Esto no está prohibido... (ChicaxChica)

Te protegeré

Al volver a la escuela lo primero que vi fue a Sabrina en la puerta. Parecía que me esperaba, pero estaba dando la espalda y distraída por un libro que tenía en sus manos, no pude notar muy bien de qué trataba. De un segundo a otro noté como Jade se acercaba de forma amenazante junto con otras dos chicas que iban con ella, una en la izquierda y otra a la derecha. La de la izquierda era de piel pálida, con una figura muy bien cuidada, ojos color café tirando a naranja y cabello negro a la altura de su cuello. En cuanto a la derecha, una morena con ojos tan oscuros como la noche, cabello semi ondulado que llegaba hasta mas abajo de sus hombros y también con una figura bien cuidada. Me daba algo de envidia, pues no era exactamente como ellas refiriéndose a la figura, no era gorda en extremo, pero si era rellenita, no mucho, pero lo era.

Al ver que la rubia y sus acompañantes se colocaron frente a Sabrina y le arrebataron su libro mi cuerpo se tensó rápidamente

—Vaya, una tomboy... No creí que chicas como tú fueran así de aburridas como para leer sin siquiera haber comenzado las clases— comentó la rubia mientras sonreía de una forma amenazante y coqueta. Sabrina no hizo comentario alguno, pero podía ver cómo en su rostro se formaba una ligera expresión de tristeza mezclado con nervios.

Sin pensarlo dos veces me acerqué a ellas y le arrebaté el libro a Jade de sus manos para mirarla con enojo

—Jade, métete conmigo todo lo que quieras... Pero a ella la dejas en paz o te juro que lo que no hice de pequeña lo haré ahora...— dije de forma amenazante y protectora. Sabrina me miraba con sorpresa mientras que las otras tres me miraban un poco frustradas. Podía parecer intimidante cuando me lo proponía, y en este caso me lo proponía bastante.

La rubia soltó un suspiro y se dio la vuelta para empezar a caminar sin decir una sola palabra

Si que me lucí esta vez..

Me volteé a ver a la pelinegra y devolví el libro en sus manos

—Gracias, Amanda... Y lamento que tuvieras que molestarte... —comento mi contraria con voz de niña pequeña. Me pareció tierno

¿Que coño estoy diciendo?

—No hay problema, Sabrina... Siempre te protegeré —al decir esas palabras un rubor en mis mejillas logró aparecerse

Qué lindo, Amanda, asusta a la chica...

Sólo quería ser amable

Discutí mentalmente con una vocecita en mi cabeza

(...)

Después de las primeras clases, Sabrina y yo nos sentamos a comer juntas mientras hablábamos.

De un momento a otro un chico bajo pero no al punto de ser un hobit se nos acercó. Tenía cabello largo en un color negro brillante que provocaba acariciar, pues se veía de lo más suave, lentes azules, piel pálida, ojos en un color café oscuro y dos lunares cerca de su boca se nos acercó con una sonrisa amable y nos saludó de igual forma. Nosotras respondimos igual.

—¿Quisieran ir a los quince años de mi prima? Ella es de su sección, su nombre es Kyat—dijo entregándonos una dirección a la cual daba a la fiesta— Será algo muy divertido — agregó de una forma amable. Me agradaba. Yo miré a Sabrina y después la dirección

—Yo... Bueno, no soy mucho de fiestas... Pero si tú vas yo voy— comenté con una sonrisa. No me agradaba la idea de usar un vestido, maquillarme y mucho menos usar tacones, pero sería divertido convivir con Sabrina en una fiesta