Capitulo 14

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Narra Mehmet.

Mamá cargaba a Selim mientras practicaba alegremente con una de las hermanas de la princesa Elizabeth. Las dos hablaban de cosas raras de chicas mientras la princesa se ponía roja y empezaba a tartamudear.

Sus mejillas se habían puesto de un intenso color rojo y sus ojos demostraban nerviosismo, aún así se veía linda.

Aparte la vista de la chica y volví mi vista a la ventana, podía escuchar ĺos gritos y el fuerte golpe de alguien lo suficientemente grande para causar que una parte del hecho del Castillo cayera al suelo.

Se escucharon un par de gritos más, incluso logre identificar la voz de la tía Leila entre el montón voces y pisadas que se escuchaban. Unos segundos más tarde un chico paso rápido por la ventana, parece que se tiró.

Lo identifique como el "Pecado de la Lujuria" por su cabello rosa. Los demás pecados no tardaron en seguirlo, tirándose igualmente por la ventana. Busque a Leila entre ellos, pero no pude ubicarla.

La puerta se abrió de golpe, y una furiosa Leila apareció detrás de ella. Se acerco dando fuertes pisadas y se sentó junto a Elizabeth, mirando todo con odio.

-¿Pasa algo, Leila?- pregunto mi madre, con una sonrisita en sus labios.

-¡Gowther paso!- se cruzo de brazos e hizo un puchero, tal y como lo haría una niña pequeña.- Salto por la ventana justo en el momento en que el Rey quiso devolverle su corazón y los demas pecados han ido tras el, pero obvio, todos se olvidan de la pobre y embarazada Leila- su voz comenzó a fallar y sus ojos se cristalizaron.

-Oh, Leila, nadie se olvidaría de ti- trato de consolar la mayor de las princesas, sobando levemente la espalda de la pelirroja.

-Estoy segura de que no te dejaron ir para no causarle daño al bebé- aseguró mi madre.

Me levanté de mi asiento y salí por la puerta silenciosamente justo en el momento en que Leila parecía apunto de llorar.

Me paseé por los jardines del Castillo, justo como lo había hecho hace ya varias horas junto a Meliodas, estuve ahí durante un rato y el sol comenzó a caer. Pronto se hizo de noche.

-¡Joven Mehmet!- la voz de la Princesa Elizabeth hizo que me volteara a verla.- ¿Que hace aquí?- su rostro se puso rojo al escuchar lo que dijo- Digo, me-me refiero a que... he, ya está oscuro, y hay criaturas suel... ¡No, espere!- balbuceo la chica.

Parece que quería advertirme sobre los peligros de la noche, pero, sorpresa, soy un demonio.

Volví a mirarla, ella seguía disculpandose y balbuceando cosas que no entendía.

-¿Se siente bien, Princesa?- ella me miro con los ojos muy abiertos y se volvió a sonrojar.

-¡Por supuesto!- se quedo callada un segundo, parecía recordar algo- Casi lo olvido, su madre lo estaba buscando. Ella está... algo preocupada por usted.

Diablos... mi madre no estaba algo preocupada, estoy seguro de que está apunto de tener un ataque.

-Esta bien, vamos. No la hagamos esperar- extendi la mano para que pasará ella primero, a lo cual me sonrió, pasando frente a mi.

La seguí de cerca, aún sintiendo la mirada de alguien que nos había estado observando desde hace un rato. Un poder demasiado familiar y unos profundos ojos negros que nos miraban.

*******
Días después...

Narra Leila.

-¡Hola, Elaine!- dije entrando por la puerta junto a Elizabeth y Diane. Habíamos querido venir de sorpresa pero parece que había leído nuestros corazones- Creo que si sigues leyendo nuestros corazones la fiestas sorpresas van a ser un problema- Ella rio.

Demon's LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora