El harem de Bakugou [Boku no Hero Academia]

Capítulo 5: Las rosas son azules.

[Día #5]

Un nuevo resplandeciente día había llegado y antes de que comenzaran las clases se podía ver en el aula a Todoroki haciendo una lista de cosas importantes para comprar. Después de todo, Invierano tenía un plan maestro.

—Todoroki-kun... ¿Qué es eso? —interrogó Midoriya atónito después de haberse acercado al asiento de su amigo y cuando le pareció haber leído en aquel papel las palabras "cuerdas y grilletes".

Shouto se quedó callado y lentamente fue cerrando su libreta para luego esconderla dentro de sus pantalones.

—¿Para qué necesitas cuerdas y grilletes...? —Izuku comenzaba a preocuparse.

Pero Todoroki no respondió y se limitó a sacar el cuaderno que tocaba a primera hora de clase e ignorar por completo la pregunta de Midoriya.

—Midoriya —murmuró después de varios minutos en silencio—. Sé que somos amigos... pero ni se te ocurra intervenir en mi plan. Bakugou me pertenece.

Izuku se limitó a tragar saliva, asentir y regresar a su sitio. El amor cambia a las personas y da miedo.

Por otro lado, el resto de alumnos habían formado pequeños grupos y seguían comentando sus estrategias para ganarse a Katsuki e incluso decidiendo qué día darían el primer paso cada uno. Bueno, en realidad no todos tenían grupos. Había un solitario marginado al que ignoraban y que tenía los huevos bien puestos por lo que haría a continuación.

—¡Bakugou-kun~! —era el momento de que Aoyama brillara, nunca mejor dicho.

En ese momento toda la clase se quedó en silencio y sus miradas se posaron en el rubio con complejo de francés.

—Oh no, ahí va Aoyama... —susurraba Kaminari.

—¡No tiene oportunidad! —exclamaba Ashido.

—P-Pero es preocupante... —añadió Yaoyorozu.

—¿Creéis que lo consiga? —interrogó Ochako.

Entonces Yuuga se dirigió hacia el asiento del chico explosivo y, con una sonrisa en forma de V, sacó un pequeño papel de su bolsillo.

—¿Qué mierda quieres? —no parecía estar de buen humor.

—¡Bakugou-kun, he escrito un poema para ti! —exclamó Aoyama mientras comenzaba, a saber por qué, a brillar—. ¡Estuve toda la noche escribiéndolo~!

Katsuki le miró con el ceño fruncido sin saber muy bien cómo interpretar lo que ese rubio le había dicho.

—Las rosas son azules, las violetas son verdes, y tus ojos azabaches son como...

—¡¿QUÉ MIERDA ESTÁS DICIENDO?! —gritó aquel chico explosivo harto de las palabras extrañas de Yuuga.

—¿Existen las rosas azules? —inquirió Kirishima para sí mismo.

—¿Aoyama-chan es daltónico? —se podía escuchar a Tsuyu murmurando.

—¿Qué es daltónico? —preguntó Kaminari.

—Alguien que confunde los colores... —susurró Momo.

Pero Yuuga no se iba a rendir a pesar de haber sido interrumpido. Mágicamente sacó otro papel de su otro bolsillo y comenzó con el segundo poema.

—Si amarte es un delito, me considero culpable, y ojalá seas el policía, para que puedas arrestarme~ —canturreó Aoyama mientras los ojos de todos sus compañeros se abrían como platos.

—¡V-VETE A LA MIERDA! —terminó por explotar Bakugou—. ¡MUERE!

Su rostro estaba rojo. Demasiado. En esos momentos competía con el color del cabello de Kirishima.

Y dicho esto último, antes de que comenzase una tercera guerra mundial, llegó el profesor Aizawa para controlar a los alumnos con aura asesina que querían matar a Aoyama.

[Querido Diario #7]

Hoy, cuando terminaron las clases, vi cómo Best Jeanist se llevaba a Bakugou a no sé dónde y se encerraba con él durante tres horas.

Quiero pensar que le estaba cortando el cabello o algo así.

—Tokoyami.

[Querido Diario #8]

Hoy le dije cosas bonitas a Bakugou-kun y me mandó a la mierda.

Sé que nuestro amor es mutuo. Es tan brillante como yo~

—Aoyama.

[Querido Diario #9]

Cuando finalizaron las clases, recibí un correo que parecía ser importante por parte de Gran Torino. Cuando lo abrí me llevé la sorpresa de que solo quería que le pase el número de teléfono de Kacchan para invitarle a comer taiyakis en su casa.

También sospecho que el plan de Todoroki-kun no es nada limpio.

Cada vez me empiezo a preocupar más.

—Midoriya.

[Querido Diario #10]

Aoyama está muerto.

—Todoroki.

[…]