Capítulo 7: Party

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La fiesta la realizaba un amigo de Damián. Al parecer estaba todo en su máximo esplendor. Mucha gente bebía y se reía a carcajadas. Por otro lado, habían unos chicos que necesitaban urgentemente una habitación. 

Damián me guió hasta uno de los sillones que se encontraba en un rincón de una habitación. Me senté a lo que Damion me observó antes de preguntar:

-¿Quieres beber algo?-Preguntó. ¡Eso era! Si bebia podría decirle mejor las cosas y lo más probable era que la verguenza que podría llegar a sentir se esfumara sin más.

-Claro-Sonreí.

-¿Vodka?-Me preguntó nuevamente por sobre la música que escuchaba bastante fuerte. Asentí rápidamente, cualquier cosa que me ayudara a hablar con él, estaba bien.

Él se marchó y yo me quedé observando como algunos bailaban y como un grupo de chicos morian de la risa. 

Al rato llegó Damián, quien me entregó el vaso y se sentó a mi lado.

Probé el primer sorbo, se sentía raro el sabor, pero daba igual. Ese primer vaso luego se transformó en el segundo, luego tercero, luego cuarto hasta que perdí al cuenta. Ambos nos encontrábamos riendo de cualquier estupidez. Cosa que decía uno el otro explotaba de la risa. Me lo estaba pasando bastante bien.

-¿Te dije que te ves hermosa?-Preguntó por sobre la musica.

-Si- Asentí y comencé a reír como desquiciada, siendo seguida por él.

-¿Quieres bailar?-Me preguntó a lo que yo asentí rápidamente y lo tomé de una mano dirigiéndonos a uno de los lugares donde estaban otras personas bailando.

Las canciones eran bastante movidas, y me sorprendí de mi misma moviendo las caderas al ritmo de la música de una manera muy impresionante. Damián solo sonreía sosteniendo mis caderas tratando de guiar mis pasos. El alcohol hacia estragos en mi cuerpo, y yo no quería parar. La estaba pasando muy bien, miraba a Damián con su sonrisa y él me sostenía la mirada, Ambos estábamos muy cerca del otro. Toqué su abdomen por sobre su polera, era marcado. Estaba en mejor estado físico que antes y eso me hacia sentir algo extraña en mi cuerpo. Sonreía como idiota y mucho mas aun cuando él se apego mas a mi, haciendo que yo subiera mis brazos a su cuello aun moviéndonos con la música.

Sus ojos azules destellantes me miraban, y yo me sentía volar. Sus mejillas coloradas al igual que las mías debido al calor del ambiente. Su aspecto era bastante sensual, y yo sentía como mi cuerpo estaba completamente revolucionado. No despegamos la mirada del otro, y mi mente se despejo completamente cuando vi como se acercaba lentamente a mi. 

¿Va a besarme? Me pregunté. 

La verdad quería que  lo hiciera, sentía esa necesidad luego de ver sus labios que se apreciaban muy apetitosos.

Quería dejarme llevar, lo juro. Pero una pequeña niña vino a mi mente, y eso fue lo que hizo que entrara en razón. Me di cuenta de por que había ido con Damián y cual era mi objetivo.

Su aliento chocó contra mi boca, haciendo que las revoluciones de mi cuerpo explotaran. Me arme de valor para dejar mis deseos de lado, para poder rechazar ese ansiado beso. Giré mi cara hacia un lado dejando a Damián mirándome expectante.

-Lo siento...-Dije cabizbaja, tampoco me gustaba dejarlo así, siendo que yo igual memoria de ganas de besarle y comérmelo entero.

Él me observó unos minutos y luego sonrió. Se acercó a mi besando mi frente. Un gesto bastante dulce según yo. Que fue suficiente para hacerme volar por unos segundos.

-¿Quieres ir afuera?-Preguntó a lo que yo asentí. Salimos al jardín de la casa, el aire tocó mi cuerpo refrescandome. Dentro el calor se estaba volviendo insoportable.

Nos sentamos en el suelo, el alcohol corría por mis venas y era el momento perfecto para bombardear con preguntas al chico que tenia a mi lado. Y él, en el mismo estado que yo, parecía dispuesto a responder todo.

-¿Por qué me dejaste, Damián?- Así de directa fui, sin anestesia- Siempre te di todo, ¿Tan mala novia fui?-Su rostro se tensó por un momento y luego de unos minutos suspiró pesadamente.

-Nunca fuiste mala novia, Alex. Siempre pensé que era perfecta para mí.- Me miró a los ojos directamente cuando dijo lo ultimo. 

-¿Entonces? ¿Era muy aburrida? ¿No me amabas lo suficiente?-Pregunté de nuevo, necesitaba saberlo con desesperación. No calmaría ninguna de mis preguntas ahora.

-Nunca te encontré aburrida, y nunca ame a nadie como te ame a ti.-Respondió.

¿Eso significaba que ya no sentía nada por mi?

Por un momento tuve la leve esperanza de que recordaba lo felices que fuimos juntos. Pero él lo dijo: "Me amó". O sea que ahora ya no quedaba nada.

Eres tonta, Alex.

Solo a mi se me ocurre fantasear de esa manera, ¿quería sinceridad? Pues la había obtenido.

Por dios, habían pasado cuatro años ya. Era demasiado tiempo. Lo suficiente como para olvidar a una persona.

-Aun no entiendo por que me cambiaste...-Pregunté tratando de olvidar el dolor de mi corazón.

-No te cambié, Alex. Solo ocurrieron cosas que me obligaron a hacer lo que hice.-Me explicó, pero no entendí nada.

-Cuéntame que fue lo que te hizo cambiar.-Le supliqué con la mirada.

-No se si deba...-Añadió. ¿Por que se hacia de rogar? Maldito, ¿por que me dejaba con las dudas?

-Yo te escuchare, Damián.-Le dije para que se sincerara conmigo.

-Esta bien, te contaré lo que ocurrió...-Finalmente, al fin sabría con detalles que ocurrió. Damián estaba a punto de decir sus primera palabras cuando una voz bastante conocida por mi llegó a mis oídos. Se me retorció el estomago ya que hace mucho tiempo que no la escuchaba.

-¡Miren que tenemos aquí!- Esa estúpida voz que estaba pegada a mi, chillona como siempre.

-¿Maily?-Pregunto Damián igual de sorprendido que yo.- ¿Que haces aquí?

-¿Te olvidas que la persona que da esta fiesta es un intimo amigo mio?-Respondí la muy descarada.

-¿Tú sabias que ella estaría aquí?-Pregunté bastantemente enojada, sentía que me daría un tic nervioso.

-No-Respondió rápidamente levantándose del suelo. Yo lo seguí.

-Oh, Damián. Dile que nunca me olvidaste- ¿La maldita quería provocarme? Pues lo estaba logrando.

-¿Por que no te vas?-Dije encarándola. Ya me había hecho bastante daño.

-¡Por favor, Alex! !Damián nunca te amo! Por esa razón se marchó conmigo! ¿no le iras a creer de nuevo, o si?-Añadió. Mi corazón se rompió, casi igual como cuando Damián se marchó de mi lado. 

Pero Maily tenia razón. Él se había ido una vez, con ella. ¿Por que volvería ahora?

Todas mis ilusiones eran tontas. ¿De verdad pensé en tener algo con el nuevamente?

Porque aunque me costara admitirlo, lo pensé en algún momento. 

Dicen que la verdad duele, pero es mejor saberla. Y todo lo que decía Maily era verdad. Si Damián me hubiera querido no se hubiera marchado, nada seria como todo es ahora. 

Yo tenia a mi Loretta y esa noche llegue a la conclusión de que debía dejarlo así. Quizás mi hija no se merecía a un padre como Damián. No. Por ningún motivo dejaría que Loretta viviera esas cosas en su niñez.  Y ademas, no correría el riesgo de que mi hija conociera a esa rubia barata por ningún motivo. 

Salí lo mas rápido que pude de allí con mi corazón destrozado. Cualquier rastro de alcohol que probablemente tenia en mi cuerpo se desvaneció por las emociones de la ultima hora. Ignore los gritos de Damián los cuales rogaban que volvieran, pero yo no me doblegaría.

Ya no.




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