El fugitivo

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Kouki había bajado de su habitación al pequeño almacén que había a la entrada del hotel. Se había puesto una gorra que tapaba su rostro de las cámaras y cada vez que caminaba, lo hacía con la mirada gacha, como si fuera celebridad escapando de los paparazzi.

– Aquí está tu encargo, chico –dijo la mujer que atendía la tienda.

– Gracias –respondió el castaño entregándole una gran suma de dinero a la mujer a cambio de su silencio.

Se marchó mientras desenvolvía el paquete envuelto como si se tratara de un gran regalo, sin embargo era algo totalmente mundano: un teléfono celular. Se deshizo de la caja y lo demás que no le servía, para luego ensamblar el aparato y proceder a utilizarlo. Una vez listo, marcó el número que había memorizado de la guía telefónica y esperó hasta que alguien contestó.

– Abogado Brandon Flemming –dijo un hombre con seriedad.

– He visto su caso en los noticieros –soltó Furi sin siquiera presentarse– Quiero decirle que puede contar con mi ayuda.

– Gracias, chico, pero no tengo tiempo para bromas de niños –tajó el hombre y cortó la comunicación sin despedirse.

Kouki se encogió de hombros con desinterés y tachó el nombre de su lista mental. Supuso que ese tal Brandon era demasiado adinerado como para tener la humildad de pedir ayuda.

Marcó un segundo número y después de un par de tonos, la voz de una mujer se escuchó del otro lado.

– ¿Hablo con la señora Catherine Thomas? –dijo la voz del castaño sonando un poco dudosa y tímida.

– Sí, con ella, ¿Quién es? –respondió la mujer un poco desconfiada, después de todo se trataba de un número desconocido.

– Soy la persona que podría ayudarla con lo que acaba de ocurrirle a su familia –Kouki tenía la imperiosa necesidad de fumar un cigarrillo, por lo tanto salió del hotel, se apoyó en una de las paredes de concreto y se camufló entre las sombras, lo único que era visible, era la luz naranjo fuego del cigarro– Sé que están pasando por un momento bastante difícil, tratando de salir adelante luego de la muerte su esposo, que trataba con mafiosos, y también sé que los están buscando para que pague la deuda. Quieren reclutar a su hijo de diecisiete años como pago... ¿Qué planea hacer?

– ¿Q-Quién...? ¿Cómo sabe todo aquello? Si me quiere chantajear, no tengo nada que vaya a querer, déjenos en paz.

– Catherine... –le dio una calada a su cigarro y esperó unos segundos a que el humo llegara a sus pulmones– "El escudo protector se levantará y te protegerá sin importar qué tan dura sea la batalla..."

– ... –se escuchó un sonido ahogado y luego lo que sonó como un llanto– "Y ascenderá en poder, sin importar el enemigo, para proteger al desprevenido y luchar ante la injusticia"... no puedo creerlo, eres tú, el hombre del que tantas veces he escuchado hablar... eres el que ayuda desde las sombras.

– Bueno... sí, esa es una forma de decirlo –Kouki soltó una risita al ver qué tan alto era el título que tenía– Al menos te sabías una frase, hubiera sido vergonzoso que no me siguieras la corriente.

– Todas las personas conocen las frases que dejaste a algunos, se esparcieron por todos lados a la espera de algún día ser usadas.

– Las cosas están más difíciles en estos tiempos, no puedo contactar a tantos, de otra forma puede ser peligroso –suspiró el joven– Sin embargo, hoy es usted quien tiene mis servicios. Por favor acépteme como su guardián por un par de días hasta que arregle el asunto.

– ¡No hay más qué decir! –exclamó la mujer con lágrimas de alivio corriendo por sus mejillas– Prepararé el mejor banquete para usted...

#2 Persiguiéndote... para matarte [AkaFuri] KNBWhere stories live. Discover now