One-shot Damie

Cuando las apuestas se ponen interesantes

La puerta del ascensor se cerró tras de ellos y quedaron ambos parados en el centro del ático que Jamie tenía por casa.

Él fue el primero en avanzar, así que sacándose la chaqueta del traje y lanzándola a un sofá cercano, se giró hacia Dakota que lo miraba expectante.

Cada vez que estaba cerca de esa mujer su cerebro dejaba de actuar con normalidad y volvía a ser un adolescente con arranques hormonales que solo pensaba en el cuerpo femenino.

Lo cautivaba, lo tenía completamente hechizado.

Y que lo partiera un rayo si se atrevía a decir que a él no le encantaba.

-¿Vas a quedarte parada ahí o vas a pagar tu apuesta, Johnson?- dijo rompiendo el silencio que se había instalado entre ambos.

La verdad es que si Dakota y él se encontraban en ese instante bajo su techo, en esa intimidad, era porque ella había perdido una apuesta.

Y como Jamie es un hombre de palabra, y sabía que ella también, apostó algo que llevaba deseando desde hace varios meses.

Dakota en su casa, en su cama, en sus brazos mientras él le hacía el amor.

La puesta fue bastante sencilla. Trataba básicamente de lo siguiente: el que perdiera la partida de billar que jugaron aquella tarde debía hacer lo que el otro quisiese.

Y Jamie ganó.

Porque la quería para él. Al menos por una noche. Por ahora.

Aunque seguía sin creer que ella hubiese aceptado.

Jamie salió de sus pensamientos cuando se percató que Dakota había abierto todos los botones delanteros de su chaquetón largo y lo había dejado caer formando un bulto detrás de sus piernas.

Estaba solo utilizando un conjunto rojo de encaje, y Jamie estaba a punto de arrodillarse frente a ella y decirle que estaba a su merced.

Pero se contuvo, porque sabía que todo se ponía mejor.

Los delicados y largos dedos de las manos de Dakota bajaron hasta sus caderas para engancharse en los costados de su tanguita de encaje y bajarlas de un solo tirón hasta que cayeron por sus tobillos y ella las levanto y las tomó entre sus manos.

Jamie tenía que asumir que ella era la cosa más preciosa que sus ojos alguna vez vieron. Era perfecta.

Sus ojos se clavaron en sus dedos mientras ella jugueteaba con el tanguita de encaje. Dakota movió un poco una rodilla para que tuviera una vista mejor de ella en todo su esplendor.

Jamie no podía creer lo que estaba viendo. Todo comenzó como una simple apuesta y ahora tenía a Dakota sin braguitas y una gran vista a su entrepierna frente a sus ojos.

Decir que estaba anonadado era poco. Dakota siempre lograba sorprenderlo.

Pensó que al decirle lo que tenía que hacer al pagar su parte del trato, ella se sonrojaría, huiría, o peor aún: le estamparía la mano contra la mejilla.

Pero nada de eso sucedió.

Porque como dijo Jamie antes: Dakota era una mujer de palabra.

Y ahora la tenía abierta de piernas solo para él. Estaba en el cielo.

Lentamente la recorrió con la vista desde la punta de los dedos del pie hasta sus hermosos ojos azules que lo miraban expectante.

El color en sus mejillas y la manera en que se mojó los labios con la lengua, le hicieron saber que Dakota estaba disfrutando todo esto.

Le gustaba.

Y esperaba que le encendiera que fuera él quién estuviese al frente.

-¿En qué piensas? - Jamie decidió preguntar antes de hacer algo estúpido como saltarle encima y sentirla en su boca él mismo.

Dakota tomó un poco de aire y juntó las piernas antes de hablar. Le dolió saber que su entrepierna ya no estaba cien porciento a su vista, pero lo dejaría pasar.

-¿La verdad? - preguntó ella con duda en la voz mientras jugueteaba con sus braguitas en las manos.

-Yo siempre quiero la verdad de ti, cariño.

-Okey...- Dak cambió su peso de un pie al otro y Jamie estuvo a punto de perder la cordura al notar como se balancearon sus senos por ese ligero movimiento.- Pienso en que sería bastante satisfactorio y erótico verte a ti entre mis piernas mientras tu lengua me vuelve loca.

Ésta mujer siempre lograba sorprenderlo. Era la única que lograba tal efecto en él, por eso la amaba con todo su corazón.

Aunque ella no lo supiera aún.

Le sonrió lentamente mientras se acercaba a ella y encerraba su cintura con un brazo. Dakota aguantó la respiración mientras miraba fijamente sus labios.

-¿Quién soy yo para negarte semejante deseo? Lo quieres y me tienes, cariño.

Y bajando su boca a la de ella, se fundieron en un beso lleno de erotismo y promesas.

Promesas sobre cómo trabajaría su lengua en otro lugar que no fuera su boca.

Por Dakota sería capaz de bajar a pelear en el mismo infierno, pero si lo que ella quería era que la hiciera perderse de placer con su lengua, él jodidamente lo haría.

Oh sí, por supuesto que lo haría.

Unos minutos más tarde, pero lo haría.

Y terminando ese deseo, pretendía cumplir los propios, como recorrerla completa con la boca, desde la punta de los dedos hasta el cabello.

O oírla gemir su nombre mientras se perdía en el mundo del placer, o ver como lo cabalgaba mientras le pedía más.

Oh sí, por supuesto que Jamie se cobraría también sus deseos.

Pero el principal de todos ellos siempre sería que ella llegara a amarlo con la misma intensidad con la que él la ama a ella.

Esperaba que con éste primer paso las cosas entre ellos pasaran a otro nivel. Estaba seguro que Dakota sentía algo parecido por él, y Jamie después de ésta noche removería cielo, mar y tierra para verla convertida en su novia.

Y quién sabe, quizá en el futuro, verla convertida en la señora Dornan.

Jamie sonrió en medio del beso por aquel pensamiento, claro que lo lograría. Él siempre lograba todo lo que quería.

Y a Dakota la quería más que al mismo aire que respiraba.

Por primera vez se alegró de apostar con alguien, porque ésta fue la mejor apuesta que pudo hacer en su vida.

Dakota.

Él.

Y nadie más.

La perfección pura.

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I'M BACK, BITCHES!

Les traigo un shot calientito del horno jajajaja espero que les guste, hace tiempo no escribía un shot independiente de las historias 😂

Enjoooooooy!

Nos leemos pronto por estos lados ;)

PD: ¿VIERON EL TEASER? JESUH SANTOH, JUE HERMOSO 😭❤️