TÚ

Chapter 4

Me desperté pero ya no estaba entre los brazos de Ed. Escuche el agua de la ducha apagarse y supe que se estaba bañando, por un momento pensé que lo había pateado hasta dejarlo en el suelo. Iba a salir Edward del baño por lo que me hice la dormida y cerré los ojos de nuevo. Oí como se abría la puerta del baño y solo para saber si Ed traía algo puesto, medio abrí los ojos y gracias a Dios, si traía.
Seria algo extremadamente raro verlo sin, ya saben, sin ropa.

Tenía unos pants de ejercicio y una toalla alrededor de su cuello. Puede que mientras estaba dormida, él fue ha ejercitarse como suele hacerlo en las mañanas.

Al voltearse, me di cuenta que no traía camisa por lo que me cubrí enseguida con la sábana. Algo muy tonto, puesto que ya lo había visto sin camisa varias ocasiones. Escuche sus pasos cerca de mí y a un costado mío se hunde la cama donde el se sentó.

— Buenos dias, floja — dice Ed quitándome la sábana de la cara.

— Hey, estaba cansada, si? Aparte tu película esa no me dejaba dormir — respondí cruzada de brazos.

— Pero pudiste dormir después de todo, no?— me guiña un ojo. Sonrío y él me devuelve la sonrisa.

— Aja si, como sea.

Bajo la mirada y vaya sorpresa que me lleve al ver el grandioso abdomen que tenía mi mejor amigo. Mis ojos se abrieron como platos pues la última vez que lo vi sin camisa no tenía tan grandioso abdomen. Volteo a verlo y me doy cuenta que me estuvo observando mientras yo observaba su grandioso abdomen. Creo que me sonroje, algo que no hago a menudo. ¿Ya mencioné que tiene un grandioso abdomen?

— D-deberías ponerte una camisa, no debes enseñar esas llantas que tienes — digo ocultando mi cara de lo rojo que he detener en mis mejillas.

Se ríe.

— ¿Debo hacer más ejercicio, entonces? — empieza a presumir sus músculos.

— Si, ballena con patas.

— Okay, si así lo dices, empezare cargando cosas pesadas— al terminar dicha oración me agarra de las piernas y me pone sobre su hombro como si fuera un costal de papas.

— ¡Bájame, tonto! — golpeó su espalda mientras me lleva por toda la casa hasta la sala. Cuidadosamente, me deja sobre el sillón. — ¿¡Me estas diciendo gorda!? — pregunte histérica.

— No, no pesas tanto. Sin embargo, pegas suficientemente duro.

— Bueno, por lo menos, no tuve que caminar hasta acá —digo mostrando una ventaja del viaje que me dio Ed.

— Floja— dice fingiendo toser — ¿Quieres desayunar? — pregunta.

— Sipi— digo parándome del sofá — ¿Hot cakes?

— A la orden, capitana — dice y hace una seña de soldado, o marinero, o lo que sea.

Entra a la cocina y yo subo de nuevo para cepillarme los dientes. Me hago un moño todo despeinado, agarro mi celular del escritorio de Ed y bajo de nuevo para desayunar con él.

— Aquí tienes — dice Ed entregándome un plato lleno de deliciosos hot cakes, y un pequeño recipiente donde se encontraba el mismísimo postre de Zeus.

— Gracias— digo con la boca llena de estos. Mi comida favorita en el mundo entero son los deliciosos y esponjosos panqueques, sé que cada uno de estos manjares contienen 227 calorías sumándole aparte el espléndido complemente hecho por los mismísimos dioses que es la crema de avellanas, lo cual es otra grande explosión de calorías, pero, ¿de verdad existe persona que le disguste los panqueques con Nutella?.

Disfrutaba de mis gloriosos panqueques cuando, de repente, antes de llevar el ultimo pedazo de mi ultimo panqueque con Nutella, suena mi celular.

Y al contestar, a pesar de que amara mi desayuno, se me fue todo el apetito que tenía.

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Lo siento por el corto chapter, los demás serán más largos se los prometo.
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