CAPÍTULO 1: PAPELERA MEXICANA DEL ARRABAL NORTE DE MADRID

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Narra Rubius:

Iba caminando con mis mejores amigos Mangel y Alex, en busca de un bar pequeño, pero con mucha fama por su gastronomía que hace felices a los comensales (versa el dicho: "Barriga llena, corazón contento").

Era un bar localizado en el arrabal Norte de Madrid, donde las calles servían de hogar a los enfermos desahuciados, a las víctimas de la economía a quienes los bancos les habían arrebatado sus casas al no haber pagado sus créditos hipotecarios, así como a los perros y gatos que, dicho sea de paso, hacían compañía y cuidaban a todos esos mendigos y vagabundos.

Cuando nos adentrábamos a las primeras calles del arrabal, noté cómo Mangel y Alex bajaban la velocidad de sus pasos, el cabello y el vello de sus brazos se les erizaba y, de hecho, casi a un instante de echar marcha atrás a lo que en un principio había sido su decisión, por convicción, de acompañarme a comer al bar. Dirán ustedes los lectores, por qué no viajamos a ese pequeño bar en taxi. Jaajajajaja. De todos los cobardes choferes a los que hicimos la parada, no hubo uno solo que aceptara hacernos el servicio. Por el contrario, nos cerraban la ventanilla desde donde preguntábamos si nos podrían llevar al arrabal Norte y se arrancaban como alma en pena a la que se le hubiera aparecido el mismísimo demonio.

Pero más era el aprecio de nuestra amistad que el miedo de Mangel y Alex, lo que los motivaba a continuarme acompañando. En esos momentos su voz era temblorosa y tartamuda, pues sabían que aquel visitante que salía del arrabal, libre de ataque por parte de los vagabundos, se consideraba un absoluto afortunado.

Por fin, después de adentrarnos por cerca de 9 calles para llegar a aquel bar que mis amigos imaginaban como un tugurio, vimos a veinte metros de distancia el nombre destellante del mismo: "Bar La Papelera Mexicana". Claro, aunque no lo crean, era una maravilloso bar donde se expendía tequila, mezcal, pulque y aguamiel, agua de Jamaica y de horchata como bebidas selectas de la tierra del charro mexicano (de Huentitán, de Arandas y de Tequila, Jalisco, México); donde vendían cabrito, tortas ahogadas, barbacoa, tacos al pastor, pozole, mole, y pancita. Un bar donde las canciones rancheras hablaban del amor a la patria mexicana, a la tierra, al amor y a la muerte misma. Un bar decorado por calaveras, por jarrones de talavera poblana, sombreros de ala ancha y hasta con pistolas de la época de Pancho Villa (quien traía a "Sus dos mujeres en la orilla).

Cuando conocí el concepto del "Bar La Papelera Mexicana", me enamore del ambiente, pues me recordó mi visita a la "Tierra Azteca" para cuando me presenté en el "Club Media Fest México". Y es que en esa presentación conocí a una bella jovencita que me grababa con su celu desde la tercera fila de personas en la zona VIP, chica a la que nunca pude conocer porque yo daba mi show. Ella estaba entre todos los fans y de hecho, al parecer acompañada de su papá. Pero me marcó profundo su belleza y delicadez, cual flor de primavera.

Por fin entramos al multimencionado bar. Mis amigos y yo buscamos un lugar dónde sentarnos para pasarla súper. Encontramos un lugar con mesa redonda y cubierta de tronco de roble barnizada al natural. Por asientos tomamos tres bancos anchos, armados con los troncos de nogal y cojín con plumas de ganso. Había al centro una lámpara colgada desde el techo, con tres velas gruesas color rosa mexicano. Claro que nos pusimos cómodos. El mesero llegó saludando muy amablemente y dispuesto a tomar nuestra orden. Alex pidió una orden de tacos al pastor, Mangel unas flautas de pollo y yo un filete de res a la tampiqueña (con rajas de chile poblano, una enchilada de mole, arroz, guacamole, frijoles con queso y un tamal en hoja de maíz). Todos pedimos unas Yolis para tomar (refrescos de limón helados que originalmente comenzaron a venderse únicamente en Acapulco, según me informaron). El amable mesero tomó la orden y se fue.

