Theo el humilde.

1.5K 173 136
                                    


Tras haber dicho aquello, Theo se marchó al baño. A los pocos minutos se escuchó la ducha. Decidí levantarme de la cama, salir de la habitación y caminar por el pasillo hasta llegar al salón, y una vez allí me lancé en el sofá.

Podría decir que el sofá estaba roto, pero no. Rompí el sofá tras lanzarme en él. Literalmente.

Me levanté rápidamente y observé durante unos segundos el percal en el que me había metido en a penas un segundo. 

Tras varios minutos buscando algo por todos lados para tratar de arreglar el desastre, desistí al escuchar como la puerta del baño se abría. Los pasos de Theo por el pasillo hicieron que de nuevo sentara el culo en el sofá, y fingiera que nada pasaba.

- Voy a vestirme y me iré a solucionar esto.

Por suerte, había tenido la decencia de taparse con una toalla. Me dediqué a asentir y a sonreír. Él alzó sus cejas. 

- ¿Ocurre algo?

- No. ¿Que va a ocurrir? - Pregunté alzando una ceja- Sólo he venido a sentarme aquí por que estaba harto de estar en la cama.

Volví a sonreír de forma amplia tratando de disimular.

- Está bien - Musitó alzando una ceja - No me importa que husmees en mis cosas. 

- No husmeaba en tus cosas. Simplemente me he sentado aquí a disfrutar... De los rayos del sol que entran por la ventana. Ya que no puedo salir a disfrutarlos a la calle, pues me he sentado. 

- Ah.. Muy bien, así me gusta.

- Es un sofá muy cómodo - Indiqué volviendo a sonreír-.

- ¿Sabes? Hubiera colado, de no ser por tanta sonrisa. No va contigo.

Entrecerré los ojos y lo miré durante unos segundos. 

- ¿Has encontrado drogas? ¿Armas? ¿Algún rehén secuestrado quizás? - Preguntó cruzándose de brazos- A estos me gusta guardarlos en los cajones. 

- He roto el sofá. 

- Oh genial. ¿¡Estás de broma!? - Gritó acercándose -.

- Si pero no me pegues. Te lo pagaré. Cuando tenga un trabajo dentro de unos diez años, mas o menos. Y a plazos a poder ser.

- No iba a pegarte, idiota. ¿Que le has hecho a mi sofá?

- Básicamente me he sentado y se ha roto, pero me he sentado despacito, ya sabes, para que no se rompiera. Y se ha roto. Eso pasa por comprar un sofá barato. Probablemente del Ikea. 

Theo negó riendo.

- Probablemente te has tirado en él y lo has roto. Y no es un sofá de los baratos. Pero bueno, se ha roto. Que se le va a hacer.

- ¿No te cabrea? - Pregunté alzando una ceja - He roto un sofá. Tu sofá. Dios sabe cuantas siestas habrás dormido en este sofá.

- No duermo siesta. Y en ese sofá se dormía horriblemente mal. Así que, compraremos otro.

- ¿Compraremos? 

- Claro, si vas a ser mi chico, vas a tener que ayudarme a escoger uno bien cómodo - Afirmó dándose la vuelta y caminando en dirección a la habitación de nuevo -.

- Sigues dando por hecho que voy a serlo. Genial. Theo el humilde. 

Se dedicó a ignorar mis palabras. Pero sabía de sobra que me había escuchado. A los pocos minutos volvió vestido y se sentó a mi lado. El sofá se hundió más de lo que debería, ya que me lo había cargado. Literalmente me pegué a él. 

- Voy a ir a intentar solucionar esto. Recuerda, si te mueves de aquí, a parte de que podrías acabar muerto, vas a cabrearme un montón, por lo que si yo fuera tu, me quedaría aquí. Puedes coger comida, registrar la casa entera si sigues sin confiar en mi... Lo que se te ocurra. Oh, y no olvides dar de comer a los rehenes del cajón - Bromeó mirándome- Por cierto, ¿ves aquella especie de caja negra junto al televisor? - Preguntó señalando con el dedo - Es una Playstation. Puedes jugar a algún juego si quieres.

- Se que es una Playstation, no soy imbécil - Murmuré mirando al frente- No me hables como si fuera un niño. Lo odio.

- A mi me encanta - Agregó riéndose - También tengo pesas, ordenador, una bicicleta estática... No se hay un montón de cosas con las que puedes entretenerte mientras estoy fuera. También puedes ducharte, poner esa ropa en la cesta de la ropa sucia, y coger algo de ropa de mi armario. Puede que te vaya algo grande, pero al menos llevarás algo de ropa limpia y no irás en pijama todo el día. 

- Que sí, que no voy a moverme de aquí. Me daré una ducha, comeré algo y probablemente me pasé el rato jugando con la caja negra esa de ahí - Musité rodando los ojos - Puedes ir tranquilo, que estaré aquí cuando vuelvas.

- ¿No vas a darme un abrazo ni nada antes de que me vaya? 

- No.

- ¿Estás seguro? - Preguntó dándome un toque con el codo - ¿Y si no vuelvo?

- Es tu casa, volverás. 

- Podrían detenerme, o peor, podrían dispararme.

- Te curarás - Afirmé rodando los ojos - Siempre lo haces. 

- No si me matan. Imagina esa escena. Yo muerto, sin haber sido abrazado por ti. No podrías vivir con eso en tu cabeza.

- Lo soportaré. Créeme . 

Él fue quien me rodeó con los brazos y se echó a reír. 

- No hay manera de que seas mínimamente cariñoso, Liam. Que triste eres. Menos mal que me has encontrado, y que voy a conseguir que cambies. 

- Ya basta Theo en serio - Susurré rodando los ojos - Si me apetece darte un abrazo, te lo daré, pero así por que sí, pues no me sale. 

- ¿No te sale?

- No. Para mi los abrazos significan algo. No los reparto como si fueran caramelos.

- Interesante. Me ganaré uno de esos abrazos, pero espero que no me decepcione, de lo contrario, me lo cobraré con un beso.

- ¿Más besos? - Pregunté alzando las cejas -.

- Siempre habrá más besos. Es más, cuando solucione esto, y puedas volver a salir a la calle, pienso darte alguno.

- Entonces no salgas de esta casa.

- Tarde, ya me voy - Se levantó riendo y caminó hacia la puerta - Volveré en un par de horas, quizás tres. O puede que muera entre terrible sufrimiento y no vuelvas a verme nunca. Espero que te arrepientas de no haberme dado un abrazo. Bobo.

- Lo que tú digas. Yo jugaré a la caja negra. 

- Te quiero. ¿Me quieres? 



Perdido en mi otro yo (Thiam).Where stories live. Discover now