XV (2da parte- Fin)

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Cuando terminó de contarme su historia ví en ella algo diferente, era como si por fin sintiera paz, pero a la vez una gran melancolía.

Aquella noche yo dormí en su casa, al día siguiente todo estaría arreglado, Helen lo sabía, yo contaría la verdad, era necesario terminar con aquella red de muertes de inocentes y ella sabía que era justo.

Esa noche hicimos el amor, pero no de la manera en que se tiene sexo, sólo nos abrazamos y consolamos mutuamente, conocí los rasgos de su piel y dejamos nuestras almas abrazarse, como si de una despedida se tratase.

Al día siguiente corrí a la oficina apenas me lavé la cara, conté a Smelt todo lo ocurrido y llamamos al departamento de investigación criminal de la capital.

Tres horas después un montón de agentes policiacos se encontraban rodeando el orfanato con pistolas y bombas en mano como tratando de recrear una escena de la primera guerra mundial.

Adams fue un cobarde, murió bajo sus propios fundamentos. Cuando entramos al orfanto nos encontramos una escena asquerosa... Adams antes de morir tomó una navaja y cortó el cuello de Orga, era médico, supo como hacer el corte perfecto y tuvo la amibilidad de colocarle en su oficina, como la reina decapitada.

Los guardias de seguridad fueron atrapados y Adams fue la presa más fácil de conseguir, el Expimento #908. Hasta se tomó la amabilidad de escribir su nombre en el albúm. Cuando entramos al laboratorio estaba tirado en el suelo, su corazón aún latía, pero tal cuál esperé una hora después el forense confirmó su muerte.

Helen... ella también heredó la cobardía de su hermano, sólo que su muerte fue dolorosa. Al llegar a su casa me la encontré corgada como piñata, con una cuerda atada al cuello y una nota roja en el borsillo:

"Te amaré por siempre, sólo lamento que mi por siempre haya sido tan corto".

Hoy... han pasado setenta y cuatro años... y mi mente aún sigue bagando en aquel año. Es irónico como los recuerdos fuertes permanecen con el mismo sentir del pasado y como pueden acelerar tu corazón del mismo modo en que lo hicieron hace tantos tanto.

Algo que hoy en día me hace pensar que la historia nunca terminó es aquella paloma blanca. Aquel resar de Adams, aquel aceite... quizás él nunca murió, quizás el experimento #908 es aquel a quien le llaman fantasma los chicos del pueblo; pero bueno, eso ya no importa, es mejor dormir un poco.

-¿No crees Helen?

-Sí abuelo.

Experimento 908Donde viven las historias. Descúbrelo ahora