Compañeros del Crimen

Capítulo 1

Oscuridad, eso fue lo primero que vio. Estaba solo, por completo solo, hacia frio pero no le molestaba. Una brillante luz resplandecía en el cielo, era la Luna.

¿Qué había pasado? Él estaba fuera de sí, sentía como la sangre brotaba de su frente y todo su cuerpo adolorido. Sólo podía escuchar las sirenas de las patrullas de policía y las ambulancias acercándose.

—¡Encontramos a uno! ¡Parece estar vivo!— gritaba uno de los oficiales, encontrando el cuerpo de Jack a unos cuantos metros de donde había sido el accidente.

Los paramédicos lo subieron en una camilla para llevarlo a una ambulancia. Jack poco a poco fue recuperando la conciencia de lo que había pasado. Viajaba con su madre y hermana cuando un conductor imprudente hizo que se salieran del carril, chocando violentamente contra el borde del puente.

Él había salido despedido por una ventana, quedando inconsciente por el impacto. Su madre y hermana no tuvieron tanta suerte.

Lo escuchó de los policías mientras él estaba en la camilla de la ambulancia, su familia había muerto al instante. Jack se cubrió el rostro con su antebrazo, no permitiendo que lo vieran llorar.

—No tiene nada de malo llorar algunas veces— un extraño hombre lo acompañaba, usaba uniforme por lo que intuyó que era un policía.

—Ya no tengo nada más en este mundo, ellas eran la única familia que tenía— pronunció el muchacho entre lágrimas —¿Atraparan al culpable?—.

—El sheriff North hará lo que este en sus manos— respondió el oficial en un tono casi forzado —Pero no confiaría mucho en ese panzón—.

El chico de los ojos azules se limpió las lágrimas reincorporándose sobre la camilla —Entonces, tal parece que ahora estoy solo—.

Dicho oficial, de cabello negro y piel demasiado pálida lo miro fijamente mientras bajaba de la ambulancia —No tienes por qué estar solo, Jack—.

Aquellas palabras lo seguirían por un largo tiempo, y de la persona que las dijo únicamente conoció su apellido 'Black', estaba en su placa de policía. No tenía idea de lo que paso con él, solo se enteró tiempo después de que fue despedido por razones desconocidas.

Jack tenía doce años cuando aquel accidente ocurrió. Fue puesto en una pensión para niños sin hogar, permaneciendo ahí hasta que cumplió la mayoría de edad.

La policía jamás pudo dar con el causante de la muerte de su familia, razón por la que dejo de creer en la ley, y además de eso ocurrió lo que él no quería: Estaba solo.