No tenía idea

A veces

A veces hay que adecuarse a ciertas situaciones que pueden resultar un poco difíciles de afrontar. La distancia, por ejemplo, es algo a lo que no acabo de acostumbrarme, porque me duele aceptarla y tener que convivir con ella. Sin embargo, descubrí que algunas de las mejores personas de mi vida, lastimosamente se encuentran (muy) lejos de mi, y de esa distancia que tanto detesto, he aprendido muchas cosas. Aunque me dijeron miles de veces que no puedo querer a alguien que no conozco, yo no quiero a ningún desconocido, porque a todas las personas que quiero las conozco muy bien y es por eso que no me tiembla la voz a la hora de decírselos y de decirles a todos como me siento y cuánto amor merecen.

De vos, una de las personas más maravillosas que me tocó encontrar, aprendí a ver las cosas de otra manera, descubrí un nuevo sentido del humor, encontré cariño y me maravillé con tus talentos. Me acobijaste, me cuidaste y escuchaste, siempre estuviste cuando te necesité, sin importar la hora o el día, o si estabas ocupada. Siempre tenías algo de tiempo para mí, y no sabes cómo te lo agradezco. Le diste un nuevo sentido a mi día a día, y quizás suene cliché y empalagosamente dulce, pero te me metiste en el corazón y nadie va a poder quitarte de ahí. Lo regaste, lo mantuviste y esperaste a que floreciera, y continúas junto a él, como si fuese una de tus tareas, siempre atenta, comprensiva y paciente.

A veces, no encuentro palabras para describirte o agradecerte todo lo que haces por mi.