Epílogo.

2.8K 292 32
                                    

BaekHyun estaba cansado.

El primer año de universidad era un caos. Demasiado que estudiar, cuando a penas podía coger los apuntes de manera decente, porque sus profesores hablaban con tanta prisa que parecía que tenían cosas mejores que hacer. Obviamente, allí todos tenían cosas mejores que hacer. Pero nadie podía quejarse porque la sociedad había dictado que eran necesarios los estudios para encontrar trabajo y cuando tuvieras uno, ser un esclavo.

Suspiró.

—Recoge tu desastre, Byun —paseó entonces por el salón del piso SeHun, con una galleta en la boca y otras cuantas en la mano.

—No quiero —rodó por el suelo, y sobre sus apuntes—. Estoy cansado.

SeHun elevó ambas cejas.

—Vamos a tener visita, que recojas, he dicho.

—¿Quién viene? —miró interesado.

—JongDae y MinSeok —se elevó de hombros.

—¿A qué vienen? No me apetece verlos. Diles que no vengan —levantó un brazo, luego sacudió su mano con desdén.

—¿Desde cuándo eres tan estúpidamente caprichoso?

—Desde que no me prestan atención suficiente —ahora fue su turno de mirar acusadoramente a SeHun.

—¿Me estás pidiendo atención como un perro, Baek?

Frunció el ceño y refunfuñó. SeHun estaba siendo muy pesado, quizá estaba a punto de levantarse del suelo sólo para darle algún manotazo que otro. Pero decidió que estaba demasiado cómodo allí acostado y prefirió mirar el techo. Escuchó a su compañero de piso quejarse una vez más, luego sus pasos alejándose y BaekHyun decidió que ordenaría. No por SeHun, solo es que MinSeok era un cansino cuando se trataba de desorden.

Había pasado nada más un semestre, pero sus ganas de ahorcarse eran mayores que en el último año de instituto. Todo era tan estresante, pero aburrido. Tenía tantas pocas ganas de todo. A veces creía ahorrar las mismas para cuando pudiera volver a ver a ChanYeol. Porque habían pasado dos años y cada día sabía menos de su novio. De vez en cuando hacían videollamadas, porque el chico se acordaba del usuario de BaekHyun de memoria y no le costó encontrarlo otra vez —sus padres le obligaron a dar de baja todas sus redes sociales en el momento. Pero no todo había sido bueno desde aquello, porque ChanYeol a penas podía usar un ordenador en aquel internado fuera de Corea y para colmo los últimos meses eran muchísimo más escasas, incluso siendo solo llamadas de voz y BaekHyun ahogándose en sus ansias de verlo.

Pero no tenía tiempo de estar lamentando por lo que no tenía y quería. Así que hasta que llegaron sus dos amigos, estuvo organizando los apuntes de aquella semana y revisando alguna que otra cosa. De verdad debía de mantener su mente ocupada para no revisar el móvil cada dos minutos. Aquel día estaba seguro de no recibir ningún tipo de notificación de ChanYeol. Llevaba algo más de dos meses sin saber de él, ¿por qué iba a llamar hoy?

—¡He llegado, tortolitos!

SeHun había abierto la puerta en cuando escuchó el timbre, pero ya se estaba arrepintiendo. MinSeok estaba a un lado de JongDae, con la cara seria porque cállate por una vez. JongDae solamente sonrió y pasó un brazo por la cintura del mayor, que se sonrojó.

—Ya era hora —se quejó BaekHyun, echado sobre el sillón con un cuenco lleno de uvas sobre el pecho mientras veía la televisión.

—Podrías haberte puesto un poquito más presentable.

—Es mi casa. Si te molesta, vete.

—Lo que sea —JongDae rodó sus ojos, sentándose en el otro sillón que había en la sala—. Creía que SeHun te había dicho que debías ponerte guapito —se rió, burlón y se toqueteó el pelo y fingió ponerse maquillaje.

Error↪️ChanBaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora