Creía que estaba a salvo contigo.
Que siempre ibas a acariciarme de esa manera, en silencio, con tus ojos fijos en los míos.
Que siempre ibas a mirarme así.
Que nunca me romperías.
XXVII
Creía que estaba a salvo contigo.
Que siempre ibas a acariciarme de esa manera, en silencio, con tus ojos fijos en los míos.
Que siempre ibas a mirarme así.
Que nunca me romperías.