Despertar

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 Mi conciencia comenzó a volver de a poco, empecé a sentir el calor del sol sobre mi piel, la tierra y el pasto bajo mi cuerpo, la ligera briza que venía desde lo alto y mecía mi cabello, pero aún no podía moverme ni abrir mis ojos.

"será esto el cielo?" pensé. Lo último que recuerdo fue el momento del disparo, el frío de la muerte y esa escena de la luna con su brillo, como deseándome una feliz próxima vida. Pero no, esto se sentía demasiado real, y a medida que las percepciones retornaban a mi cuerpo, me daba cuenta de que todavía estaba con vida.

"cómo puede ser esto posible?, ¿alguien me rescató?" dije, no obstante, esa concepción fue traicionada cuando al fin recobre la suficiente fuerza para abrir los ojos y mover un poco mi cuerpo. Me encontraba tirado a los pies de un gran árbol, en medio de un denso bosque, a tal punto que era difícil ver entre las copas de los árboles, el cielo. Hacía un calor un tanto intenso que la briza que se sentía por momentos era sofocante, pero esto era amortiguado por la sombra del bosque que tenía en frente. Así, rodeado por un mar verde, alcanzaba a divisar a lo lejos un par de montañas, y al parecer corría un río en las cercanías, ya que logré percibir el correr de las aguas. Aquí y allá se escuchaban pájaros y diversos animales silvestres, no obstante, en la misma atmosfera, mi cuerpo me decía que había algo distinto, algo más que no podía ver pero que no se encontraba antes.

"¿dónde diablos estoy?" grité, ya un poco más consternado. Traté de pararme rápidamente, pero todavía no me encontraba recuperado del todo, por lo que tropecé con mis pasos y quedé sentado en el mismo lugar. Traté de tocar la zona de la herida de bala en mi pecho, y solamente se observaban varias cicatrices. El sentimiento de incomprensión y miedo subió desde la parte baja de mi espalda, y gatillo la respuesta de adrenalina más alta que había tenido en mi vida hasta ese momento. Traté de incorporarme nuevamente más no podía, y luego de hiperventilar por unos segundos caí inconsciente.

Ya al pasar algunos minutos y volver en mí, lo primero que intenté fue calmarme, "ok...no sirve de nada que me desespere... Primero trataré de reunir fuerzas, encontrar un lugar para refugiarme y sobrevivir, para así luego pensar en donde diablos estoy".

De este modo, lentamente me incorporé, y con pasos un tanto tambaleantes decidí acercarme al ruido que emitía el río en su paso por este bosque. Así adentrándome en lo que parecía un verde infinito, los árboles se fueron despejando para dar paso a un claro, en el que discurría un río de unos 4 metros de ancho. Me acerqué corriendo a la ribera, y al reclinarme sobre la superficie del agua, encontré otro suceso que me dejó pasmado. Mi reflejo, por lo que se veía, debería tener unos 20 años menos de los que tenía. De esta manera acerqué una mano a mi rostro, observando como el joven en el otro lado hacía lo mismo, "primero un bosque, y ¿ahora esto?, Dios santo, por lo menos es algo bueno, me veo más joven" y un tanto resignado a lo sobrenatural, hice una especie de cuchara con mis manos para beber un poco del agua que estaba corriendo con una fuerza considerable, aunque la angulación no fuese tan destacada.

Decidí hacer un pequeño refugio en uno de los árboles cercanos, por lo que comencé a reunir yesca de los alrededores, palos, enredaderas, y todo lo que me pudiese ser de utilidad para la tarea. El sol ya estaba acercándose al horizonte, por lo que no debía quedar muncho tiempo para el anochecer. Logré, a una distancia prudente del río, y bajo un gran árbol, hacer una fogata, y gracias a que me había recuperado bastante, y a lo rejuvenecido de mi cuerpo, logré hacer una especie de nido entre las ramas del mismo árbol frente al cual había realizado la fogata. No era muy alto, pero me mantendría a salvo de los depredadores, o al menos eso creía, "bueno, con esto solo me queda pensar en la comida" dije, por lo que decidí alejarme unos metros y buscar algunas bayas o pequeños animales que pudiesen servir para sobrevivir en este ambiente.

Al cabo de algunos minutos de haberme adentrado en la espesura, comencé a sentir una extraña sensación en la base de mi nuca, era como si alguien me estuviese mirando de una manera muy intensa, pero como no pude divisar ni escuchar anda en los alrededores, proseguí en mi búsqueda de comida. Y en el momento en que se estaba haciendo más fuerte esta sensación, saltaron 4 criaturas a mi encuentro, 2 por detrás y dos por delante.

"¿pero qué carajo son estas bestias?" grité, con una mezcla de asombro y miedo que crepitaba por mi espalda.

Estos animales tenían la apariencia de lobos, pero de su cabeza un gran cuerno se protruía, por lo que nunca había visto una bestia como esta. En ese momento, me di cuenta de que me habían rodeado, por lo que solté todas las cosas que había encontrado y traté de huir. Uno de los "lobos" que estaban al frente, haciendo un ademan con su cabeza, dirigió su cuerno hacia mí, momento en el cual comenzaron a salir chispas de la punta, produciendo una especie de rayo, el cual me golpeó y dejó paralizado.

"ahg..." no podía moverme. Justo cuando se me había otorgado una nueva oportunidad, una nueva vida, y aunque no comprendía totalmente donde estaba ni las circunstancias, la indignación y la desesperación por verme enfrentado a la muerte por una segunda vez hirvieron dentro de mí.

"NO" grité, "NO PUEDO MORIR NUEVAMENTE, ALGUIEN, ALGUEIN QUE ME RESPONDA, POR FAVOR, ALGUIEN QUE ME AYUDE" desesperadamente alcé una mano hacia el cielo, y en el momento en que las 4 bestias se abalanzaron sobre mí, concentré toda mi energía y en mi mente grité nuevamente "AYUDA!".

"Esta energía vital, tanto amor y odio en una misma persona, muy bien mortal, me tienes intrigada, por lo que responderé a tu llamado, desde este momento, y por la puerta que haz abierto, seré tu espíritu protector, así que extiende tu mano hacia mí y dime tu deseo"

Me susurro al oído una voz, tan dulce que mi cuerpo se relajó de inmediato, y al mismo tiempo con tanta certeza de que podía protegerme que la esperanza volvió a mi corazón, y con todo lo que me quedaba de fuerzas, alcé ambos brazos al aire y grité nuevamente "PROTEGEME, PROTEGE POR SIEMPRE"...¿por qué dije por siempre?, dichas palabras salieron naturalmente de mi garganta, pero si podría hacer actuar a esta entidad que se había contactado conmigo, no me arrepentiría jamás.

"hahahaha, muy bien mi querido señor, el espíritu de la luz a escuchado tu ambicioso deseo, y lo acatará con la mayor fidelidad que se puede esperar de la entidad que es el amor y la rectitud encarnados, yo, Amara, juro servirte por toda la eternidad, a cambio de un suplemento diario de tu poder espiritual", y con esas palabras, las nubes en el cielo se abrieron, cayendo 4 haces de luz tan intensos, que no dejaron más que las cenizas de las 4 bestias que atentaban contra mi vida.

Una vez que desaparecieron esto haces, una mujer de cabellos dorados, ojos esmeralda, una túnica blanca que cubría por completo su cuerpo, 4 alas majestuosas que salían de su espalda, con un báculo de fuego en ambas manos, descendía del cielo y se inclinaba frente a mí.

"espero que me trate con rectitud y amor desde ahora y hasta la eternidad, mi señor". Dijo esta entidad, con una sonrisa tan hermosa que mi corazón saltó por un momento.

Sin entender mucho de la situación, y al parecer habiendo echo un contrato con un espíritu de alta categoría, el cansancio tomó mi cuerpo por completo y mi conciencia se desvaneció.

Una segunda oportunidadWhere stories live. Discover now