver, ya que si no cerraba la habitación con pestillo, la sacaba de la habitación tirándole todo lo que pudiera tomar, lloraba, lloraba sin contenerse, todas las noches eran lo mismo, pero hoy sintió que desde que despertó ya no podría seguir, quería hacer lo mismo que Camila y quedarse encerrada en su cuarto llorando.

-Ahora mismo Camila Cabello está en mi lista negra- Lauren se limpió rápidamente sus lágrimas al escuchar la voz de su padre, acopló su vista a la poca luz que había y lo vio, Mike Jauregui de pie en medio de la sala, justamente enfrente de ella con su uniforme militar.

- ¡PAPA! - no pudo evitar gritar y tirarse a los brazos de su padre.

Mike estaba en el ejército, lo cual hacía que constantemente estuviera de viaje por muy largos periodos de tiempo, cuando se enteró de lo ocurrido con la pequeña latina que tanto traía loca a su hija y que a él le caía muy bien quiso regresar, pero la situación no se lo permitió hasta el día de hoy.

-Prométeme que ya no te volverás a ir- pidió la pelinegra en los brazos de su padre.

-No cariño, ya no más, este viejo ahora se quedara en casa a lado de su familia, un lugar donde nunca se debió ir- Lauren no puedo evitar sonreír, por fin, su padre se había dado de baja en el ejército, cumpliendo con su última misión, regresando sano y salvo, tal como lo había prometido antes de su partida, Lauren estaba consciente de todos los peligro que implica la guerra y pasó más de una noche en desvelo con el miedo que al día siguiente llegara un oficial del ejército informando que habían matado a su padre o una bomba hubiera alcanzado su campamento.

Hacerte sentir mi amor (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora