Papás Sustitutos. •Narry Storan•

Cuarenta

—Sé que nunca he sido de su agrado, señora, pero por favor si usted no está de acuerdo Niall no estará contento del todo—Rogué, no quería perder las esperanzas tan pronto.
—No, ¡por supuesto que no! No dejaré que mi hijo arruine su vida una vez más y mucho menos contigo, ¿entiendes?—Soltó con desprecio, los gritos de Cath se escuchaban hasta aquí.
—Ya no tenemos 16, señora. Solo le pedía esto por respeto y porque amo a su hijo, nada nos impedirá el estar juntos—Hablé, la señora me miró sorprendida y apretó la mandíbula.
—¿Y tú crees que lo voy a permitir? De mí te acuerdas que eso no suceda—Habló con desprecio y salió de la cocina haciendo sonar con fuerza los tacones de sus zapatos.

Dejé salir un suspiro y recargué mis manos en la barra de la cocina, sabía que ésta señora me odiaba, pero no sabía qué tanto.

Estaba asustado, no quería que ella se entrometiera entre Niall y yo, él no lo merecía y yo tampoco. Hemos sufrido mucho para llegar hasta aquí, no es para nada justo que su madre se meta en esto.

Regresé a la sala tras dudarlo un poco, no quería ver más a Maura, pero si me alejaba Niall se preocuparía y se pondría paranoico hasta sacarme la verdad y alguien saldría de ahí para no volver.

Y sinceramente no quería ser ese alguien.

Los demás seguían viendo a Cath jugar, me senté a un lado de Niall y él me sonrió.

—¿Estabas hablando con mi madre?—Preguntó y solo asentí—. ¿Sobre qué?
—Nada importante, amor—Le dije, le di un beso en la mejilla y me separé de él, podía sentir la pesada mirada de Maura sobre mí.

La fiesta de Cath siguió un poco tranquila, estaba nervioso y un poco incómodo, pero logré disimular por Niall. No quería que se pusiera mal por mi culpa o la de su madre.

Llegó la hora de despedir a todos —incluidos los padres de Ni—, ayudé a limpiar y que todo quedara en su lugar.

—¿Te quedas a dormir?—Escuché la voz de Ni y lo miré.
—Seguro—Le sonreí.

Subí las escaleras detrás de Niall que llevaba en sus brazos a Cath, él se encargó de meterla en la cama y dormirla.

Le robé un pijama y me metí en las cobijas, no tenía ganas de conversar con él, no quería decirle nada acerca de su madre y sabía perfectamente que querría hablar sobre ello, ¿pero que le diría?
Oh sí, Niall, tu madre me odia y hará hasta lo imposible por vernos separados.
No podría, no es justo para él, aunque tampoco es justo lo que su madre está haciendo.

—¿Tan pronto tienes sueño?—Preguntó entrando a la habitación.
—Ha sido un día largo, ¿No crees?—Hablé debajo de la sábana.
—Sí, algo. Mi madre nos ha invitado a almorzar con ellos mañana—Dijo y no respondí—. ¿Está bien?—insistió.
—¿Estás seguro que nos invitó a ambos?—pregunté.
—Sí... Ella sabe que a dónde yo vaya tú y Cath van igual—dijo
—Preferiría no ir, Ni—Acepté.
—¿Sigues con esa idea tonta de que mi madre te odia?—dijo negando la cabeza—. Deja de pensar en eso, ¿sí? Con el tiempo verás que no es cierto—preferí no decir nada ante eso.

Le di las buenas noches y me quedé dormido de inmediato.

Y en un abrir y cerrar de ojos ya estaba de nuevo de pie apresurando a Cath para que no llegara tarde a la escuela.

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Varios meses después.

Niall.

Aparqué el auto en la entrada de la casa y caminé hasta la puerta principal y entré.