Luego de unos minutos llegaron nuestras exquisiteces. Alex, Mangel y yo hablamos de cosas randoms cuando inesperadamente las miradas de buena parte de los tipos dentro del bar se dirigieron hacia la entrada. Muy mona, entró una chica acompañada de dos mujeres más. Justo a la primera se dirigían las miradas. Ciertamente despertó mi apetito visual. Y por lo que darme cuenta, ella me vio por unos segundos, me sonrió y después se volteó. Ciertamente me sonrojé un poco y hasta comencé a tartamudear... Entonces Alex me susurró:
-Tierra llamando a Rubius, Tierra llamando a Rubius.- De repente, reaccioné y le repliqué: -¿Eeh?, ¿qué pasó?- Luego Mangel me respondió: -Pueh eh que te ehtábamos hablando y tú estabah dihtraído en no sé qué cosa tío.- Ooh, lo siento-, dije yo todavía agobiado por la belleza femenina. -Perdonar, es que ando un poco cansado, ya vuelvo.- De modo que fui al bar y me topé de frente con la chica, apartada de sus amigas... Me pregunté en mis adentros qué es lo que debía hacer para atraer su atención absoluta...

Narra Irina:

Iba caminando con mis amigas Lana y Lenay en lo que parecía un arrabal de Madrid. Consternadas por lo bajo que lucían las calles, a la vez de temerosas por la apariencia de la gente, pretendíamos encontrar un bar o restaurante para tomar y comer. Unos minutos después encontramos por fin un pequeño bar de nombre "Bar La Papelera Mexicana"...
Entramos y vi a un chico que me miraba atentamente; estaba con otros dos amigos, así que decidí también verlo por unos segundos. No estaba nada mal🤔... -Hey, Irina concéntrate. Ahora no puedes tener novio, no olvides que acabas de terminar hace unos meses con Jason.- Me dije a mí misma. De modo que lo mínimo que hice fue sonreírle a ese guapo y rubio caballero. Entonces, vi a mis amigas que me esperaban, a fin de escoger en dónde sentarnos. Fuimos a elegir un lugar relativamente apartado de la mayoría de los clientes del establecimiento. Así, pues, a la mesera que nos atendió le ordenamos ensalada y jugo de naranja. Anotó lo que pedimos y se fue.

Minutos después, nos trajo la orden, comimos y comenzamos a hablar de cosas randoms. Unos dos minutos después empecé a mirar nuevamente a ese chico de por instantes... Pero de repente oí que alguien me llama y era Lenay diciéndome:
-¡Tierra llamando a Irina, Tierra llamado a Irina!- A lo que respondí: -¿Mande? ¿Qué pasó?- Participando en la conversación, Lana aduce: -Pues es que te estábamos diciendo que estás un poco distraída. ¿Qué tienes?, ¿te sientes mal?- Ciertamente me sentí pillada por mis amigas y, sonrojada, argüí: -No, todo bien; en unos minutos vuelvo chicas- Entonces fui a la barra y me senté. Aunque luego de unos minutos me sorprendí cuando, de ipso facto, el rubio hermoso estaba poniéndose cómodo junto a mí. Nerviosa a intrigada, me pregunté a mí misma qué estaría haciendo apartado de sus amigos. Pues sucede que luego de unos tres minutos, me empezó a hablar...

Narra Rubius:

Respiré profundo, me armé de valor y, como tres minutos después, le empecé a hablar:

R: Hola.

I: Hola. ¿Y oye te puedo preguntar algo?

R: Claro.

I: Ya que te vi hace unos minutos con tus amigos... Pues quería preguntarte si... es que no te incomoda...

R: -¡Aww, se está poniendo nerviosa!, pensé- ¿Sí?...

I: Pues... ¿Por qué no estás ahora, con ellos?

R: Ah, pues me siento un poco cansado, entonces me vine a relajar un poco... Pero no te preocupes, ya en un rato más voy con ellos...
Ahora.... mmh... *¡quiero averiguar cuál es tu nombre! *

I: Me llamo Irina, ¿y tú?

R: -lindo nombre, pensé- Mi nombre es Rubén, pero para mis amigos... Rubius ;D...
Ahora Irina, me toca preguntarte algo...

I: Ok...

R: Ya que te vi entrar con tus amigas, ¿por qué no estás con ellas ahora?

I: Pues...

Hasta aquí dejo la historia, espero les esté gustando. Hasta pronto.. Chao, guapos. Chao, chicas. P.D Si en verdad les gusta mi trabajo, no dejen de seguirme en Karlis Jordan y en Escenario Jordan, ambos canales de Youtube. Entrevisto a artistas famosos.

~KarlisJordan 💕🦄

Rubirina Reforzada: Enamorándose💖💙 [CANCELADA]Where stories live. Discover now