"A los adolescentes... ¿Quién los entiende?"

19 1 0
                                    

"El lugar del alma es donde se tocan el mundo interior y exterior." Novalis.

Adolescencia: etapa de la vida que dura, en nuestra cultura, casi veinte años. La pubertad desde los diez años hasta los trece. La Adolescencia media desde los catorce hasta los dieciocho, y la adolescencia tardía, desde los diecinueve hasta los veintiocho aproximadamente.

Un desafío complejo es definirse en la etapa adolescente. Definir quién "se es" y quién se "quiere ser" es una preocupación porque no encuentra sobre qué modelos elegir. El deseo de realización, ese anhelo de llegar a ser, creando y creándose en una realidad conformada por su interior y en estrecha vinculación con el exterior, su contexto.

Se relaciona con lo manifiesto y lo no-manifiesto, con sus vínculos presentes, pasados y los potenciales. Se debe recordar que el adolescente transita una etapa de cambios, crisis, adaptación, ajuste y sobre todo atraviesa varios duelos. Que tienen que ver con lo nuevo, con la ruptura de una determinada forma de relacionarse, con una reestructuración de su personalidad. Siempre en consonancia y organización respecto al espacio, el tiempo y con los otros. Su esquema corporal también está en proceso de modificación y es sinónimo de representación mental de sí mismo.

Los vínculos con los demás están atravesados por procesos introyectivos y proyectivos. Sus límites son mas extensos que los de su piel, incorporan sus propios objetos como extensiones. Deben adaptarse a la realidad, interpretarla, darle sentido. Constantemente están de manifiesto mecanismos de defensa, que son protectores de la personalidad. Están expuestos al miedo de elegir rápidamente, de detenerse en alguna elección, son fantasías ligadas a ese sentimiento. Comienzan a sentirse autónomos, a orientarse positivamente en cuanto a la realidad poniendo en juego mecanismos adaptativos. Como el pensamiento, el lenguaje, la voluntad, etcétera.

Este es un período donde se reedita la salida de la situación edípica, etapa de duelos, duelo de la omnipotencia, duelo en la creencia de la capacidad de reparación. En este complejo proceso de conformación de la personalidad de los adolescentes, se gesta su identidad. Sobre los grupos, procesos de identificación y sobre su esquema corporal. En su interior reina una gran confusión, respecto a cada situación problemática, en juego con los vínculos con los otros. En base a quién cree que es, será con sus pares, supone una identidad para relacionarse con otros, si permanece en la confusión de quién es realmente en su interior, es porque aún no ha definido las identificaciones introyectivas.

Las identificaciones suceden durante toda la vida, en la etapa de la niñez y adolescencia tienen un carácter defensivo, surgen de la lucha, del conflicto entre distintas opciones. Por eso en todo proceso de elección se deja algo de lado, ese resto implica una carga emotiva de dolor, dolor por lo que se desecha y en relación con lo que se escoge.

Atraviesan un tiempo de desafíos, hacia la autoridad de los adultos, también de riesgos, por los sentimientos de omnipotencia y en muchos casos se evidencia un dejo de desprolijidad o mala conducta. Son manifiestos los cambios corporales y las características sexuales. Los procesos de duelos competen el de su cuerpo infantil, que ha perdido. El del rol e identidad infantil y la idealización de sus padres. Esta etapa de cambios, dinámica también es modificada por procesos de pensamiento, cognitivamente alcanzan el pensamiento formal, abstracto, hipotético-deductivo, donde dan lugar a las teorías y proyecciones hacia el futuro, es la etapa caracterizada por los idealismos.

Socialmente necesitan la separación parental. Debe cortar con la dependencia infantil, adquiere su propia escala de valores, morales y éticos. Es el momento de elegir su carrera y vocación laboral. Las instituciones dejan su impronta, huellas que inciden en la conformación de la personalidad, como la escuela, el club, la iglesia. La calle puede favorecer o entorpecer el desarrollo individual. Hay que promover, facilitar que el adolescente ingrese al mundo adulto, que se inserte. En la actualidad con el modelo familiar en crisis, le genera exclusión, violencia e inseguridad. Lo que también le dificultará la elección de identificaciones.

Nadie puede existir en soledad, sino que se constituye con los otros, en interacción permanente. Se necesita el reconocimiento, la distinción, solo así se puede existir socialmente. Por eso la identidad contiene elementos sociales e individuales. Pertenecer a un grupo social, a una etnia, lugar de residencia, a una determinada franja etárea, y tener definición de género, harán de cada adolescente el andamiaje para la conformación de su identidad. Con características propias de personalidad, carácter, gusto en consumos, estilo de vida, red de relaciones, es decir que fomentará la trayectoria de su biografía personal mas profunda y particularizada.

La identidad es una identidad de "espejo", cómo me veo, y como me ven los demás. Los adolescentes necesitan ser percibidos, como únicos y diferentes. Todos luchan por ese reconocimiento, por definirse, a pesar de lo que los demás intentan coercitivamente imponerles. Por eso toda conformación identitaria es el resultado de la negociación, del interjuego de lo interno, con lo externo, lo privado con lo público.

Aberastury, A. y otros, "Adolescencia y psicopatía". Buenos Aires. Paidós. (1966)

Kleim, Melanie. "El psicoanálisi de niños". Buenos Aires. Hormé. (1964)

Bohovlasky, Rodolfo. "Orientación vocacional". Nueva visión. (1968)

Maghi Onteim

Ishá.Where stories live. Discover now