Juntas.

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26

Después de contarle prácticamente toda mi estancia en la Tierra a Claire con detalle, ella tenía muchísimas dudas. Básicamente habíamos estado hablando por tres horas seguidas. Ella escuchaba atentamente mientras le relataba todo lo que sucedió fuera de la Aldea.

― Y ese chico... Niall, ¿sólo te dejó aquí así como así? ―Yo asentí algo tiste.

―Supongo que él en verdad no quería lidiar conmigo. Él es algo antisociable. ―Ella torció su boca delicadamente.

― Yo no creo. A lo que me has contado, él y tú estaban formando un lazo de confianza. Si te contó su teoría sobre lo que oculta la Aldea, eso significa que ya tenía la suficiente confianza en ti. Él no te lo contaría a la primera para arriesgarse a morir si la Aldea se enteraba de que sospecha de sus planes.

― ¿Entonces tú crees que su teoría es cierta? ―Ella suspiró.

― Lo hago pero, es complicado. Quiero decir, tanto él como tu están bastante oscuros. Sólo tienen pequeñas e insignificantes piezas de este puzzle que sólo les da la capa exterior de la verdad. Necesitamos saber más.

― Es lo que yo pensaba desde un principio, hasta llegué a pensar que tal vez era mentira pero después sucedió hoy lo que te conté de Leah. ―Ella alzó las cejas.

― Eso sólo puede significar algo: si hay un secreto escondido en algún lado. Pero es lo único que sabemos. No tenemos idea a quienes involucra o quiénes son los malos y los buenos. Eso nos pone en desventaja.

Claire tenía razón. La información que teníamos era muy poca e insuficiente. Pero para eso teníamos que indagar en la verdad.

― Regresando al tema del chico misterioso, ―continuó la rubia― te digo que ustedes ya tenían un lazo. Él te salvó muchas veces y eso quiere decir que el chico no es tan frío como me dices.

― Deberías de ver su mirada mientras te dirige la palabra. Es como si... como si no fueras digna de hablarle. ―Dije recordando el azul frío de sus ojos la primera vez que hablamos. ―Pero después de eso... él sí tiene algunos momentos de compasión. Y cuando su compasión llega... ―dije recordando ahora su mirada tierna, esa que tan pocas veces me mostró― el frío de sus ojos se vuelve en un azul abrasador, como el mar. Un azul que te tranquiliza y te hace sentir paz.

― Okay, tú estás enamorada de él. ―Yo dejé de ver a la nada y miré a mi amiga con los ojos bien abiertos.

― Que yo... ¿qué? ―Contesté alarmada.

― ¿Estás escuchándote, Dian? Primero dices que es un frío sin sentimientos y después lo describes como el hombre más sensible del mundo. ― Yo negué con la cabeza.

― Eso es porque él es un loco inestable. No porque yo esté enamorada de él. ―Dije girando los ojos.

― Como sea. La manera en la que dijiste esto, no es algo a la ligera. ―Mis mejillas se ruborizaron y las sentí calientes. ― Oh, y ahí está el rubor delatador.

― Basta, estábamos hablando de los secretos. ―Ella sonrió fugazmente.

― Estoy dispuesta a descubrir todo esto contigo. No quiero estar aquí y morir a los meses como se supone que debe ser. Es hora de cambiar el destino de las personas que nacemos marcadas. ―Yo asentí.

― Eso es lo que quiero. ―Dije. ―Pero tenemos que actuar normal. No levantar sospechas. Nosotras estamos aquí para "recuperar el planeta".

― Bien, podemos fingir. ―Yo asentí. ―Pero investigar todo esto no será fácil. Más si estamos tan ciegas y vamos a tientas de algo que no sabemos ni qué es.

Marked. | fanfic. (libro ahora disponible en amazon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora