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-No, Yoongi, no podemos ir a tu casa, tus padres están ahí ahora.

-Mis padres ahora no se encuentran en casa, podemos ir ahí.

Su labio estaba sangrando y los hematomas comenzaban a aparecer en su delicado rostro, su cabello aún estaba despeinado y su ropa estaba manchada de su propia sangre.

Aquel encuentro en los baños no sería la última vez, los días transcurrían y con ellos nuevos hematomas aparecían en su rostro, manchándolo de dolor, dolor que era provocado por mis propias manos, por mi cobardía que me impedía protegerlo.

Después de salir del colegio, Hoseok buscaba a Jimin lo acechaba hasta que sus manos lanzaban el primer puñetazo volteando con brusquedad su rostro. Me unía a aquella tortura después de que Hoseok se cansara de desatar toda esa furia que lo invadía cuando lo tenía frente a él, mis manos que un día anterior habían acariciado su rostro con ternura ahora eran las que se impactaban en su estómago, mis labios que tan solo una noche anterior lo habían besado con delicadeza ahora solo escupían insultos acompañados de grotescas carcajadas.

-Esta vez Hoseok se ha pasado - con el más extremo cuidado, Jimin dejó sus cosas sobre mi cama y fue a revisar su rostro en el espejo del cuarto de baño.

-Lo siento... - abrí el primer cajón del buro que estaba al lado de mi cama, saqué lo necesario para tratar las heridas de Jimin.

-Yoongi, no es necesario.


-Lo es, déjame hacerlo - froté sobre la raspadura de su mejilla una bola de algodón empapada en alcohol, su ceño se arrugó y una mueca apareció al instante -. Lo siento, no quería lastimarte.

-Descuida es normal que duela al aplicar alcohol.

-No me refería a eso... No quería lastimarte, si tan solo yo dejara de ser tan cob...

-No lo digas, no lo eres Yoongi, solo necesitas tiempo - tomó mi rostro en sus manos y besó mis labios solo como él sabía hacerlo -, y yo voy a esperarte el tiempo que sea necesario.

- ¿No ves que te estoy dañando?

- ¿Y no ves que te amo? Te esperaría una eternidad Yoongi Hyung.

No me percaté de las lágrimas que comenzaban a descender de mis ojos, Jimin solo se abstuvo de secarlas con sus pulgares sosteniendo una vez más mi rostro en sus manos.

No pude creer que aun estando su rostro tan lastimado él pudiera reflejar en sus ojos aquel brillo peculiar que lo hacía aún más hermoso, su rostro estaba lastimado pero aun así era perfecto.

-Lo lamento tanto Jimin...

-Deja de lamentarte, solo bésame, mi corazón está herido, necesito de tus besos, por favor no me niegues eso.

Al cerrar mis ojos un par de lágrimas cayeron velozmente, sus labios se enredaron con los míos y me enfoqué en demostrarle cuanto podía amarlo.

-Tómame ahora Yoongi.

-Pero...

-Por favor, déjame sentir que soy tuyo.

No me dejó protestar, sus labios aprisionaban los míos sin dejarme la oportunidad de hablar, no tenía ninguna experiencia, yo tan solo tenía dieciséis años.

Deje que mis instintos actuaran por mí, me dedique a besar sus labios y a tocar su cuerpo mientras la sábana cubría nuestros cuerpos. Sus labios eran tan dulces y su piel era tan suave, me dediqué a besar su piel cubierta por hematomas, su cuerpo era un lienzo y yo pintaría en él besos dulces y caricias tiernas.

Su respiración comenzaba a ser agitada e involuntariamente su boca se abría solo un poco para susurrar mi nombre. Era inconsciente de la gran excitación que me provocaba ver el sudor resbalar por su frente, él estaba tan agitado.

-Yoongi, hazlo... te necesito.

Sus piernas rodearon mi cadera abriéndome paso a su entrada palpitante, apoye mis manos en la cama, sus ojos estaban entrecerrados, dude por un momento de mis acciones, no quería lastimarlo más, él se dio cuenta de ello así que me tomó  del cuello y lentamente unió nuestros labios una vez más.

Mi alma se estaba consumiendo en el deseo que irradiaba su cuerpo.

-Yoongi, solo hazlo - susurró sobre mis labios y se aferró a mi cuerpo desapareciendo así el espacio entre los dos.

Su cuerpo se tensó cuando su virginidad había sido penetrada, los movimientos eran lentos y sus manos vagaban por mi cuerpo haciéndome sentir amado...

- ¡Min Yoongi! ¿Qué se supone que estás haciendo? - Quizás me había perdido en el sabor de sus labios o en las cosquillas que mi abdomen sentía, no, solo me perdí en sus ojos desde el primer beso.

Mi padre había entrado a la habitación, no me había dado cuenta que al llegar del colegio deje abierta la puerta de mi pequeña habitación.

-Papá... - él no era capaz de mirarme, mis ojos se inundaron de lágrimas y tuve la necesidad de gritar todo lo que había ocultado durante tanto tiempo -, sé que esta no es la mejor de las situaciones, pero quiero decírtelo, soy gay.

- ¡No quiero que me expliques nada! - sus gritos me aturdieron y me hicieron perder aquella confianza que los besos de Jimin me habían dado -. ¡Y tú, quiero que te largues de mi casa inmediatamente!

-Te amo Yoongi...- Jimin tomó sus cosas tan rápido como le fue posible, tomó mi mano como despedida y débilmente la soltó.

- ¡Ahora mismo te voy a enderezar a golpes! - Su mano volteó mi rostro de un solo golpe, miré entre lágrimas los ojos de mi padre, yo no podía capaz de describir esa mirada, el cómo sus ojos me miraban en aquel momento, lo había decepcionado.

-Papá...- mis ojos se cerraron con fuerza cuando vi venir de nuevo su mano hacia mi rostro-. Lo siento...

✿ Epitafio ✿

Mas tarde otro capitulo :3

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EpitafioWhere stories live. Discover now