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Recogía los pedazos de vidrio uno por uno, sin darle importancia al líquido carmín que resbalando por sus falanges estaba. El dolor no era tanto, podía soportarlo, pero no soportaría más serían las palabras escupidas con odio de su padre.

Entendía perfectamente que no era el favorito, ni siquiera se acercaba a eso, pero trataba de esforzarse. Quería oír de él mismo un “hijo”, o por lo menos que dijera su nombre sin insultarlo.

Nunca sucedía.

Y a pesar que lo siguiera maltratando, aún lo quería.

Quería ganar su aceptación y confianza, sabiendo que aquello resultará imposible.

Su padre era muy frío con él. Nunca lo quiso, jamás.

¿Era mucho pedir eso? ¿El cariño de él? Al parecer sí.

Se quejó al sentir un trozo de vidrio en su rótula izquierda, y sacarla rápidamente en un acto involuntario.

Sentía las gotas de cristal recorrer por sus pómulos, tapando su carita en la única mano menos ensangrentada.

“—No llores, es estúpido. —” le decía Error.

Ha escuchado mucho aquello que hasta olvidó el número de veces que lo dijo.

La sangre se mezcló con sus lágrimas, haciendo una rara fusión.

Escuchó pasos acercándose a su paradero, rogando que no fuera el glitch, pues ya había roto en llanto y sólo podía sollozar.

—¿De nuevo llorando?

—P-perdón.

El otro chasquéo su inexistente lengua. —¡Tks! Deja de querer ganarte su maldita aceptación, Gray. Es un idiota.

—Sigue siendo nuestro padre... —murmuró, sin embargo, fue escuchado por el esqueleto de tinta, que sólo rodó los “ojos”.

—¿Y qué? No le importamos, y lo sabes. —mencionó, acercándose a la puerta—. ¿Vienes?

Él se sonrojo, enserio quería ir con su hermano, pero debía recoger el desastre que había provocado.

Aunque, él no lo provocó, sólo quería darle unas galletas a su padre. No obstante, hizo que tirara el traste y con ello las galletas. Lo insultó y se retiró de allí, amenazándolo que sino recogiera el desastre que había ocasionado, le iría muy mal.

—P-pero p-papá...

—¡A la mierda “papá”! —gritó—. ¡¿Vienes o no?!

—S-se enojará m-mucho... —susurró en vano, pues fue escuchado.

—¡Ahg, como quieras!

—¡P-PJ, n-no, esp-era! —muy tarde, se había ido.

Mira con tristeza la puerta, escuchando como de a poco los pasos de su amado se van disminuyendo.

「Drabbles. 」 PaperJam×GradientWhere stories live. Discover now