Capítulo 11: Perdón

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Estuvimos en un restaurante bien bueno de comida china estuvimos riendo y disfrutando de una buena comida junto a una buena compañía. Das se sentó frente a mi y en todo momento sentí su mirada sobre mi, yo solo fingí no darme cuenta.

- vendrás a vernos mañana en la tarde? - me preguntó Ted emocionado. Junte mis labios en una fina linea y negué

- debo trabajar, lo lamento - todos hicieron muecas de pena

- cuánto días trabajas a la semana? No estás cansada?

- no hablemos de eso ahora, disfrutemos el momento - les guiñe un ojo y éstos rieron.

A eso de las siete de la tarde salimos del restaurante cada uno a su casa, yo me fui a la mía con Das, pero no imaginen mal pues solo fue a dejarme.

- no me gusta la idea de que trabajes tanto - comenzó Das con sus manos apretadas al volante - cásate conmigo y jamás dejaré que te agotes, solo cuando hagamos el amor - reí por lo último haciéndolo reír - hablando enserio. Ya lo dije antes, solo te pido que estés junto a mi y yo me encargaré de todo lo demás, pagaré tus estudios y todo lo que necesites -

- no sabes cuan tentadora es tu propuesta. Sin embargo el matrimonio es algo tan sagrado e importante que para mi no es una decisión que se toma a la ligera - su mirada estaba atenta en el camino con un semblante serio - estás molesto?

- no - contestó cortante, definitivamente está molesto

- no te daré una cátedra de porqué no lo haré, solo espero que comprendas mi punto de vista

- tu punto de vista? Y cual es según tú?

- cuando te casas es porque amas a alguien y quieres estar con esa persona para el resto de tu vida, conociendo sus defectos y virtudes y como puedes hacerlo? Saliendo con esa persona, conociéndola tal cuál es no por un simple capricho

- quieres decir que soy caprichoso? Un hijo de papá? - rodé mis ojos frustrada - respóndeme, te escucho -

- mira Tony... - me di cuenta de lo que dije después, cuando la expresión de Das cambió a furia - Dastan, perdón, Dastan -

- mejor no sigas. No estoy de humor para escucharte

Es una broma? De verdad se va a poner en ese plan? Bueno, debí suponerlo desde que me dijo que era una zorra, si te gusta alguien no lo tratas de esa forma, al contrario, tratas de ganarte el amor de el o ella.

Llegamos a mi casa y luego de un seco adiós bajé y entré. Dejé mi mochila en la habitación junto con las flores y bajé por un jarrón con agua para ponerlas.

Las acomodé en mi mesita de noche, se ven hermosas.

Me cambié de ropa por algo mas holgado y unas zapatillas cómodas y comencé a ordenar un poco.

(...)

- koto, son las ocho treinta, ve antes que se haga mas tarde - vi la hora en el reloj y efectivamente, eran las ocho treinta. Dejé listo el último plato y salí corriendo a los camarines.

Me cambié de ropa y pasando por la cocina me despedí de todos y mas rápida que la luz llegué al paradero.

El estacionamiento estaba repleto, las calles llena de autos estacionados y el ruido del gimnasio fuertísimo. Había gente con refrescos y cervezas por todos lados, parecía fiesta. Una bocina anunció el comienzo del partido y me apresuré a ir al gimnasio. Ya casi no habían lugares por lo que me acomodé de pié junto a las gradas.

El partido no lleva mas de quince minutos y ya está perdiendo. Lo supuse, son pésimos - hey!! Yo a ti te conozco - extrañada volteé con una ceja enarcada

30 Desayunos Contigo. Where stories live. Discover now