Adoptado (Kookmin)

13

Despertando entre sus brazos, una sonrisa se forma en mis labios, creo que lo que necesitaba era desahogarme porque mi estado de ánimo está mucho mejor que ayer en la noche, de repente todos los recuerdos me atacaron sin compasión y mi mente se aturdió.

Con una sonrisa tranquila observo su rostro pacífico, todo en él es muy atrayente pero a veces su actitud hace que quieras golpearlo.
Me acerco más a su cuerpo desnudo inhalando su olor masculino, me siento cálido de esta forma. Pero sin embargo me saco sus fuertes brazos de encima para salir directo al baño.

Mi cabello está un desastre al igual que todo en mí, me acerco un poco más al espejo y observo la pequeña marca que tengo en mi labio inferior; una fuerte mordida. Limpio mi rostro y cepillo mis dientes, además de que tengo un hambre atroz.

—Hola cariño— dice JungKook con voz ronca.

Miro hacia el espejo observando su lindo rostro recargado en mi hombro y sus grandes manos en mi cintura; una escena muy común en parejas, cosa que no somos. Deja un beso en mi mejilla y sale del baño con un puchero que alcancé a ver.

Salgo de la habitación y camino ahora hacía la cocina, ignorando por completo la presencia de JungKook en el baño de mi madre.

—Déjame preparar para los dos algo.

Me volteo y lo veo de pie sin camisa dando una grata vista de sus abdominales, una tentación completa pero ahora no es tiempo, llenar mi pancita es primero.

—¿Harías eso?

—Como no hacerlo por ti.

Se acerca a mi cuerpo tomandolo de forma posesiva, acerca sus labios a los míos uniéndolos en un beso hambriento, mezclando nuestros frescos alientos. Nos separamos y una sonrisa sutil se asoma en mis labios al igual que en los suyos.
Me agarra la nalga aprovechando que no tengo ropa interior, le golpeo el brazo y salgo corriendo hacia la sala.

Observo a JungKook desde aquí y me pregunto si puedo llegar a estar con él en una relación, analizo su comportamiento caballeroso y no me gusta, me empalaga. Su atención hacia mí, me gusta, pero no puedo estar del todo cómodo a su lado.
Me siento obligado... Tal vez lo que me pasa es que no quiero ser sólo de él, ni mucho menos me quiero sentir de su propiedad.