➤ G h o s t . 「Yoonkook +18」

♟. Comienzo

“Tener una vida.”

Me quede lejos de tener una, mis padres habían tomado la clara decisión de mudarnos alejándome de mis amigos, familiares e inclusive de mi propia platónica, aquella chica de cabello azabache a la cual nunca tuve la oportunidad de preguntarle su nombre y confesarle mis sentimientos por ella, la vergüenza de siquiera ser capaz de saludarla siempre arruinaba mis intentos de valentía, de igual forma lejos estaba de poder ser tomado en cuenta por ella.

Antiguamente me consideraba un don nadie en el mundo, incluso me interrogaba demasiadas veces el ¿porqué nací? ¿cuál es el propósito de venir al mundo? si todo se basa en un mecanismo sobre cumplir deberes y obligaciones, donde si uno forja sus propios valores ante la sociedad es mal visto y juzgado como “malos hábitos” a la sociedad de hoy en día como la de nuestros ante pasados le falta altruirse y salir del tabú, donde dar tu punto de opinión no sea considerado malo, dicen que somos “libres” pero es una vil patraña, todos seguimos reglas, quizá no tan directamente o que estén a la vista pero debemos seguir reglas, un claro ejemplo de ello es el tener que trabajar para poder comer, vestir y calzar.

¿Quieres una vida de rey? “estudia y superate.”

Mecanismo, mecanismo, mecanismo.

–¡Hey imbécil!–.

–¡¿Qué quieres?!–.

–En lugar de permanecer aquí en tu cuarto encerrado como un puto asocial deberías estar a bajo recibiendo con una falsa sonrisa a nuestros vecinos–.

–No quiero, no me puedes obligar a ello–.

–¡¿Qué dijiste?! ¿Acaso se te olvido que soy tu puto hermano mayor–.

–Dije que no quie...–

Detestaba cuando mi hermano se atrevía a levantarme la mano, claro todo esto era a ocultas de mi madre, siempre me pregunte ¿porqué tanto odio hacia mi persona? ¿porqué nunca me trato con afecto? ¿realmente llegue a joder su vida? tal y como siempre me lo ha dicho hasta el agotamiento, estoy tan casado de esta rutina, desearía simplemente desaparecer y no volver nunca.

–Seca esas putas lágrimas que te hacen ver como un completo maricón–.

Obedecí a su orden, conforme bajábamos escaleras a bajo fui retirando todo rastro de lágrimas en mi rostro, nunca quise ser una carga para mi familia y mis padres no merecían un desaire de mi parte después de todo quería ser un hijo ejemplar aunque internamente guardaba muchas cosas.

–¡Llegamos!–.

–Que bueno TaeTae, oh... espera Kookie ¿te encuentras bien? ¿te paso algo?–.

–Él esta bien, ¿verdad?–.

Dio un leve empujón para que hablara rápido, mientras madre nos escaneaba con la mirada en especial a mi, tratando de averiguar si lo que decía mi hermano mayor era verdad.

–Si–.

–Tae ven aquí, debemos hablar seriamente, mientras tú Kookie termina de servir el café a los señores Park, por favor–.