Intercambio de Casa {Completa}

Capítulo 26: Orientación Vocacional

*No One POV*

Alice despertó aquella mañana de Mayo con los rayos del sol directamente en sus ojos, el cuerpo entumecido y el sonido de un corazón que latía junto a su oreja. Se levantó despacio, recordando súbitamente que había dormido en el sillón. Comenzó a preguntarse dónde estaban sus lentes hasta que notó al chico rubio durmiendo plácidamente a su lado, con los labios entreabiertos, el cabello despeinado y una manta enredada entre sus piernas.  Al menos ya no tendría que preguntarse donde estaba Draco Malfoy.

-¿Disfrutando la vista, Moon?

Alice casi se cae del sillón. O bueno, encima de Draco.

-Maldición John, no puedes aparecer así de la nada por la sala.

-Bueno, nuestro invitado no llegó a su cama anoche y pensé que tal vez había escapado a la seguridad de su sala. No sería ilógico. Bajé para ir a buscarlo, pero veo que está en buenas manos.- dijo, guiñando un ojo al añadir lo último.

-Eres un idiota. ¿Y no es muy temprano para pensar lógicamente?- preguntó Alice, al mismo tiempo que se ponía de pie sobre el sillón intentado salir. John le ofreció su mano para que mantuviera el equilibrio y la chica la tomó, bajando del sillón como si de una reina se tratara.

-Falta una hora para el desayuno. ¿Paseamos por los jardines? Aunque tal vez quieras volver a dormir.

-No, un paseo por los jardines sería genial. 

-Bien, ve a cambiarte. Y avísale a Jules a donde vas, presiento que nuestro invitado querrá saberlo cuando despierte. ¿Se ha comportado bien contigo?

-Hasta ahora, sí. ¿Porqué te importa?

-Soy tu chico, ¿no? Me importa todo lo relacionado a ti, Ali.

Alice sonrió y se dirigió a su habitación mientras John se acomodaba en uno de los sillones cercanos a la puerta, con un libro en su mano. Ninguno de los dos notó que Draco, con la espalda hacia la sala y a la escena que acababa de ocurrir, estaba despierto.

*Draco POV*

Sabía que los alumnos de mi año estaban hechos un caos, pero ninguna casa se comparaba a Ravenclaw. Las águilas apenas tocaban su comida, tenían miradas nerviosas y muchos parecían a punto de vomitar. Los alumnos de cursos menores parecían evitar la zona de la sala en donde estábamos y los de cursos mayores se acercaban para ofrecer su ayuda.

-¿Porqué están tan nerviosos? Es solo una entrevista.

-Una entrevista para determinar tu futuro, Draco. Flitwick le da mucha importancia y nosotros también.- me explicó Mia, quien leía cinco folletos diferentes. 

Miré al grupo que me había acogido una vez más. Además de Mia leyendo, Cloe estaba haciendo un simulacro de entrevista con una chica llamada Jenna y  Alice murmuraba incoherencias a mi lado.

-Tal vez debería mentirle. Sí, eso haré. Voy a decirle que quiero ser profesora de Botánica. No, entrenadora de Hipogrifos. No, cantante. No, traficante de Criaturas Mágicas. No, si le digo eso estaré en problemas. Puedo decirle que...

-Tranquilízate, Alice. Te irá bien.- la interrumpió John, mientras le pasaba una barra de chocolate. Lo miré sin decir nada, no es que quisiera tampoco. Después de todo, él era el chico de Moon.

Después de comer y de haber leído cada folleto diez veces, Alice se consideró lista para su entrevista. Pensé que me iba a dejar solo hasta que me gritó desde la entrada de la sala. Claro que la seguí, nadie se mete con una Ravenclaw enojada y nerviosa.

-¿Qué le dijiste a Snape?- me preguntó, mientras la acompañaba al despacho del jefe de su casa.

-Que iba a trabajar en el Ministerio. Es lo que mi padre quiere y lo que se espera de mí.- le dije, automáticamente.

Si Alice quiso acotar algo, se lo guardó. Caminamos en silencio y minutos después estábamos en el despacho de Flitwick.

-Bienvenida, señorita Moon. Señor Malfoy.- nos saludó e indicó dos sillas para que nos sentáramos. La de Alice estaba frente al escritorio, la mía en una esquina del despacho. La indirecta era clara, no estaba ahí para acotar.

-¿Has pensado que quieres estudiar?

-No, profesor.

Horas de lecturas de folletos y charlas con estudiantes de cursos mas altos desperdiciadas. Alice es una chica extraña.

-Bien. Entiendo que quiera mantener sus opciones abiertas, señorita Moon, pero necesita tomar una decisión antes de que finalice el año. Su madre también quería mantener sus opciones, lo que la llevó a empezar y abandonar el entrenamiento de Auror y pasar por varias carreras hasta dedicarse a la ¿eliminación de magia oscura?- preguntó Flitwick, levantando una ceja. 

-Así es, profesor. En Gringotts.- confirmó Alice y el profesor sonrió. Los miré sorprendido, sin atreverme a emitir sonido e interrumpir esa lluvia de información.

-Era muy buena. Creo recordar que tu padre, el señor Classidy, se decidió de inmediato. Trabajó en el Departamento de Operaciones Mágicas Especiales, ¿no es así?

Ahí estaba ese apellido, una vez más. Estaba seguro de haberlo escuchado en otra ocasión, mucho antes de conocer a la Ravenclaw. Pero, ¿dónde? Mi tutora se puso tensa en la silla, sin embargo no perdió su amigable sonrisa.

-Exacto, señor.- dijo Moon en un tono apagado. Flitwick no lo notó y siguió mirando el expediente de Ali. Hablaron unos minutos más, el profesor le entregó un par de papeles y ambos salimos del despacho.

-¿Quién es Classid...?

La pregunta quedó en el aire debido al gran revuelo que se produjo en el castillo. La insignia de la Brigada Inquisitorial comenzó a hacer ruido, indicando que Umbridge nos necesitaba.

*No One POV*

Si Alice pensó que las cosas extrañas y caóticas en Hogwarts habían terminado, estaba muy equivocada. No solo que todas las clases habían sido interrumpidas el día de su entrevista, sino que Fred y George Weasley también se las habían ingeniado para convertir un pasillo en un pantano, reunir a todo el colegio en el vestíbulo, poner en ridículo a Umbridge, recuperar sus escobas, volar en una salida triunfal hacia la libertad y, sobre todas las cosas, hacer que Peeves aceptara una orden emitida por un estudiante. 

Y si Alice creyó que ese era el último drama que vería por un tiempo, se equivocaba. Porque tener a un Draco Malfoy celoso siendo una reina del drama era un evento caótico mayor. Y si alguien alguna vez pensó que Draco se tragaría sus celos e intentaría llevar la situación con normalidad, estaba terriblemente equivocado.

Esa noche, como las últimas dos noches, ambos chicos estaban acostados en el sillón de la ventana con libros en la mano. Todo parecía tranquilo y en calma.

-Draco, ¿puedes pasarme ese almohadón?- preguntó Ali, señalando el objeto que el rubio tenía a su lado.

-¿Porqué no te lo pasa "tu chico"?- respondió el Slytherin, sin levantar la vista del libro sobre Quidditch.

-¿Qué? ¿De qué demonios estás hablando?

-¿Porqué John dijo que era "tu chico"?

Alice pareció entender la actitud de Draco de repente.

-Oh, por Merlín. ¿Estas celoso, Malfoy?

-Sí.

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Perdón por la demora!! Para compensarlas este capítulo incluye una mención de los padres de Alice y un Draco celoso ;)

Y para las que esperan un beso entre estos dos... paciencia, no falta mucho para eso.

Espero que les guste, gracias por leer :)