—¡Ya llegué!—Grité esperando escuchar la voz de Harry, pero no fue así.
—¡En la cocina!—Escuché la voz de mi madre.
—¿... Hola?—entré a la cocina y vi a mi madre sirviéndole comida a Cath.
—Hola, papi—me saludó Cath y me acerqué para besarle la cabeza.
—Hola, James, ¿Cómo estuvo el trabajo?—habló mi madre.
—Estuvo bien. Mamá... No me malinterpretes, ¿Pero qué haces aquí?
—Vine a visitar a mis bebés—dijo refiriéndose a Cath y a mí.
—¿Y Harry?—pregunté.
—Se fue, al parecer mi presencia no le gusta—dijo tratando se sonar indignada.
—Madre... ¿Volvieron a pelear?—pregunté sentándome junto a Cath.
—¡Tu noviecito no puede llevar la fiesta empaz!—gritó indignada.
—Mamá; recuerda que Harry y yo estamos comprometidos.
—Por desgracia—susurró, pero pude escucharla a la perfección.
—¡Mamá por Dios! Debes de aceptar mi relación con Harry—dije, estaba cansado de estar en medio de sus peleas siempre, no podía ponerme de lado de ninguno. A los dos los amo de diferentes maneras.
—¡Está bien!—gritó derrotada.

Subí las escaleras dejando a Cath con mi madre y llamé al número de Harry.

—¿Tu madre sigue en la casa?—dijo Harry en cuanto descolgó.
—Sí... ¿En dónde estás?—pregunté, me dejé caer en la cama.
—En casa de Louis—escuché un grito de Louis como saludo.
—Ven a casa.
—No con tu madre ahí.
—Harry... Por favor, no me hagas esto más difícil.
—... Está bien.

Colgué la llamada y me cambié de ropa por algo más cómodo, ya era algo tarde y esperaba que mi madre se fuera pronto; me gustaba verla seguido, pero no me agradaba nada el echo de que quisiera estar siempre entre Harry y yo.

Eso debía parar.

Después de 10 minutos escuché la puerta abrirse y volver a cerrarse, me levanté y bajé hasta la primera planta.

—¡Harry!—grité para saber en dónde estaba.
—¡Señora entienda que eso no es así!—escuché la molesta voz de Harry en la cocina.
—¿Qué pasa aquí?—entré a la cocina y me encontré con Cath a punto de ponerse a llorar.
—¡Este hombre no entiende verdades!—gritó mi madre molesta.
—¿Por qué mejor no se va a molestar a otro lugar?
—¿Y tú para cuándo dejas de ser un mantenido?
—¡Ya, basta los dos!—grité molesto, ambos me miraron y se callaron—. ¿Acaso no se dan cuenta que Cath los escucha? ¡Sí van a estar como perros y gatos se me van a la calle los dos!
—Niall...
—¡Niall nada, mamá! ¡Estoy hasta las pelotas de que estés metida en nuestra relación! ¿Acaso no estás feliz de que por fin tenga una familia y esté a punto de sellarla casándome? No te entiendo, parece que estás empeñada en hacerme sufrir—grité rojo de la ira, sentía que el aire me faltaba.
—Niall... No, hijo, no. Yo solo busco tú bien y sabemos perfectamente que con este hombre mal agradecido no lo encontrarás—habló con voz suave, vi como Harry rodaba los ojos y sacaba a Cath de la cocina.
—Esa decisión queda para mí; yo decido si casarme con Harry o con el vecino, si lo traigo a vivir a mi casa para que cuide a Cath, yo decido si lo amo o no y créeme que todo eso ya lo decidí; Harry es el hombre que he amado siempre y eso tú bien lo sabes, ambos hemos pasado por mucho, hemos madurado lo suficiente para podernos ofrecer mutuamente una estabilidad—hablé rápidamente.
—En tu salud lo encontrarás, Niall. Quédate con tu familia de película, ambos sabemos que no durarán.

Y dicho eso mi madre caminó hasta la puerta y salió dando un portazo.
Dejé salir un suspiro cansado.

n/a

Quizá ya ni me recuerden, pero lo entiendo, jajajaja.
Discúlpenme por dejar así de feo la obra, espero que aún tengan ganas de seguir leyendo :( jajaja.

Intentaré publicar mucho más seguido y espero que aún tengan el hilo de la historia porque yo sí tuve que leer tooodooo de nuevo para poder seguir escribiendo, supongo que la historia va a tomar un rumbo diferente al que tenía presente hace tiempo, espero que les guste y sigan dejando un montón de lindos y graciosos comentarios.

Me ayudan mucho con un voto y comentario.