Capítulo 8

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Ha transcurrido una semana desde que me aleje de él, y no sé si fue la mejor decisión. Aun no sé porque lo extraño tanto, si hubiera accedido a sus caprichos de pasar solo una noche con él, en este momento lo extrañaría todavía más.

—¿Tita cómo me veo? –Me pregunta Luz sacándome de mi mente.

Estamos en su habitación arreglándola para su fiesta de cumpleaños. Se acaba de poner el vestido que mi tía le obsequio, y se ve muy hermosa.

—Como toda una princesa.
—Gracias tita.

Bajamos para que la vean mis tíos. Llegamos a la sala y los encontramos allí, y sus rostros lo dicen todo.

—¡Hija te ves hermosa! –Le dicen al unánime mis tíos con alegría.
—Gracias.

Mis tíos miran a Luz con tanto amor, que no sé porque comienzo a sentirme un poco incómoda.

Sientes eso, porque te hubiera gustado que tu familia fuera así.

Cierto, pero no por parte de mi padre, porque él fue un hombre excepcional.

¿Lo dices por Fiona?

A pesar de todo, me hubiera gustado que ella fuera como mi tía Teresa.

Tenlo por seguro, que todo sería distinto.

Pero luego veo estos momentos, y le doy gracias a la divina providencia, de darme la oportunidad de volver a creer en la familia.

—Cariño ¿estás bien? –Dice mi tía.

Su pregunta me saca de mi mente, y es cuando me doy cuenta que no pude contener mis lágrimas.

—Si, solo que este momento es muy hermoso. –Le respondo secando mis lágrimas.
—Y ten por seguro que no sería lo mismo –Ella se acerca y roza mi mejilla–.  Si tú no está en él.

Coloco mi mano sobre la de ella.

—Gracias por todo.
—No hay nada que agradecer…

Habiendo pasado más de 6 horas, hemos terminado con los preparativos de la fiesta.
Andrea ha asistido también y me recuerda que envió a Nicholas las ideas para el salón de música.

Y el solo hecho de escuchar su nombre hace que mi cuerpo comience a temblar de excitación, y en mi mente solo puedo escuchar esa frase tan suya, “la piel es de quien la eriza”, vagos recuerdos vienen a mi mente de aquel sueño…

Por Dios Isa, deja de pensar en eso. Me digo a mi misma.

La mañana siguiente luego de aquella noche tan desconcertante, después de aquel baile tan maravilloso, y esa amarga propuesta. Fui a su academia para mostrarle los diseños, y me enteré que se había ido de viaje un par de semanas, saber eso me enojó, y mi mente comienza a jugarme una mala pasada, ¿será que esta con la rubia despampanante? Pero deseché la idea, porque ante todo debo ser una profesional, fui varios días y deje de ir porque ya tenía lo necesario, para comenzar a trabajar.

—Perfecto Andrea, pero ahora no hablemos de trabajo disfrutemos la fiesta de Luz. –Le digo levantando mi copa en señal de salud.
—Así será jefa. –Exclama ella con cierta diversión.

Escucho el timbre sonar.

—Tranquila tía yo abro. –Digo acercándome a la puerta.

Al abrir quedo pasmada y siento que el mundo se detiene, Nicholas parado en la entrada de la casa de mis tíos, no puedo creerlo ¿Qué hace aquí?

Creí que regresaba en un par de semanas. Está más guapo que nunca,  ese cabello alborotado, su camiseta negra ceñida al cuerpo, y sus Jeans desgastados, hacen que lo vuelva a desear. Y por su cara se que él también se alegra de verme. Pero de repente esa alegría desaparece, para darle paso a la máscara de hielo. Vaya, el señor frío ha vuelto.

Destino ¿Te atreverías a creer en él?Where stories live. Discover now