Mi Obsesión (R.D.J)

capítulo 56

Narrador.

sale de casa, caminando sin rumbo con sus mejillas húmedas, que cada segundo que pasaba se mojaban mas. La vista la tenia nublada, sus ojos estaban en un mar de lágrimas.

Si tan solo hubiera sabido que eran hermanos, las cosas serían diferentes, tal vez el hubiera evitado enamorarse de ella, pero no puede negar que a su lado paso momentos que no olvidara aun que tenga que hacerlo.

suspiraba profundamente intentando calmarse y no llamar la atención de las personas, camino a un bar que había visto a lo lejos, entro y se sentó en la barra pidiendo un whisky.

Uno tras otro, su llanto no cesaba, seguía sintiéndose una basura, la necesitaba, necesitaba tenerla en sus brazos y abrazarla con todas sus fuerzas, decirle cuanto la ama, lo mucho que la extraña, y que apesar de lo prohibido que sea su relación, estar ahí, cuidarla, ser ese hermano mayor que debió haber sido desde un principio.

-¿Robert?- pregunta una voz conocida frente a el. Alza la mirada y se encuentra con el rubio.

-Chris, hola- responde apenas audible, y con una leve sonrisa.

-demonios, te ves horrible, ¿estas bien?- se acerca.

Niega cabizbajo y comienza a llorar de nuevo.

-oh amigo, ¿que te paso?- lo abraza.

-no volveré a verla- solloza en su pecho.

-¿a quien?- mira la maleta. -¿y esto?-

-me corrieron, no tengo a donde ir, no veré de nuevo a Emiliana- llora con mas fuerza y el lo abrasa de forma protectora.

-oye, tranquilo, en media hora termino mi turno a qui, y puedes venir a casa conmigo okey?, tranquilo- lo mira. -ven, siéntate acá- lo jala dentro de la barra y lo sienta. -estate aquí, calladito y tranquilito, me dare prisa para poder irnos- alborota su cabello.

Robert con su mirada perdida se queda sentado, con sus codos sobre sus rodillas. Y su rostro en sus manos, no lloraba, no pensaba nada, su vista se concentraba en una sola dirección y de ahí no pasaba, su vista se distorcionaba.

-vamos- hablo el rubio tocando el hombro de su amigo.

El se levanta y toma sus cosas y camina a la entrada, seguido de su amigo, quien lo guía a un coche blanco, le ofrece para que suba y este accede, poniendo la maleta en el asiento trasero.

-gracias por esto Chris- dice cabizbajo.

-no hay por que, eres mi mejor amigo, nunca dejaste de serlo- sonríe.

El devuelve la sonrisa y continúan el camino en silencio.
El coche es estacionado frente una casa pequeña de dos plantas, iluminada, no lujoso pero muy bonita.

-¿a qui vives?- pregunta Robert sorprendido.

-si- sonríe.

-viejo, no quiero darle problemas a tu madre- lo mira triste.

Ríe. -¿mi madre? Robert, ya no vivo con mi madre-

-¿a no?- alza una ceja.

-vivo con mi novia- Robert lo mira confundido. -te fuiste antes y no la conociste, te va a agradar, es una chica muy linda y muy buena persona- explica mientras camina y es seguido por el castaño.

Llegan a la puerta y este abre con su llave.
-¿amor?- grita quitándose la sudadera.

-en la cocina- grita una voz femenil.

Evans le hace la seña a Robert para que lo siga, el obedece y entra a la cocina siguiéndolo, observando a una mujer de cabello lacio y castaño, muy bonita, quien voltea a ver a Evans y le da un beso.