Capítulo 24

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Aveces la valentía no se encuentra en no tener temores, sino en poder superarlos y avanzar hacia lo wue deseamos en realidad.

Se sentía algo cohibida caminando hombro con hombre con Drake, él no la miraba, parecía perdido en sus pensmaientos mientras se alejaban cada vez mas de Lady Abermaele y su prima que fungían de silenciosas y distantes carabinas.

-No tengas miedo- escucho que decía la voz tranquila de Drake a su lado -No pienso obligarla a ser mi esposa no una real, si no lo deseas Sophia si en realidad me odias, podemos fingir yo me mantendré alejado yo te amo, como nunca creí amar a ninguna mujer y porque lo hago comprendo que me he equivocado.

Sus palabras calaban hondo dentro de ella, su corazón rogaba darle la oportunidad, que su mente le negaba, los buenos y malos recuerdoa se reproducían de manera casi paralela, estaba confundida y algo asustada, mas lo último. 

-Yo se que seguramente estas molesta, lo entiendo, nunca te prohibiré nada tenlo por seguro, te amare si prefieres en silencio- volvió a hablar encarandola, clavando sus ojos pardos en los suyos, diciéndole mas cosas de las que con su boca podía, verlo así tan sincero y vunerable era como envolverse en un vals que solo sus almas protagonizaban mientras sus cuerpos permanecían inmoviles.

-También te amo- soltó en un suspiró desde lo mas profundo de su ser, dejando salir el aire que no sabía estaba reteniendo ¿Que mas le daba? ¿Porque continuar engañando de esa forma su corazón?

No supo en que momento sus pies dejaron de tocar el suelo, Drake la sostenía en brazos haciendola girar como cuando era una niña y quería molestarla dandole vueltas hasta que terminaba mareada.  No puedo evitar sonreír, de manera honesta, con verdadera felicidad mostrando todos sus dientes justo como él.

Drake amaba verla así sonriente, vivaz, sin ningún tipo de barreras, con solo dos palabras había calentado su pecho y llenado de una sensación que apenas podía describir, era lo mas parecido a plenitud que había experimentado o quiza simplemente estaba desvariando.

Tomo sus labios sin importarle si la recién estrenado condesa o la señorita Browing se escandalizaban, la apreto a él lo mas que pudo dejando que sus pies tocaran el suelo, disfrutando de ese beso que sabía a promesa y escondía pasión, una que se moría por descubrir, no se midió para profundizar el beso y tomar en ese pequeño acto todo lo que la rubia le permitió, se sentía como un niño que probaba por primera vez el pie de manzana.

-Me encantas rubia- susurró sobre sus labios, antes de morder el inferior con delicadeza.

-Drake...- suspiró ella en respuesta con sus mejillas sonrojadas encendiendo deseos que intentaba reprimir.

-Yo jamás imagine o quise ver lo que sentía, te tenía a cerca, eras mi amiga podía hablar contigo, te cuidaba y jamás me pregunté la razón, te admiraba pero nunca lo dije- habló, sabiendo que luego tendría tiempo para deborar esas deliciosa boquita con sabor dulce.

-Aún me duele Drake, no puedo negarlo- confesó ella, alejandose un poco con la mirada dolida.

-Olvidemos el pasado hermosa- pidió acariciando su labio con el pulgar.

-Necesito que me pruebe que en realidad me quieres.

-¿Que debo hacer?- quiso saber acunando su mejilla esperando el momento oportuno para darle el anillo que su abuela le había dado.

-Una noche, debe dormir una noche conmigo.

Su mente sin que pudiera denerlo comenzó a creear imagenes que deseaba recrear y no eran precisamente decorosas.

-¿No quieres esperar a la noche de bodas? Yo gustoso...

-Pero no podrá besarme o tocarme, deberá demostrarme que me quiere mas allá de...

Engañando al amor Where stories live. Discover now