「Drabbles. 」 PaperJam×Gradient

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El pequeño se encontraba en la sala, junto con su hermano. Ambos no hablaban, en el lugar sólo se escuchaba el ruidoso sonido de la televisión.

Sus padres estaban afuera. Tenían la casa para ellos solos.

Pero... No sabían qué hacer.

Gradient trataba de evitar cualquier contacto visual con el contrario, no quería verlo. Y mucho menos por lo que le sucedió.

Su cuerpo temblando estaba y sabía que eso no sería desapercibido por el mayor. Pero mientras no diga nada, estará bien.

—¿Estás bien, Gray?

—S-si.

—Gradient, dime que te sucede.

—¡E-enserio! No me pasa nada...

El menor de verdad quería decirle lo que le paso, pero sentía que haría algo incorrecto, después de todo, jamás fue alguien expresivo con sus emociones.

—Gradient, ¿por qué coño tienes un chupetón en tu cuello? —mierda.

Se sonrojó y escondió su cabeza en la bufanda que traía puesta, debido a eso. Trataba de aguantar las gotas saladas y el miedo empezó a recorrer su cuerpo. Comenzó a burbujear.

—¿Quién te lo hizo? —interrogó.

¿Debería de decirle? No quería causar una pelea por algo “insignificante ”.

—Gradient, dime. —insistió.

Con la cabeza abajo y un sonrojo inundando sus pómulos dijo:

—H-Horror... —murmuró—. ¡P-pero no fue nada grave! Sólo me toco un poco y...

Observó la mirada decepcionante de su hermano, se sintió apenado. ¿Hizo algo malo? No, no sabía lo que hacía, no era su culpa.

Él no tenía idea de lo que le hizo Horror.

Sentía la mirada penetrante de su acompañante, y lo único que hizo fue bajar su vista al suelo.

Esperaba de PJ un regaño o algo. Una mirada llena de lástima o una risa de burla, diciéndole lo fácil que era.

Él no tenía la culpa.

Pero jamás se espero un abrazo del mayor. Escuchó muchas maldiciones hacía el esqueleto del cráneo roto.

—¿A-acaso te importo? —preguntó con un hilo de voz casi audible.

PJ lo vio enojado. —Claro, idiota. ¿Por qué preguntas?

—Uh... S-siempre te i-ibas, y yo... Y-yo Pensé que no me querías.

El esqueleto de tinta hizo una mueca, para luego darle un abrazo al menor.
¿Acaso era cierto lo que decía? Él pensaba que le gustaba estar solo.

Bueno, ahora no dejaría que nadie lo tocara.

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Alv, me tarde un chingo, lo sé. 

Bueh, bai, los amo  ❀