Ritual

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No se puede escribir de alguien si se fuerza la necesidad,

el prefacio de una mujer efervescente me intimida con solo estar cerca,

me mira, sonríe y deja mis neuronas en punto diez escala de Richter

yo me destruyo y me reconstruyo y vuelvo a pedir ¡réplica! ¡réplica!

mas no me atrevo a hablarle

el recuerdo de una musa que no se ahoga ni en mares de horas

me encuentra vulnerable siempre que quiero dormir

la presencia de una mujer que vino a quedarse delicada como pinceladas al óleo

me mantiene en una angustia asesina

algunas quimeras pasajeras que no reconozco en un solo verso

decepciones, desilusiones, apuestas al caos

una inversión a ciegas nada que perder

nada que ya no esté perdido, digo

un puñado de bellos atardeceres

nada en especial solo aquellos aleatorios

aunque idénticos a pesar de todo.

HuracanesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora