Capítulo Quince

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Capítulo quince.



Abrazo a Leslie con fuerzas sin aun poder creerme que está aquí. Ella ríe abrazándome con la misma fuerza.

Estamos en el baño de los pasillos de los fornicadores y mientras Eva está armándome el lío del año yo solo puedo pensar que Leslie no está en Japón.

— ¿Una semana?

—Una semana—repite sonriéndome. Sus sonrisas no son tan completas como antes, pero al menos son algo y para mí significa mucho que me sonría—Aunque creo que quizá estarás demasiado ocupada comiéndole la boca alguien.

— ¡Y haciendo eso, Elanese! Frente a Henry.

—Henry es su exnovio, no hay nada de malo que bese a otro tipo—argumenta Leslie.

— ¿Y que se vuelva una promiscua?

—Bueno, su cuerpo, sus decisiones.

—Gracias—le digo antes de enfrentarme a Eva—. Lo siento, lo siento, lo siento.

—No te disculpes conmigo por besar...

—No me disculpo por ello—frunzo el ceño, no puedo disculparme por ese momento—. Me disculpo por todo el desastre de los invitados.

Aunque debería disculparme por el beso porque me besé con mi caso asignado, pero no lo lamento y eso es malo, muy malo. Eva despotrica otro poco más, Leslie argumenta que ya nada se puede hacer y que de hecho todos parecen estar disfrutando. Eva contraataca diciendo que puede haber personas extrañas, Leslie responde con que por lo visto hasta los momentos, todo, es controlable. Eva admite que Leslie tiene razón y yo sigo respirando.

Cuando Eva sale calmada diciendo que verificará que todo esté bien, me siento aliviada de aún estar viva. Vuelvo a abrazar a Leslie.

—En serio no me creo que estés aquí.

—Yo tampoco—se separa de mí y toma mi rostro entre sus manos.

Observo esos ojos que a diferencia de los míos son más claros como si algo de grises se fundiera en ellos. Su cabello también es más oscuro y su facciones más finas.

— ¿Un conejo, Ela?

—No es cualquier conejo.

Ahora que tengo a mi consejera frente a mí, parece que estoy en medio de un vómito verbal.

»Es Dexter Jefferson y yo bebí, y me siento caliente. Él vino y adivinó mi disfraz—alzo mi muñeca—; y me regaló esto y dijo que quería probar azúcar y besa tan delicioso y...Besé a un conejo cool. No cualquier conejo.

—Sí que estás afectada, Ela.

— ¿No vas a reprenderme? Es un caso asignado.

—Ya te di mi opinión y ¿Honestamente? Tus decisiones son tuyas, parecías muy feliz en donde estabas.

—Quiero mucho hablar contigo y no quiero dejarte, pero...

— ¿Pero quieres ir a besuquearlo un poco más?

—No, no. No es eso solo...

—No te preocupes—sacude su cabeza—. Tenemos toda una semana, y él tiene está noche si decides seguir las reglas.

La veo pasar por delante de mí en su traje de la mujer maravilla que le queda como una modelo porque Leslie parece una totalmente con su figura delgada y proporcionada en las partes correctas. Me toma un minuto salir del baño y la veo a un lado de Eva, ella me guiña un ojo. Sé que no va a bailar o cantar, está aquí por ser mi cumpleaños, pero Leslie no va a fiestas o baila desde que Arthur fue hospitalizado de manera definitiva, y ahora que él no está creo que siente que lo traiciona cuando disfruta.

La D no es por Dexter (BG.5 libro #4) Disponible en libreríasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora